GUILLERMO SALAS
El mexicano, Luis David Adame, fue el triunfador
de la décima primera corrida de la temporada 2017-2018 en la Monumental Plaza
México al cortar la única oreja, a base de carácter, imponiéndose a una actitud
injusta de un público que tuvo que doblegarse, mientras que sus compañeros de
terna, su paisano Diego Silveti y el peruano Andrés Roca Rey, que en dos toros
falló con el acero, se fueron de vacío.
Con una entrada de un cuarto de plaza, unas 10 mil
personas, se lidiaron siete toros de la Joya, más uno de regalo, el octavo, y
otro también de regalo de Xajay, que hizo el séptimo. De buena presencia,
estuvieron faltos de raza. Los menos malos fueron el segundo y el octavo.
Silveti, que estuvo muy por encima de los tres
toros que mató, hizo cosas de mérito, aunque sin lograr conjuntarlas. Con el
primero se vino a menos, el cuarto tampoco se dejó y el séptimo, de regalo, no
quedó a la zaga. En los tres, el torero escuchó palmas del respetable.
Roca Rey, al segundo le cuajó una faena que llegó
a la gente. Con un toreo variado, lo mató de una estocada baja y seis descabellos,
para recibir palmas. Al quinto, el peor del encierro y con peligro, el peruano,
que estuvo valiente, lo intentó y recibió silencio. En el octavo de regalo
realizó otra faena variada y sufrió una espectacular maroma, por fortuna sin
consecuencias, pero lo pinchó dos veces y todo quedó en palmas.
Adame, en el tercero, muy malo, la gente estuvo
muy dura con él, le pitaron y recibió silencio. En el sexto, salió con raza
para intentar imponerse, con carácter y torerismo. Pero tras sufrir un percance
sin consecuencias y con un gran quite que le hizo su hermano Joselito, trasteó
con sello, para matar de estocada y descabello. Recibió una oreja ganada con
toda ley y dejó mudos a sus enemigos gratuitos. / EFE
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