CIUDAD
DE MÉXICO, CDMX. Domingo 14 de enero (Especial).- Ocurrió la décima
corrida de la Temporada Grande Internacional 2017-2018, novena del abono en la
Monumental Plaza México, en la que el triunfador resultó ser el espada
badajocense José Garrido al cortar la única oreja de la función a base de un
toreo firme y artístico, de buena exposición. Sus alternantes, Ignacio Garibay,
a pesar de su voluntad, se estrelló con lo malo de su lote. Y el confirmante Diego
Sánchez dejó una más que grata impresión y más para volverlo a ver en este
coso.
Ante una mala entrada en tarde fría, se lidiaron
seis ejemplares de la dehesa mexiquense de Arroyo Zarco, que no dieron el juego
que se esperaba. Si acaso, el único que se dejó fue el corrido en tercer lugar.
El espada aguascalentense DIEGO SÁNCHEZ, quien en
el toro que abrió plaza confirmó su doctorado, de nombre “Brillante”, marcado
con el número 230, con 477 kilos, de la dehesa titular de Arroyo Zarco, que le
cedió su padrino Ignacio Garibay ante la presencia del badajocense José
Garrido, lanceó bien a la verónica y mejor se vio en un vistoso quite por
chicuelinas. Con la muleta, tras brindarle a su padre Luis Fernando y su tío
Juan Carlos, ambos toreros retirados, hizo una faena con buen trazo y reposo
por derechazos hasta en tres tandas. Con soltura y serenidad toreó por
naturales por medio de dos tandas. De nuevo por el pitón derecho y poniéndose
por encima de la condición del toro que fue a menos le endilgó otros dos grupos
de muletazos y acortando distancias. Hizo el toreo en redondo y labor de aliño
para matar de estocada entera para ser ovacionado.
A su segundo, el que cerró el festejo, que de
salida saltó al callejón, ya de nuevo en el ruedo, Diego nada le hizo con el
capote. El varilarguero Juan Cobos sufrió un tumbo sin consecuencias. Ya con la
tela escarlata, Sánchez ante las nulas posibilidades que le dio el burel, no
sin antes intentar el lucimiento, terminó por abreviar. Mató bien y se le
aplaudió el esfuerzo.
En el primer astado que le tocó en suerte, el
diestro mexiqueño IGNACIO GARIBAY veroniqueó con clase y arte. Luego del
segundo tercio se desmonteró el subalterno Diego Martínez. Su quehacer de
muleta, después de un comienzo muy torero y caminándole del tercio a los
medios, se dio torear por ambos lados con evidente oficio y chispazos artísticos
debido a la poca colaboración de su antagonista. Sin embargo, a base de
insistirle le sacó derechazos de mucho mérito. El toro terminó huyendo y
buscando el refugio de las tablas, zona a la que fue Garibay para todavía
sacarle momentos de mérito. Terminó de pinchazo y estocada desprendida para ser
ovacionado.
Al segundo en su haber esta tarde, Ignacio poco
pudo hacer con el capote. Su labor de muleta, a un ejemplar complicado, fue a
base de buena intención y evidente disposición por ambos perfiles. Aun así
logró algunos muletazos sueltos de aceptable factura y sobresaliendo más que
nada su firmeza y exposición. Aliñó al final para acabar de pinchazo, estocada
honda atravesada y otra entera pero que atravesó para tener silencio.
En el primer ejemplar de su lote, de nombre “Barba
Roja”, el matador extremeño JOSÉ GARRIDO jugó los brazos con buena técnica en
lances a la verónica. Con la sarga le caminó de inicio yendo de las tablas al
tercio para rematar con desdeñoso y artístico pase. A continuación le ligó dos
series diestras, destacando la segunda por su clase. Por el siniestro en otro
par de tandas logró mostrarse de maneta estupenda. Volvió al pitón derecho para
hacer el toreo en un palmo de terreno, con ligazón y de manera circular. Más
derechazos de buen gusto y engarzando sin enmendar el sitio. Joselillinas
ceñidas para abrochar el trasteo en medio del contento general. Entró a matar
para dejar una estocada trasera y tendida, siéndole concedida una oreja a
petición popular.
A su segundo, que no fue fácil, simplemente lo
bregó Garrido. Con la franela estuvo más que esforzado por las dos vías no
obstante la tendencia del astado de buscar el refugio de las tablas, por lo que
en esa zona lo siguió lidiando el extremeño para lograr algunos pases sueltos
meritorios en la mera puerta de toriles, echándole valor. Muletazos ayudados
por alto para cerrar y estar desacertado con la espada, escuchando palmas tras
un aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Arroyo Zarco, que no dieron el juego que se esperaba. Sólo el
tercero sobresalió.
Ignacio
Garibay: Ovación y silencio.
José
Garrido: Una oreja y palmas tras
un aviso.
Diego
Sánchez, quien confirmó el
doctorado con “Brillante”, número 230 y con 477 kilos: Ovación en el toro de la
ceremonia y palmas.
Décima corrida de la Temporada Grande
Internacional 2017-2018 y novena del abono en la Monumental Plaza México.
Entrada: Mala en tarde fría.
Investigadores
de la UNAM, IPN, UAM y el TEC, en la dehesa de Piedras Negras
TLAXCALA,
Tlaxcala. Domingo 14 de enero (Ángel Sainos, especial).- Esta semana
que termina como parte de un trabajo de investigación de Haciendas que se ha
elaborado por más de 30 años, un grupo de profesores de diferentes
instituciones de educación media y superior, como la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Tecnológico de Monterrey (TEC ),
interesados en temas culturales sin fines de lucro y con objetivos pedagógicos,
históricos, arquitectónicos, económicos y sociales, visitaron la legendaria
ganadería de Piedras Negras en el estado de Tlaxcala.
Este grupo de académicos investigadores del
Patrimonio Cultural de México,
encabezados por el profesor Juan Rafael González Solis, fueron recibidos en el
municipio de Tetla por el ganadero Marco Antonio González Villa, propietario de
la afamada divisa negriroja y por el también criador de reses bravas,
historiador y escritor Carlos Castañeda, además de cronista y conocedor de la
historia de esta hacienda.
En el comedor de la hacienda, el director del
Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino, Luis Mariano Andalco, les dio la
bienvenida junto con el ganadero y a continuación Castañeda les hizo una
semblanza de la historia de esta casa ganadera entregándoles material de suma
importancia para el trabajo de los académicos.
Después fueron invitados a recorrer los potreros
para observar el hábitat y condiciones extraordinarias de crianza del ganado
bravo guiados por el médico veterinario zootecnista de la casa Edmundo Espinoza
y su colega Isaac Andalco.
Finalmente se hizo una extraordinaria explicación
de los detalles arquitectónicos de algunos lugares de la Hacienda como el
panteón, la capilla y el casco principal por el profesor Rafael Solís, siendo
realmente una visita de gran alcance cultural para conocer esta ganadería.
Así pues, los visitantes compartieron el pan y la
sal con los ganaderos, a quienes se unió el extraordinario criador Antonio de
Haro, culminando de esta manera este trabajo de campo muy provechoso para el
nutrido grupo de investigadores que se mostró contento por conocer la hacienda
y la importante función del toro de lidia en la economía, tradición y cultura
de Tlaxcala.
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