Además de Mejor Estocada de ciclo
Jesús Enrique Colombo ha dejado muestra de su gran momento. Esperemos que en la Feria del Sol le embista un toro como Dios manda. Foto: Ender Guerrero |
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Un nombre propio ha tenido la edición 54ª de la
Feria de San Sebastián. Y ese lo ha sido el diestro taribeño Jesús Enrique
Colombo, quien se ha convertido en el gran triunfador de la recién culminada
cita taurina sancristobalense, donde dos corridas de toros y una novillada
tuvieron lugar este pasado fin de semana.
Colombo se encerraría en solitario ante un
encierro bien presentado de San Antonio, ejemplares que en la muleta se
vinieron a menos, a tal punto de dejar en solo tres orejas el saldo orejeril de
la tarde, lo que si no hubo discusión alguna sería la entrega, capacidad y
solvencia con la que Jesús Enrique uno a uno fue despachando los ingratos
pupilos del joven ganadero Edgar Varela, quienes dejaron en ascuas lo que se
mascaba como toda una apoteosis.
Tarde donde además de los extraordinarios pares de
banderillas de Colombo en todos sus toreros, se le vio hecho un “cañón” con la
espada, en especial el volapié a «Tachirense» Nro. 75 de 470 kilos, lidiado en
segundo lugar, siendo premiada como la mejor del ciclo. Así mismo, la Mejor
Faena fue para Manolo Vanegas, la realizada al primero de su lote la tarde del
viernes 26, de nombre «Espejo» de Rancho Grande. El Mejor Toro fue el lidiado
la tarde del sábado 27 en quinto lugar, de nombre «Atrevido» Nro. 76 de 440
kilos del hierro de San Antonio, así como la Mejor Ganadería fue considerada
Rancho Grande, lidiada la tarde del viernes. El Mejor Picador, sin duda alguna
fue José Gregorio Prieto, por el par de puyazos la tarde de la encerrona
ofrecida al 3º y 4º toro de lidia, todo un poema en su ejecución, como de la
misma manera la labor como Mejor Subalterno para el veterano Gerson Guerrero.
Los apartados a Mejor Par de Banderillas y Mejor
Novillero ha sido considerada por el palco presidencial a cargo del Abogado
Fidel Sánchez, desiertos, lo que no se ajusta pues hubo pares de gran mérito y ejecución.
Queda sellada una edición con bastantes
dificultades en su organización y desarrollo por elementos externos al lio del
toro. Esperemos que para le edición del 2019 podamos disfrutar de la recuperación
de un ciclo taurino de suma importancia para el resto de la exigua campaña que
se nos presente a futuro. El optimismo es lo último que perderíamos.
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