Juan del Álamo |
JAVIER LÓPEZ
Los toreros Juan
Bautista, Juan del Álamo y Diego
Silveti rebosaban felicidad al término del festejo de hoy en Las Ventas,
después de conseguir los tres una oreja que sabe a triunfo grande y que les
puede servir de mucho para orientar sus respectivas temporadas.
El mexicano Diego
Silveti fue el primero en abrir fuego, al cortar la oreja del tercer toro
del festejo, con el que tuvo que hacer un notable esfuerzo para imponerse al
fuerte granizo que en esos momento caía sobre el albero madrileño. "Con
corazón, entrega y la verdad por delante se puede con todo, con el granizo, con
la lluvia y con todo lo que venga. Hoy creo que se ha podido ver. Estoy muy
feliz. Quiero dedicar este triunfo a todo México y a todos los compatriotas
que, como yo, han pasado por esta plaza", declaró.
"También a mi familia -prosiguió- a los que quiero con toda el
alma y que, gracias a ellos, hoy en día soy quien soy. Espero que este triunfo
me sirva porque creo que se ha visto a un Diego Silveti entregado al máximo".
El francés Juan
Bautista bromeó sobre la circunstancia de la lluvia, con la que otras veces
también "parece que me sirve de revulsivo" para triunfar en
Madrid, por lo que, "cada vez que venga a esta plaza tendré que mirar primero lo que
dice el hombre del tiempo", dijo un sonriente Bautista. A la hora de entrar a valorar con más precisión su
actuación en Las Ventas, Bautista
aseguró que "por fin me he vuelto a reencontrar con mi mejor toreo en la mejor
plaza posible. Qué placer encontrar un toro -el cuarto- que
embista con clase y transmisión en esta plaza tan exigente. Yo me he visto muy
bien, muy entregado y muy a gusto, y creo que la gente así me lo ha
valorado", manifestó el torero de Arles.
Por último, Juan del
Álamo también salió triunfador de la tarde al cortar una oreja del quinto
toro, un triunfo que "me viene como caído del cielo",
señaló el salmantino. "Cuantas veces habré soñado con un
momento así, Dios mío, y por fin lo he logrado. Ahora mismo no me cambio por
nadie, pienso que he dado la talla toda la tarde con una actuación muy
importante en la que se me ha visto en toda mi dimensión",
apostilló. / EFE
Les comparto mi poema, . . .
ResponderEliminarTOREANDO BAJO EL GRANIZO
“Gotas de agua endurecida . . . en el ruedo está tu vida.”
Feria brava en San Isidro,
fiesta de un acuoso vidrio,
undécima la corrida,
plaza seria, concurrida.
El tercero de la tarde,
“Orador” haciendo alarde,
encharcada su nobleza,
muestra fiereza, fijeza.
De Bohórquez el encaste,
¡Diego Silveti triunfaste!,
tu linaje a ti te escuda,
joven espada, figura.
Un saludo capotero,
nada queda en el tintero,
primeros lances, con lluvia,
gota que, después, diluvia.
Toreando bajo el granizo,
tarde oscura, que Dios quiso,
verónicas fulgurantes,
sensibles y muy vibrantes.
En plena arena, tormenta,
expectativa que aumenta,
ruedo que pintó de blanco,
arte de torero franco.
Que buen quite por gaoneras,
¡sólo es cosa que tú quieras!,
brindas toro en tempestad,
público de majestad.
Sobre un tapete de lodo,
matador lo diste todo,
te jugaste hasta el pellejo,
en Madrid, ningún complejo.
Gotas de agua, de agua dura,
¿dime Diego qué te apura?,
tienes temple, eres osado.
ni un resbalón, bien plantado.
Al astado citas quieto,
erguida figura, un reto,
te lo pasas por la espalda,
la muleta te respalda.
Ligas serie derechista,
arrimado, eres artista,
empapados naturales,
tienes valor a raudales.
Estuviste muy dispuesto,
¡qué digno torero diestro!,
te luces con “bernadinas”
cierras con “manoletinas”.
Tras pinchazo de aguacero,
te expones con el acero,
casi entera la estocada,
bien te llevas con la espada.
Toro herido por la muerte,
tu maestría, la Virgen, suerte,
en la lidia así te fraguas,
pañuelos entre paraguas.
Cortas oreja en “Las Ventas”,
el producto de tus tientas,
mexicano, don, donaire,
rayos, truenos, viento, aire.
De las nubes cae cascada,
tu faena apasionada,
premio de sudor y sangre,
oreja de torero grande.
Las inclemencias del tiempo,
no fueron un contratiempo,
antes bien, tú te creciste,
en Guanajuato naciste.
Te consagraste Silveti,
el granizo fue confeti,
lluvia fiel, el cielo se abre,
¡son lágrimas de tu padre!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 19 de mayo del 2013
Dedicado al Gran Maestro, Don David Silveti (QEPD)
Reg. INDAUTOR No. 03-2013-111212464200-14