¿Y el público taurino dónde está?

Amigos de la Fiesta Brava, mucho gusto en saludarlos. La actual Temporada Grande Internacional 2017-2018 en la Monumental Plaza México ha llegado a la realización de diez corridas, bajo la empresa “TauroPlaza México”, una de ellas fuera del abono o extraordinaria pues fue a beneficio de los damnificados por los sismos de septiembre pasado y de carácter Guadalupano.

Una decena de festejos mayores cuando faltan por montarse cinco más hasta el domingo 11 de febrero, incluidos los dos del LXXII aniversario del gran coso de Insurgentes, en los que el resultado artístico ha sido más que bueno pues en esas diez funciones se han cortado hasta 18 orejas, resultando hasta ahora máximo triunfador el tlaxcalteca Sergio Flores al llevar obtenidos tres apéndices, seguido del valenciano Enrique Ponce y del aquicalidense Joselito Adame, con dos cada uno.

Pero lo que si preocupa es la asistencia del público a los tendidos de la Monumental Plaza México. ¿Dónde está el público que, supuestamente, ama y defiende a su espectáculo favorito? Su cada vez más notoria ausencia ¿a qué se debe? ¿Qué está pasando con la afición taurina? ¿Es una forma de protestar por algo?

Por aquí y por allá se leen y se escuchan argumentos como el que al elenco torero le faltó mayor variedad, que debieron haber estado incluidos otros toreros así como otros que sobran en el mismo.

Igualmente se han volcado expresiones relacionadas con el juego y la presencia del ganado que, en comparación con la anterior campaña, en alguna proporción si registró una baja. Por ahí se maneja que haya mayor variedad en el juego de las más de doscientas ganaderías que hay en el país.

¿Ha habido falta de entrega por parte de los toreros actuantes que no provocan al público a meterse a la plaza?

Lo cierto es que la propia empresa de la Monumental Plaza México, una vez que concluya la actual temporada, tendrá que hacer un profundo análisis para saber qué es lo que está pasando pues en lo que va de ésta, la mejor entrada se ha registrado en la corrida Guadalupana, fuera de abono y a pesar de haberse mancillado la historia del coso con estúpidas imposiciones y le sigue en volumen de entrada la del festejo mayor inaugural pues las demás han sido tristes en lo que a la respuesta del respetable se refiere.

Pero el malestar en los aficionados, si es que lo hay, no solo es en el enorme embudo taurómaco de la colonia Noche Buena ya que en las plazas de toros de la provincia, con carteles más que atractivos, de igual forma no responden al llamado y ello trae como grave consecuencia que el número de festejos en toda la geografía taurina de la República Mexicana baje peligrosamente año tras año.

Lo cierto es que la Fiesta de los Toros, la que nos corresponde, si ya tiene a los anti taurinos fregando todos los días, al interior de nuestro espectáculo favorito existen muchos que se dicen taurinos y no hacen más que echarle más estiércol creyendo de manera equivocada, con su falsa verdad, que así están ayudando a la Fiesta Brava.

Así que estoy cierto de que deben existir otras vías por las cuáles buscar la mejora del espectáculo taurino, empezando por abrir más el número de toreros y de las ganaderías del país, por ello de ahí que les recuerde que “cuando la inteligencia humana y la irracional belleza animal se conjugan en la arena ¡surge el toreo! Arte y bravura en escena”.