JAVIER
LÓPEZ
@Javierlopez01
Uno de los nombres propios del comienzo de
temporada es el del malagueño Saul Jiménez Fortes, torero al alza tras la gran
actuación del 25 de marzo en Madrid y también por la notable evolución mostrada
en sus formas, en un momento en el que dice: "Me importa más dejarme el
alma toreando que hacerme rico".
"Antes buscaba avanzar en mi carrera fuera
como fuese. No me importaba tanto el cómo si los números eran buenos, ni
siquiera si sentía que engañaba a mi ética artística y a mis propios
sentimientos. Pero ahora noto que el toreo nace más de dentro de mí, que lo que
busco es satisfacerme toreando y satisfacer a los demás", confiesa el
propio Fortes en una entrevista con Efe.
Valor y pureza son dos virtudes que caracterizan
el toreo de Fortes (Málaga, 1980), cualidades que ha ido trabajando y puliendo
poco a poco hasta dar lugar a un concepto cada vez más en desuso, especialmente
entre la nueva hornada de toreros que, precisamente en ese afán de ir escalando
puestos, buscan un toreo más comunicativo con los tendidos, más bullidor y
efectista, y menos verdadero.
"Mi idea es la de ser lo más puro posible.
Buscar el toreo de adentro, la transmisión a través de la despaciosidad, la
naturalidad y la verdad. No soy de los de los que buscan el aplauso fácil. Los
reconocimientos hay que ganarlos siendo lo más auténtico posible. Es verdad que
ese es el camino más largo, pero a la vez es el más reconfortante cuando se
empiezan a recoger los frutos", dice Fortes.
Y parte del resultado de esa siembra la obtuvo el
pasado domingo en Madrid, cuando cortó una oreja de ley a un toro nada claro de
Victorino Martín, aunque después acabara cerrándose la Puerta Grande al marrar
con la espada otra notable faena al segundo de su lote.
"Fue una tarde de mucha emoción y
satisfacción personal, aunque 'pinchara' al sexto. Sé que esto de la espada
forma también parte del aprendizaje y sé también que gracias a haber fallado
como lo hice la próxima vez me tiraré a matar con mayor determinación",
asegura el malagueño.
"Lo importante -añade- es que la valoración
de la afición ha sido unánime. Es estremecedor ver la plaza de Madrid, con
14.000 personas ahí metidas, disfrutando de una faena con mucha vida, mucha
alma, llena también de imperfecciones pero, a su vez, con mucho sentimiento y
con momentos creo que excelentes".
Y eso que tuvo que bregar también con el viento,
un hándicap que, sin embargo, no le hizo volver la cara en ningún momento a la
situación.
"No estaba dispuesto a dejar que el viento
echara al traste con la tarde. Había que ponerle cabeza, y, aunque había
momentos que el toro estaba para 'crujirlo', era preferible parar y volver a
ponérsela (la muleta) y esperarle para embarcarlo y acabar logrando naturales
de ensueño, de esos que pegas a dos por hora y pasándote al animal por la misma
barriga", asegura.
Porque si hay algo que tiene Fortes que le otorga
un sello de distinción es arrestos a raudales, lo que le ha llevado a pagar el
peaje de la sangre en numerosas ocasiones y a tener su joven cuerpo de 28 años
cosido de arriba a abajo; cornadas que le han valido, como él asegura, para
hacerse "más fuerte", especialmente las dos que sufrió en el cuello
en Madrid y Vitigudino (Salamanca) en 2015.
"Cuando vienen momentos de tanto dramatismo
tienes dos opciones: o sacar conclusiones valiosas para seguir adelante o huir
y tratar de olvidar. Para mí, aunque suene raro, ha sido de lo mejor que me ha
podido pasar, especialmente la tarde de Vitigudino, porque me dio la
oportunidad de aprender a disfrutar de los momentos que te da la vida, de saber
qué hago aquí. Mi gran cambio ha sido más como persona que como torero",
desvela.
Una metamorfosis que espera seguir demostrando con
sus siguientes actuaciones, especialmente importante la del próximo día 20 de
mayo en la Feria de San Isidro con la corrida de Pedraza de Yeltes.
"Si Dios quiere iré con la misma idea. Empecé
el año sin nada tangible y así sigo. Necesito más golpes en la mesa para
demostrar que lo del domingo pasado no fue casualidad de un día. Tengo mucha fe
en mí y en mi apoderado (Nacho de la Serna). No buscamos contratos ni miramos
la cuenta corriente, solamente queremos sacar el mejor torero que llevo dentro.
Y estamos en el camino", añade. / EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario