JORGE ARTURO
DÍAZ REYES
@jadir45
“El Gallego Blanco”, periodista vitalicio de
amplio espectro, gran socarrón y querido amigo; perdido para siempre hace siete
años, decía refiriéndose a la crítica taurina —en esto hay dos maneras de
valer, hacerse coger miedo o respeto. —La otra vía es convertirse a rey de
burlas, pero eso no es valer.
Algunos optan por lo primero, el oportunismo, la
intimidación, el matoneo, ya que lo segundo, la dignidad, les resulta largo,
difícil y hasta imposible de alcanzar. Atacar puntos débiles, aplicar golpes
bajos, descalificar a destajo. Prodigar mala leche. Tácticas ruines pero
fáciles para poco dotados aspirantes a macho alfa de la manada. Curso rápido y
barato de cómo intentar serlo en tres lecciones.
Caerle al caído, patearlo en el suelo y rugir por
el triunfo. Cuánto más indefensa la presa, más fácil. Astucia depredadora.
En estos tiempos, cuando la fiesta debilitada por
sus males internos y enemigos externos amenaza entrar en fase terminal, está
más a tiro de ser tomada por víctima propiciatoria, sufrir dentelladas feroces
y ser pasto de crítica destructiva. Sí.
Pero, por otro lado, la crítica acrítica que tapa
los errores, ignora las causas de la crisis y evade los diagnósticos evidentes,
también se hace cómplice del desastre y termina en comparsa tragicómica, sin
siquiera la simpatía de los que pretende servir o adular.
Quienes aman la tauromaquia, sus dolientes
auténticos, en su atribulación pueden ser confundidos por unos y por otros. Por
quienes buscan medrar con su desgracia y quienes les hacen el juego a los
causantes de ella.
En estas condiciones lo peor para el paciente es
la desesperación. Dejarse recetar u operar del que más gruña o el que más
sonría. Hay que mantener la objetividad, la mesura, la prudencia y sobre todo
la dignidad.
Cuando las cosas van mal en la casa, no es buena
idea incendiarla. Protegemos lo que nos es caro. Corregimos con ilusión lo que
queremos. Construimos, como lo hacemos con los hijos. Sin odio, sin sesgo, sin
complicidad y con respeto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario