Gómez del Pilar |
PACO AGUADO
El salmantino Roberto Blanco, muy seguro toda la tarde, consiguió destacar en una
novillada anodina y marcada tanto por el frío y desangelado ambiente en los
tendidos como por la absoluta falta de casta de los utreros de Guadaira.
En un festejo con escaso y frío ambiente,
con gran parte del público pendiente de la próxima cita futbolística en la
capital de España, el novillero Roberto
Blanco fue capaz de llamar la atención gracias a su seguridad y a su férrea
moral. El salmantino, pese a la incomodidad del viento, se plantó ante el
tercer novillo de Guadaira, el único con unas mínimas opciones, con una gran
firmeza y mucha capacidad de mando en su muleta.
Sometió así las descompuestas embestidas
iniciales con la mano muy baja, y de ese acierto surgieron dos series de
derechazos ligadas y templadas que supusieron los momentos de mayor brillantez
de la tarde. En busca de redondear el triunfo, Blanco estiró la faena más de lo conveniente sin encontrar ya la
misma respuesta del enemigo, pero manteniendo la impronta de su determinación.
La misma que mostró con un sexto cobardón que no tomó las telas con entrega ni
una sola vez.
Gómez
del Pilar, triunfador de los novilleros de la
pasada edición de la feria, recibió de nuevo a sus dos utreros con sendas
largas cambiadas a portagayola, como muestra de su voluntad de triunfo. En el
primero de su lote compitió en quites con Juan
Leal, ambos con el capote a la espalda (el francés por saltilleras y el madrileño por morelianas).
Y fue ese el momento de mayor lucimiento de su actuación, pues el novillo se
paró afligido en cuanto Del Pilar le
pudo por abajo, mientras que con el indefinido cuarto, molestado también por el
viento, nunca logró asentarse.
El francés Juan Leal se despidió sin suerte del escalafón de novilleros, pues
el próximo domingo tomará la alternativa en el anfiteatro romano de Nimes
(Francia). A su soso y parado primero aún le sacó Leal cierto partido en la distancia corta, de mitad de faena en
adelante, pero su valor para dejarse rozar por los pitones apenas le sirvió
para provocar unas tibias palmas en los ateridos tendidos.
Tampoco tuvo opciones con el quinto, el
último utrero de su carrera, que llegó ya al último tercio absolutamente vacío
de bravura, si es que llegó a tener alguna. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Seis novillos de Guadaira, de buena y proporcionada presentación, pero vacíos de
raza y de juego muy deslucido, salvo el tercero, de mayor entrega y duración.
Gómez del
Pilar:
pinchazo y estocada (silencio); estocada (silencio).
Juan Leal: pinchazo y estocada
(ovación); estocada caída y tres descabellos (silencio).
Roberto Blanco: pinchazo y estocada
desprendida (ovación); pinchazo y estocada (silencio).
Entre las cuadrillas destacó banderilleando Raúl Cervantes.
Viernes 17 de mayo. Noveno festejo de abono. Menos
de media entrada en tarde ventosa y fría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario