domingo, 1 de abril de 2018

ENTREVISTA - Manzanares, en Resurrección: "Busco la esencia del toreo, que se ha perdido"

Afronta la gran cita de Resurrección en 'su' Maestranza con ilusión y el peso de la responsabilidad asumido. *** Con Antonio Ferrera y Roca Rey como compañeros, es el torero 'sevillano' de un cartel sin sevillanos. 
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Diario EL MUNDO de Madrid

Ya es hoy Domingo de Resurrección, la gran cita del toreo, la corrida señera con la que despierta la temporada en Sevilla. José María Manzanares afronta el compromiso cargado de ilusión, asumida la responsabilidad, vencidos pero latentes los miedos. Conoce la gloria en su albero, la Puerta del Príncipe tres veces rendida, el cariño de la afición y las expectativas depositadas en sus muñecas. Sabe de la exigencia de la plaza que aprendió a amar desde niño. Y de todo ello habla como la viga maestra que es, otra vez, del año en la Maestranza. Cuatro tardes le esperan. Entre el silencio de los siglos de piedra y el rumor de los vencejos.

- ¿Cómo vive el compromiso de Resurrección tras tanto tiempo de idilio?
Siempre que toreo en Sevilla lo vivo de una manera especial. Hasta el punto de que todos mis pensamientos de la preparación en invierno se dirigen a abril. Es la plaza más importante de mi carrera. Donde empezó todo. La que me lo dio todo.

- En el cartel -Antonio Ferrera y Roca Rey- no hay ningún torero sevillano. Tal circunstancia no se daba desde hace 16 años: Paco Ojeda, José Tomás y El Juli. ¿La ausencia de Morante agrava su responsabilidad como torero sevillano de adopción que es?
Es verdad que lo soy. Quizá la responsabilidad recaiga ahora más en mí. La tomo con ilusión. José Antonio es de verdad de Sevilla. Un torero grandioso. De los necesarios. Que no esté en abril es una pena. Torearemos juntos en San Miguel.

- Hablemos de sus rivales.
Es un cartel muy atractivo. En lo personal, además, con Antonio me une una gran amistad. Tenemos recuerdos muy bonitos desde que éramos niños, cuando él quería ser torero y a mí aún ni se me pasaba por la cabeza. Él estuvo en casa, muy en contacto con mi padre desde que tenía 13 ó 14 años. Se ha ganado estar en Resurrección por méritos propios y por su forma de sentir el toreo. De Andrés no hay nada que decir. Viene arrollando y la gente lo quiere ver.

- Afloran en la madurez de Ferrera, en su estado de gracia, en su cadencia, cosas de su padre. ¿Lo ve así?
Sí, sí. Hay muchos gestos parecidos tanto en su forma de torear como en su manera de ser. Hablo de gestos concretos. Para nada voy a negar las semejanzas. Yo, que soy su hijo, reconozco que me recuerda, así, sutilmente. Pasaron tanto tiempo juntos que se alimentó de su tauromaquia. Papá le quería mucho.

- ¿Cuando hace el paseíllo en la Maestranza vuelve el recuerdo de aquella tarde de 2006 en la que le cortó la coleta al pater et magister?
Continuamente. Fue quien me transmitió el amor por Sevilla. Desde pequeño. Su sueño era que yo entrase, como él, en esta plaza. Fue de las cosas más grandes que pudieron suceder en su carrera. Y no cabe duda de que en la mía también.

- Perdido el referente de su padre, me cuentan que habla con viejos maestros como Emilio Muñoz o Paco Ojeda. ¿Qué busca en ellos?
Lo que es el toreo en su esencia, lo que toda la vida ha sido. Lo que creo que hoy en día se ha perdido: el respeto, la personalidad y vivir el toreo como ellos. Me han ayudado muchísimo. Es el mismo idioma que hablaba con mi padre y que no puedo tener con muchos compañeros. Son conversaciones más emocionales, más de sentimiento, más de torero a torero. Revivo la educación que mi padre me dio. Echo de menos todo aquello. Todo es para mi evolución y mi crecimiento. Me siento muy orgulloso de que hayan compartido conmigo su sabiduría y su cariño. Aunque me exigen muchísimo. Pertenecen a una época muy diferente a la que vivimos.

