"...La
filosofía animalista está en contra de la cosmovisión..."
ANTONIO
CASANUEVA
Al igual que la batalla que se libró en 1862 entre
el ejército mexicano al mando de Ignacio Zaragoza, y del Segundo Imperio
francés, dirigido por el conde de Lorencez, la lucha que se lleva a cabo en
Puebla en el 2021 entre taurinos y animalistas, tiene mucho más fondo del que
podría parecer.
La de 1862 estaba enmarcada tanto en una compleja
estrategia geopolítica internacional, como en conflictos internos entre
juaristas y conservadores. En medio de la pandemia, grupos internacionales
intentan aprovecharse de la débil situación de los mexicanos para darle un
golpe a los valores judeocristianos.
¿Qué tan importante es la tauromaquia en Puebla?
¿Amerita el despliegue de los recursos que están llevando a cabo organismos
extranjeros? Ante los problemas de inseguridad, salud y economía que vive la
ciudad, ¿merece la pena que el cabildo dedique horas de debate y análisis para
evaluar si deben o no prohibir las corridas de toros?
De acuerdo con datos proporcionados por Jaime
Oaxaca, del 2015 al 2019, entre corridas de toros, novilladas y festivales, se
llevaron a cabo menos de 50 festejos taurinos en Puebla. "El
Relicario" tiene un aforo para cinco mil aficionados, es decir, a lo largo
de cinco años, hubo menos de 150 mil personas en los tendidos de una plaza de
toros en Puebla.
Como lo hemos explicado con anterioridad, somos
unos cuantos locos los que nos emocionamos con una media verónica y no le
hacemos daño a nadie. ¿Por qué nos atacan con tanta virulencia?
Hay asociaciones "pequeñas" como In Defense of Animals o Animal Equality
con más de 3 millones de dólares de presupuesto o, algunas más grandes como
PETA (People for the Ethical
Treatment of Animals), que cuenta con más de 56 millones anualmente y
qué decir de los más de trecientos millones de dólares de American Society for the Prevention of Cruelty to Animals.
¿Por qué fundaciones anglosajonas dedican millones
de dólares (incluidas dádivas a políticos) para destruir la tauromaquia?
Está claro que el enemigo del animalismo no es la
tauromaquia o, mejor dicho, no es únicamente la tauromaquia sino todas las
tradiciones en las que el ser humano está en el centro. La filosofía animalista
está en contra de la cosmovisión basadas en el pensamiento de filósofos como
Aristóteles, Santo Tomás de Aquino o Immanuel Kant y pretende destruir las
religiones monoteístas como el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam.
Los animalistas, como lo explica Paloma Ramírez, "son manipuladores solventes que
escogen bien a su víctima" (Mural, 2 de noviembre 2019). Aunque el
objetivo real es acabar con los valores judeocristianos, no se les verá
manifestándose afuera de la Basílica de Guadalupe por el sacrificio del Cordero
Pascual. Tampoco se les suele ver protestando afuera de productoras de carne
que sacrifican más reses en un día que los que podrían matar todos los toreros
en activo en toda su vida.
En octubre del 2019 grupos de animalistas salieron
a festejar que se había prohibido el consumo de foie gras en Nueva York. Al respecto, Paloma Ramírez escribió:
"Como
era de esperarse, el enemigo vencido era un grupo minoritario y de poca monta,
integrado por chefs de restaurantes exclusivos, comensales que podían pagar por
menús rebosados con delicatessen y por los criadores de los patos o gansos.
¡Menuda victoria!
"Estos
animalistas pendencieros y voraces suelen alimentar a sus simpatizantes con
estofado de patrañas. Presumen sus grandes hazañas, cuando éstas sólo sirven
para poner en descanso la consciencia de su séquito, quien se siente tranquilo
momentos antes de hincarle el diente a los muslos que tiene frente a sí" (Ibídem).
Lo que no se esperaban los animalistas, era la
resistencia de los taurinos de la Angelópolis. Y así como en 1862, zacapoaxtlas
y nativos de Tetela de Ocampo (tierra que más tarde viera nacer a Joselito
Huerta) defendieron la región de los invasores, cientos de poblanos se han
manifestado para salvaguardar sus tradiciones, valores y su libertad.
Pero hay que ir a más.
Como lo explicó Horacio Reiba en este mismo
espacio, es la oportunidad de promover el reconocimiento de la tauromaquia como
patrimonio cultural inmaterial y de esta manera defender el derecho de las
minorías. Y no sólo en el municipio de Puebla, sino en otras ciudades tan
taurinas como Teziutlán.
No nos cansaremos de decir que nuestra defensa es
mucho más trascendente. Por eso es tan importante la "batalla de
Puebla". Lo que está en juego no es sólo el toro de lidia, ni siquiera la
fiesta brava. Al defender la tauromaquia, luchamos por preservar las
tradiciones greco-latinos y los valores judeo-cristianos que son la base de la
sociedad occidental. Queremos salvaguardar nuestro derecho a ser distintos unos
de otros.
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