jueves, 11 de enero de 2018

FERIA DE MANIZALES 2018 – NOVILLADA DE ABONO: Una tarde atroz

Bajo el aguacero la novillada, tercer festejo de la feria, comenzó con media hora de retraso, fue suspendida tras la lidia del segundo y reanudada inexplicablente veinte minutos después. Fresneda cortó una oreja del tercero y dejó vivo el sexto. Muy serio encierro de Achury Viejo.
JORGE ARTURO DÍAZ REYES
@jadi45
Foto: EFE

El errático proceder del palco se sumó al frío y al agua para en una tarde oscura y lúgubre sobre un ruedo imposible alargar un espectáculo sin razón de ser. El día había comenzado con la trágica muerte del matador manizaleño Andrés de los Ríos y la horrible tarde pareció signada por ello. 

Destacó sí, la sería presencia del encierro. Negros, armados, astifinos y veletos, denunciaban su raigambre condesa. Musculosos también y con alzada, aparentaban más peso del anunciado en las tablillas. Fieros saltaron al anegado ruedo y bajo una cortina de agua fueron por capotes petos y muletas. Más raza que humillación, más codicia que nobleza, pero repetidores y dispuestos a vender cara la vida. Todos, quizá, salvo el tercero, se apagaron en los finales cuando no se rajaron francamente, como el quinto y el sexto que terminaron atrincherados en la barrera. Su poder y acometida en los primeros tercios agregaron dramatismo.

Sebastián Cáqueza, que tiene vocación de arte quizá terminó siendo el más perjudicado por las condiciones de la tarde. La lluvia el suelo jabonoso, los trapos ensopados y el talante difícil de su lote conspiraron contra sus deseos de parar, templar y ligar. Despachó al primero de estocada limpia y al cuarto con pinchazo y un espadazo delantero y desarmado, siendo silenciado por partida doble.

Andrés Bedoya, amigo personal del suicida, quisó convertir su actuación en un homenaje a muerte. En los momentos más duros del diluvio que caía sobre la Monumental tomó todos los riesgos. Raudas verónicas genuflexas y erectas y con la muleta, derechas, ayudados, naturales y pechos, matizados con desplantes de rodillas en una brega caótica pero respetable. El paisanaje acompañaba conmovido. Se tiró con todo a las agujas y el estoque hizo guardia. Luego la hoja entró completa pero no evitó el aviso. Con el quinto que tomó dos varas, dobló hasta los medios donde la pelea se desordenó en arreos, trompicones y banderazos. Cuatro en hueso, fierrazo hondo y otro aviso

Santiago Fresneda, hijo de Gitanillo de América es diferente a su padre, pero no tanto. Heredó sin discusión su gusto por la bullición y el efecto que conectan con el püblico. Quizá lo más torero fue su quite por navarras al noble tercero, “Carabelero”. Desde ahí, la clentela fue suya. Los pases de diversa marca, dispensados a destajo y en cantidad consiguieron calentar la grada. Quizás a los puristas no. Pero el estocadón valió por sí solo la oreja. El sexto lo brindó a su padre. Venía por el triunfo redondo, mas el Rocha que tenía un altar de Corpus en la testa se aculó en las tablas y no se dejó matar.

Ya de noche la cosa terminó en un largo sainete para llevar a “Marinero” hasta el toril. La estoica concurrencia regresó mojada, aterida y frustrada, en gran parte gracias a los caprichos de su señoría.

FICHA DEL FESTEJO
Seis utreros de Achury Viejo, serios bien presentados, encastados, ásperos y de poco fondo.
Sebastián Cáqueza, silencio y silencio.
Andrés Bedoya, silencio tras aviso y silencio tras aviso
Santiago Fresneda, oreja y silencio tras tres avisos.
Incidencias: La corrida comenzó con media hora de retraso por lluvia, se suspendió tras la segunda lidia por lluvia y se reanudó veinte minutos después con lluvia hasta el final.
Martes 9 de enero 2018. Monumental de Manizales. 3ª de feria. Aguacero. Media plaza. Con picadores.

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