CIUDAD DE
MÉXICO, CDMX. Domingo 7 de enero (Especial).- La novena corrida de la
Temporada Grande Internacional 2017-2018 y octava del abono en la Monumental
Plaza México ha tenido como triunfador indiscutible al espada poblano Jerónimo
tras cortarle una oreja de ley al segundo ejemplar de su lote y haber dado una
vuelta al ruedo en su primero haciendo lucir su personal toreo. Sus
alternantes, Juan Pablo Llaguno ha estado más que esforzado pero sin fortuna en
el sorteo y el confirmante Antonio Lomelín dejó una buena impresión.
Ante una mala entrada, con agradable clima, se
lidiaron seis ejemplares bien presentados de la dehesa mexiquense de Caparica,
todos cumplidores en el caballo pero con complicaciones en general, siendo
regulares el segundo y el sexto pero sobresaliendo el corrido en cuarto lugar
que fue ovacionado en el arrastre.
En el toro que abrió plaza, el que le cedió su
padrino Jerónimo ante la presencia de Juan Pablo Llaguno para confirmarle el
doctorado al espada coahuilense ANTONIO LOMELÍN, llamado “Divino”, número 114 y
con 538 kilos, de la dehesa titular de Caparica, tuvo algunos buenos detalles
con el capote, sobre todo en su quite por chicuelinas. Con la muleta, luego de
iniciar doblándose, largó tela empeñosa por el derecho, no así por el izquierdo
siendo desarmado. Continuó por derechazos en varias series para hacerse ver más
asentado a pesar de que el toro fue a menos, incluidos algunos achuchones.
Terminó de estocada algo contraria para escuchar aplausos tras un aviso.
A su segundo, el que cerró el festejo, Antonio lo
lanceó con empeño. Con la muleta, luego de brindarle a su apoderado Arturo
Gilio, Lomelín realizó una faena intermitente, con pasajes importantes por los
dos pitones, sobresaliendo lo que hizo por el izquierdo, además de incluir
detalles de mucho valor como una ceñida seria de manoletinas para abrochar el
trasteo. Finiquitó de estocada entera y desprendida para hacerse ovacionar.
El diestro poblano JERÓNIMO en el primer astado de
su lote se recreó en estupendos lances a la verónica para rematar con soberbia
media, además de lucirse en un variado quite por chicuelinas y una tafallera.
Con la sarga, una que midió las embestidas del toro, que no eran muy fáciles,
se dio a torear por derechazos templados en dos series. Por naturales la
historia tuvo mejores tintes. A base de insistirle al capariqueño lo metió en
el engaño para torear con sabor y torerismo a través de la mano diestra en otro
par de tandas. Dos más de buena factura por el izquierdo que adornó con el
molinete invertido, el afarolado, el cambio de mano por delante y el de pecho.
Acabó de pinchazo y estocada para ser ovacionado en una vuelta al ruedo.
En su segundo, llamado “Vaquero”, volvió a
gustarse y a gustar al respetable en artísticos lances a la verónica para rematar
con brillante media. Vino un tumbo al picador y en su salida el toro arrolló a
Jerónimo sin consecuencias. Su quehacer muleteril lo brindó al director técnico
del Cruz Azul, el lusitano Pedro Caixinha, quien en su momento fuera forcado,
para empezar toreramente Jerónimo doblándose y luego recrearse en dos
excelentes tandas de derechazos, siendo mejor la segunda y sufrir un desarme.
Volvió a armar la muleta para continuar con su personal toreo diestro, templado
y largo. Por naturales no se acomodó y optó por seguir toreando con la mano
derecha, previo molinete, con lucido trazo, templanza y dimensión que remató
con macho trincherazo. Otra serie lucida y mató de estocada honda y desprendida
para que le fuera concedida una valiosa oreja.
Al primer ejemplar que le tocó en suerte, el
matador queretano JUAN PABLO LLAGUNO nada pudo hacer con el capote ante las
descompuestas embestidas de su antagonista. Con la franela prologó su labor
doblándose para seguir en una valiente serie derechista, hacer una pausa y lograr
otra de aguante por naturales a pesar de las complicaciones del astado. Con
oficio ligó otra seria diestra y por el otro perfil le sacó muletazos de mérito
pues el toro no trasmitía nada. Sin embargo, en un descuido fue empitonado de
fea manera por debajo del glúteo izquierdo para después sufrir una paliza y ya
repuesto volver a la cara del burel con valor y torerismo. Labor de aliño para
entrar a matar y dejar dos pinchazos y estocada honda y desprendida, además de
descabello para hacerse ovacionar en el tercio tras un aviso.
En su segundo, que de salida saltó al callejón y
golpeó con el hocico al monosabio Rafael Domínguez “Gamucita”, en el centro del
ruedo Juan Pablo le ligó chicuelinas y después quitó por verónicas. Su labor de
muleta a un ejemplar que no fue una “perita en dulce”, Llaguno lo toreó con
atingencia, estética y talento por ambos lados, logrando pasajes buenos además
de lucir su técnica y buena escuela para saber lidiar una res brava y con
dificultades. Concluyó de pinchazo y estocada entera para hacerse aplaudir.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de la dehesa de Caparica bien presentados, todos cumplidores en el caballo pero con
complicaciones en general, siendo regulares el segundo y el sexto pero
sobresaliendo el corrido en cuarto lugar que fue ovacionado en el arrastre.
Jerónimo: Vuelta al ruedo y una oreja.
Juan
Pablo Llaguno: Al tercio tras un
aviso y palmas.
Antonio
Lomelín, quien confirmó su
alternativa con “Divino”, número 114 y con 538 kilos: Palmas tras un aviso y
ovación.
Novena corrida de la Temporada Grande
Internacional 2017-2018 y octava del abono. Monumental Plaza México.
Entrada: Mala en tarde de agradable clima.
Los Reyes Magos
llegaron a niños en nosocomios
El reciente viernes 5 de enero, representantes de
la agrupación aquicalidense “Mujer Taurina” en coordinación con los matadores
de toros Fabián Barba y Diego Emilio, además de la novillera Ana Paola
Hernández, llevaron a cabo la ceremonia de entrega de regalos y juguetes a
niños que se encuentran internados en los Hospitales Centenario Miguel Hidalgo
y Tercer Milenio, ubicados en la ciudad de Aguascalientes, todo envuelto en el
mágico Día de los Santos Reyes.
Tal iniciativa de “Mujer Taurina” tiene como fin
provocar sonrisas a los infantes internados en los nosocomios, todos ellos de
bajos recursos y que además pasarían la noche de Reyes internados.
Dicha actividad resaltó el compromiso altruista
que tiene la Fiesta Brava con las causas sociales, por lo que al respecto los
matadores Fabián Barba y Diego Emilio, así como la novillera Ana Paola
Hernández mencionaron estar contentos con poder contribuir con esta actividad
al ver la cara de alegría de los pequeños, quienes además tuvieron oportunidad
de aprender algunas de las actividades que desempeña un torero.
Por su parte Anahís Martínez, líder de la
mencionada agrupación taurina femenina, así como Liz Martínez, integrante de la
misma, se mostraron complacidas del éxito de esta noble y emotiva causa,
resaltando la importancia de que gente del toro se involucre más en este tipo
de actividades sociales.
“La recompensa más grande fue ver las caras felices
de los pequeños al recibir globos y un pequeño regalo por esta fecha tan
tradicional e importante para ellos”, comentaron finalmente ambas aficionadas
taurinas.
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