JOSÉ LUIS
BENLLOCH
@JLBenlloch
No podíamos acabar el año en paz. Ni ilusionados.
Ni optimistas. Les revienta. Les altera el resentimiento personal. Les
enfurece. Es evidente. Por si acaso nos hacíamos ilusiones con la asistencia de
público a las últimas ferias o los récords de festejos populares o con el nuevo
reglamento de la Comunidad Valenciana que permitirá torear en las calles
haciendo bueno un viejo anhelo, llega la directora de la no nata y, vistas las
primeras señas, sectaria televisión autonómica valenciana, la rebautizada À Punt,
y dice que de toros ni muestra. Que en la futura programación de su tele, la
que se suponía de todos los valencianos, aparecerán las tradiciones y las
fiestas de nuestros pueblos pero de toros nada de nada. Res, en valenciano. Res
de res. Como si los toros no existiesen, como si no fuesen tradiciones, como si
no fuesen fiesta, como si no fuese de nuestras gentes, en realidad como si
fuesen, toros y toreros, unos apestados.
Lo ha dicho casi a la vez que fuentes de la propia
Generalitat y del gobierno que le ha nombrado, ha hecho públicas unas cifras
memorables, las mismas que les comentaba la semana pasada en esta misma
columna: 9.709 funciones, lo que equivale a otros tantos permisos y las
correspondientes tasas, timbres e impuestos directos e indirectos abonados a la
administración como establece la ley, porque los toros son una actividad
económica y cultural legal con todos los derechos que se desprenden de ello.
Número de funciones que suponen un récord de festejos nacidos de la iniciativa
social, subvencionados directamente por los propios ciudadanos que les dedican
tiempo, dinero, imaginación, para adaptarlos a los tiempos, mejorar el trato a
los animales, disminuir los riesgos humanos, todo ello con la particularidad de
producirse en paz, sin necesidad de que sean declarados partidodealtoriesgo, ni
de horas extras de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado... En realidad
boberías, nada que le importe a la señora en cuestión, Empar Marco se llama, no
hace tanto corresponsal en estas tierras de la nada ejemplar TV3. Todo se
explica.
Horas después el Consejo Rector, ante el bolinche que ha
formado la señora Empar, ha salido al paso asegurando que sí tendrá en cuenta
els bous al carrer. Siguen añadiendo semejanzas al proceso de Cataluña contra
los toros, allí también hicieron marcha atrás con els correbous
Como no le gustan los toros, como los tienen
catalogados como elemento identitario, como consideran que cada
desconsideración a la Tauromaquia es una patada en el sentimiento de tantos y
tantos miles de valencianos y españoles, como cree que eso alimenta su
currículo y mejora su grado de progresía, no piensa dar toros. Una manera como
otra de joder, igual es lo que buscan, a falta de capacidad creativa, joden. En
lugar de estabilizar los planes de educación, mejorar el tráfico, fomentar
riqueza, en lugar de prevenir incendios, atajar la violencia de género… Joden.
Es instintivo. Por cierto, ese dato curricular de la señora en cuestión que le
liga a la TV3 como mayor experiencia profesional enlaza el problema
directamente a la cuestión catalana, con su manera de hacer, tan nefasta, tan
de actualidad, con tantos riesgos de contagio, tan experimentada en Valencia
donde durante tantos años la sufrimos y la dejamos escapar camuflada bajo la
etiqueta de progresía cuando en realidad era/es sectarismo. Es muy evidente,
tomen nota, defendámonos, lo de ahí arriba se contagia. A la señora no le
gustan los toros, seguramente no ha necesitado ni ir a una corrida para
saberlo, así que no habrá toros. Jódanse. Jodámonos. O eso quieren.
Horas después de semejante boutade el Consell
Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, ante el bolinche
que ha formado la señora Empar ha salido al paso en un intento de apagar el
incendio asegurando desde la más solemne ambigüedad que sí tendrá en cuenta els
bous al carrer en sus retransmisiones. Sin quererlo siguen añadiendo semejanzas
al proceso de Cataluña contra los toros, allí también hicieron marcha atrás con
els correbous. Sigo. De els bous a la plaça el Consejo Rector no ha dicho nada
que la contradiga, diría que no ha habido noticia que en este caso es la peor
de las noticias, como si no supusiesen un impacto económico en la ciudad de un
pico de millones, como si los partidarios de esta modalidad de tauromaquia
fuesen menos o no coincidiesen con los de la anterior, como si no fuesen
cultura reconocida por la Constitución Española como arte o quizá por eso mismo
o quizá porque sus partidarios han protestado menos o quizá porque se quieren
tragar por dosis la patata caliente que ellos mismos han generado desde su
sectarismo. Una cosa es evidente, no quieren toros, quizá traguen, pero será a
regañadientes, contra sus principios, mientras no tengan otro remedio, a estas
alturas, no han comenzado, y ya se les ha visto el rabo. / Redacción APLAUSOS
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