lunes, 2 de abril de 2018

Críticas a los antitaurinos en el pregón inaugural de la temporada en Sevilla

La temporada taurina de Sevilla, una de las más importantes de España, se inauguró hoy con el pregón del escritor español Idelfonso Falcones, un texto que estuvo centrado en las críticas a los antitaurinos y los elogios al toro bravo.

El acto, organizado por la Real Maestranza de Caballería en colaboración con el Ayuntamiento de Sevilla, se celebró en el teatro Lope de Vega de la capital andaluza, horas antes de la primera corrida en la que los diestros Antonio Ferrera, José María Manzanares y Andrés Roca Rey lidiarán toros de Victoriano del Río.

Los pasodobles "Nerva" y "Dávila Miura", interpretados por la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, dieron paso al discurso de a Falcones (Barcelona, 1959), quien calificó su intervención de "temeraria" por atreverse a hablar de toros en Sevilla, "cuna de la fiesta moderna".

Falcones, autor del libro superventas "La catedral del mar", retrocedió a su niñez, a la memoria de las dos plazas en la ciudad de Barcelona, donde se prohibió por ley el toreo en el año 2012, aunque una sentencia del Tribunal Constitucional español la declaró nula cuatro años después, algo que "no ha modificado la realidad que se vive en Cataluña: seguimos sin toros", dijo.

También recordó la afición compartida con su madre, afirmando que el universo taurino se vincula a los "recuerdos de personas queridas entrelazados con tardes gloriosas".

Falcones lamentó que en la actualidad tenga que vivir su afición lejos de Cataluña, una parte de España "que por más empeño que pongan algunos, ya celebraba festejos taurinos en la Barcelona del siglo XIV y no por un rey basto, guerrero, sino Juan I, intelectual, mecenas, amantes de las letras y la poesía".

El novelista declaró que "la liberación animal y el fin de su sufrimiento están considerados desde los grupos políticos y filosóficos afines como una de las causas que ocupará -y parece que eso se está produciendo- un lugar en las reivindicaciones sociales del siglo XXI".

"Los animalistas no sólo encarnan el bien común, esa idea indiscutible, sino que se imputan la representación de la mayoría social promoviendo la tensión pública, el rencor contra la casta. Siempre hay que elegir enemigo, en este caso un colectivo que encuentra arte y sentimiento en las corridas de toros", dijo.

El pregonero defendió que "el toro es bravo no sólo porque animal y ganadero cumplen los requisitos reglamentarios sino porque lo demuestra en la plaza".

Se preguntó por la preferencia de un toro bravo: "¿Morir en un matadero como los mansos o hacerlo peleando en la plaza de la que además algunos, los mejores, salen vivos?"

"El toro bravo está destinado a luchar o ser sacrificado, nadie va a alimentarlo sin la contrapartida de un rendimiento", afirmó el escritor. "Nadie, ni los ganaderos ni el Estado ni los animalistas ni los abolicionistas", subrayó.

Falcones concluyó dedicando su texto a los toros bravos y citó los nombres de todos los animales que habían merecido el perdón en la plaza de la Maestranza de Sevilla.

"Dos de ellos lo fueron en una tarde como la de hoy, la del Domingo de Resurrección, un día propicio para que se repita la gesta del toro bravo que sortea la muerte mostrando su casta y su trapío". / EFE

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