Comienza la feria madrileña con
cerca 2.700 abonados menos que no han renovado sus abonos. *** Solo Talavante
protagonizará una gesta al encerrarse con seis ‘victorinos’.
ANTONIO LORCA
Diario El País de España
Este jueves, se abren las puertas de la plaza de Las Ventas
para que comience la Feria de San Isidro, la cita anual más importante del
mundo taurino, que, junto a la del Arte y la Cultura, consta de 24 corridas de
toros, tres novilladas y cuatro espectáculos de rejoneo, y se extenderá hasta
el 9 de junio.
Por el ruedo venteño pasarán la mayoría de las figuras de
postín, una amplia nómina de toreros poco conocidos que buscan una oportunidad,
y toros de diversos encastes. Unos y otros se examinarán ante una cátedra
exigente, pero menos numerosa que en años anteriores, y darán cuenta del estado
actual de la fiesta. Porque lo más importante es que San Isidro 2013 se
presenta como la cara o la cruz de la tauromaquia del siglo XXI; el resultado
artístico será la medida de un espectáculo que no vive sus mejores momentos a
causa de la crisis económica, la decadencia del toro, la uniformidad y
comodidad de los toreros, la huida de los aficionados, un difícil embrollo
jurídico y político y continuados ataques de los sectores antitaurinos.
Para empezar, no están anunciados los dos toreros que, hoy
por hoy, despiertan más interés: José
Tomás y El Juli. El primero convalece de una lesión en un pie, pero no
ha mostrado interés alguno en volver a la plaza madrileña; y Julián López,
flamante triunfador de la Feria de Abril de Sevilla, también en el dique seco a
causa de la cogida que sufrió en la Maestranza, no llegó a un acuerdo económico
con la empresa madrileña.
Pero hay más: otro torero triunfador en Sevilla, Manuel Escribano, y la ganadería que ha
acaparado todos los premios en el mismo ciclo, Miura, tampoco se
anuncian en este largo ciclo venteño.
Y por no estar, no estarán 2.716 aficionados que han
decidido no renovar sus abonos y abandonar sus localidades. De los 17.684
abonados del año 2011 se ha pasado a 14.968 en 2013, lo que supone una
reducción del 15,4%. A este número hay que añadir 2.041 abonos para mayores de
65 años y 125 para menores de 25 años.
Y un dato a tener muy en cuenta: de todos los diestros que
harán el paseíllo, solo Alejandro
Talavante ha decidido protagonizar una gesta, consistente en encerrarse con
seis toros de Victorino Martín la tarde del 18 de mayo. Esta decisión del
torero extremeño ha despertado la máxima expectación, que se ha visto coronada,
además, por un anuncio televisivo, producido e interpretado por el propio
torero, para destacar la importancia del festejo.
La suerte está echada. La Comunidad de Madrid y la empresa
Taurodelta han decidido retar a la crisis con un abono que mantiene el número
de festejos de años anteriores, en los que la cantidad supera a la calidad y
todo queda a expensas del juego de los toros y la actitud de los toreros.
La pasada Feria de Sevilla ha despertado la ilusión de los
aficionados con algunas gotas de emoción, centradas en el arrollador triunfo de
El
Juli, el capote genial de Morante, la torería de Escribano y la estampa y la nobleza de
los toros de Miura. Queda por saber si San Isidro refrendará si la
tauromaquia es capaz de volver por sus fueros e interesar a los aficionados, o
se ratifican los peores augurios ya confirmados el pasado año por estas mismas
fechas. San Isidro 2012 no levantó cabeza y tras 24 festejos solo se cortaron
tres orejas.
Vuelven las figuras modernas con los hierros más comerciales,
escondidas en carteles cómodos, a la espera de que la suerte les depare la
gloria que no buscan con su heroicidad. Tal es el caso de Morante de la Puebla,
anunciado tres tardes; con el mismo número de festejos lo acompañan Daniel Luque, El Cid, Sebastián Castella,
David Mora e Iván Fandiño. Otros
12 matadores, entre ellos José María
Manzanares, actuarán dos tardes, al igual que los rejoneadores Diego Ventura y Leonardo Hernández. Vuelve Hermoso
de Mendoza tras su larga y exitosa campaña mexicana; reaparece en Madrid el
jerezano Juan José Padilla, que
continúa su racha de triunfos tras su milagrosa recuperación, y se despide el
otrora añorado Finito de Córdoba.
Además, se anuncian 24 ganaderías de ocho encastes
diferentes, de las que 10 son de Domecq, tres de Albaserrada, tres de Núñez,
tres de Murube (dos de ellas para rejoneo), dos de Atanasio-Lisardo Sánchez
y una de Torrestrella, Gamero Cívico y Cuadri. Precisamente,
esta última destaca entre los hierros toristas, junto a José Escolar, Victorino y
Adolfo
Martín, Samuel Flores y Baltasar Ibán.
Solo siete o, quizá, nueve carteles están rematados; es
decir, suscitan verdadero interés para los aficionados. El resto es la
demostración evidente de que no hay toreros para tantas tardes, ni toros para
un ciclo tan exigente. De ahí, quizá, la consecuencia de esa preocupante bajada
en el número de abonados.
Vuelven a abrirse las puertas de la plaza de Las Ventas.
Comienza la feria taurina más larga del mundo. Ojalá no sea la más soporífera y
depare momentos para el recuerdo y tardes inolvidables. Si no es así, se
oscurecerá un horizonte cuajado de preocupantes interrogantes sobre el futuro
de la fiesta.
San Isidro, la feria más importante. La fiesta a cara o
cruz.
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