Alberto Aguilar, a punto de salir por la Puerta Grande de Las Ventas, pero negada por un presidente totalmente fuera de reglamento. Foto: EFE |
JAVIER LÓPEZ
Alberto Aguilar
fue el gran protagonista, por doble motivo, del festejo de hoy en Las Ventas,
primero por cortar la única oreja de la tarde, y después por ver como "el palco" le cerraba la
Puerta Grande, por eso, al término del festejo, se mostraba así de triste: "Es
injusto que jueguen con mis ilusiones. No sé que tienen conmigo. Soy sólo un
torero que me juego la vida y trato de dar la cara tarde tras tarde. ¿Qué hay
de malo?. No me explico por qué no quieren que despegue, porque hoy he rozado
una Puerta Grande en Madrid que nunca en la vida se me olvidará hasta que la
consiga abrir", reconoció un impotente y muy disgustado Aguilar con lágrimas en los ojos.
"El Capea" también se marchaba contrariado, pero por
haber pinchazo al quinto toro, con el que se encontró "muy a gusto. Qué lástima de
espada, pues creo que pegué quince o veinte muletazos buenos, pero al marrar
con los aceros la tarde de hoy no me sirve de nada", aseguró.
"No es lo que venía buscando, ni lo que le hace falta a mi
temporada, pero el toreo es así y ya habrá más oportunidades”, finalizo
el salmantino.
El confirmante "Chechu", que resultó
herido por su primero, no pudo hacer declaraciones, ya que, para cuando había
terminado la corrida, él ya estaba ingresado en una habitación de la clínica de
la Fraternidad. / EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario