“Hubo muchos empresarios que se taparon, algunas
figuras que no quisieron torear para no bajar su caché. Ahora parece que han
reaccionado y piensan que si volvemos a estar escondidos, lo estaremos por
mucho tiempo”, se sincera el ganadero en una entrevista sin tapujos sobre la
situación del campo bravo.
Adolfo Martín es uno de los protagonistas que
analiza la situación de la cabaña brava en el reportaje de campo firmado por
nuestro compañero Jorge Casals en la revista APLAUSOS Especial Temporada 2020
que ya está en todos los quiscos. Su testimonio es desgarrador y un claro
ejemplo de la difícil situación por la que están atravesando los ganaderos, los
grandes damnificados de esta pandemia.
Le esperaba un principio de temporada apasionante
con grandes compromisos que se truncó de inmediato. Superó el coronavirus y
después de 40 días sin visitar la finca, cuando ya pudo poner pie en Los
Alijares tomó una decisión clave para la supervivencia de la ganadería: “Salió
hierba hasta en los tejados y eso nos dio muchísima vida, ya que tiramos los
cuatreños al campo, por lo que hubo un ahorro en pienso. Cuando uno tiene una
ganadería tan buena en pastos, en situaciones así el ahorro económico es vital.
Gracias a ello hemos aguantado”, expone Adolfo.
Soltó al campo unos 70 toros, la camada de
cuatreños, salvo las corridas que tenía cerradas para algunas ferias, que
siguen todavía apartadas en sus respectivos cercados: “Ahí está la de la
reaparición de Talavante en Madrid, que es un corridón de toros; es de las
corridas más serias y fuertes que he tenido, y muy buena, baja. Los tres toros
que había apartados para la reaparición de Talavante en Arles siguen ahí. La
corrida reseñada para Mont de Marsan, que la iban a matar Emilio de Justo y
Castella, también permanece en su cercado”, explica.
Adolfo fue uno de los que pudo lidiar en tiempos
de pandemia. De hecho, sus toros fueron los primeros que pisaron una plaza tras
el confinamiento. “Yo estuve en contra desde el minuto uno de esa postura
conservadora de no dar toros, había que mantener la Fiesta viva. Hubo muchos
empresarios que se taparon, algunas figuras que no quisieron torear para no
bajar su caché. Ahora parece que han reaccionado y piensan que si volvemos a
estar escondidos, lo estaremos por mucho tiempo”.
Adolfo se emociona al recordar al compañero Borja
Domecq y saca a colación en la entrevista una reflexión que mantuvo con el
ganadero gaditano sobre el futuro de la ganadería: "¿Nos hipotecamos los
ganaderos hasta los ojos? Entonces el paso siguiente si vienen malos tiempos ya
sería la ruina. Yo quiero mucho a la ganadería, pero por ella no quiero
arruinar mi vida, por eso hay que buscar muchas alternativas para sacarla
adelante”.
Sus planes para esta temporada, las duras medidas
que está tomando en tiempos tan difíciles, las corridas que tiene preparadas en
el campo así como las fotos de los toros que siguen sin lidiarse y que lucen un
excelente trapío, lo puede disfrutar en un amplio reportaje en la edición
impresa de APLAUSOS, un número de colección imprescindible para cualquier
aficionado. / Redacción APLAUSOS
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