- ¿Quizá mejor?
No lo sé. Había más autenticidad y personalidad. Hoy todo es más parecido.

- Lo dice quien siempre ha gastado un sello y un empaque muy marcados.
He procurado no salirme del camino que me inculcaron. En las tardes mejores y en las peores, siempre he sido fiel a mí mismo.

- ¿Y cómo encaja que Muñoz u Ojeda le digan, por ejemplo, que hay que hundirse más con los toros o vaciar el muletazo?
Lo acepto, lo asimilo y lo agradezco. Pero lo hago con toreros que respeto.

- Volvamos a Resurrección. En las primeras ferias acusó el parón, o esa impresión me dio, de tantas lesiones en los últimos tiempos (un fuerte esguince de la rodilla en diciembre, la intervención de cervicales que en agosto le obligó a cortar la temporada). ¿Llega a Sevilla en plenitud física?
Sí que es cierto que en Castellón y en Illescas la sensación fue rara. Faltaba el rodaje de estar ante el público. Ha sido mucho tiempo alejado del circuito. Lo importante es que ya en Valencia me encontré mejor. Cuando vuelves, valoras lo que es torear a diario.

- ¿Faltaba el ritmo?
Más que un problema de ritmo o físico, es una cuestión mental. De confianza.

- ¿Y le da confianza la corrida de Victoriano del Río? En su haber están hitos de su trayectoria como las cuatro orejas de Sevilla en 2012 o el toro 'Dalia' de Madrid en 2016.
Victoriano tiene una ganadería con una regularidad brutal. Eso no quiere decir que sea un toro fácil. Hasta el bueno es exigente. En mi carrera, como dice, ha sido muy importante.

- Ojalá podamos vivir una tarde interesante.
Ojalá.

PREVIA DE RESURRECCIÓN
Todos los datos y curiosidades del Domingo que siempre fue de Romero

Curro Romero toreó 23 Domingos de Resurrección. De manera ininterrumpida -salvo en el 92- de 1981 al 2000, fecha de su retirada. Más los años 1969, 1970, 1978 y 1979. Curro le dio categoría a una cita menor. Hasta su llegada, festejo telonero (de la Feria de Abril) le llamaban. Tras Curro, el torero que más veces ha actuado en Sevilla el Domingo de Pascua ha sido Juan Antonio Ruiz 'Espartaco' (11 tardes). Morante de la Puebla (10), Enrique Ponce (8), El Juli (7), José María Manzanares (8).

Resurrección siempre ha sido una fecha clave pero reacia al triunfo: en 77 tardes -desde 1940- se han cortado 60 orejas. Espartaco abrió la Puerta del Príncipe dos veces -la última sólo con dos orejas- (en 1990 y en 2015); también lo hicieron en este día José Tomás (2001), El Cid (2005) y El Juli (2013).

Espartaco lidera el escalafón de trofeos en Resurrección con 9 orejas seguido de El Juli con 6. Curro ha sido padrino de alternativa en ocho ocasiones en Resurrección. La ganadería que más ha lidiado en esta fecha fue Torrealta con 18 corridas.

Desde 2002, con Paco Ojeda, José Tomás y El Juli en el cartel, no se daba una apertura de la temporada en Sevilla sin un torero sevillano en la combinación.

Antonio Ferrera va a torear por primera vez el Domingo de Resurrección en Sevilla desde que tomó la alternativa hace más de 20 años (Olivenza, 2 de marzo de 1997.

Es la primera oportunidad para Manzanares para empatar en Puertas del Príncipe con El Juli y El Cid. El alicantino lo ha logrado en 3 ocasiones: 2011 (4 orejas e indulto a Arrojado) y dos más en 2012.

Roca Rey fue el único matador que el año pasado cortó dos orejas a un toro en la Maestranza. Precisamente de Victoriano del Río (Toros de Cortés), que debuta en un Domingo de Resurrección.

Manzanares abrió la Puerta del Príncipe con los toros del ganadero de Guadalix en 2012 (4 orejas). Sin embargo, Roca Rey domina claramente los duelos el alicantino en plazas de primera categoría: 10 trofeos frente a uno en ocho tardes.

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