“Si
llego a saber que el año es así, si hubiera quitado todos los animales a
principio de año, me habría ahorrado mucho dinero”, afirma el ganadero
salmantino
JORGE
CASALS
Redacción APLAUSOS
Justo Hernández, propietario de Garcigrande, una
de las ganaderías punteras del momento, se sinceró en el reportaje ¡SOS!
publicado por la edición especial impresa de APLAUSOS. Así es cómo ha
sobrellevado esta situación tan complicada una de las divisas que más lidia en
todas las ferias importantes de España y Francia, demandada por las principales
figuras para los carteles de postín.
“No podía eliminar ni quitar toros por toda la
incertidumbre que teníamos sobre si habría festejos o no, y claro, las
decisiones eran un poco intuitivas. Al final, los más pesimistas son los que
han acertado. A mí me ha costado mucho dinero ser optimista. Como al final no
se reanudó la temporada, de nada me ha servido esa preparación de los toros.
Las circunstancias han ido por delante de mis decisiones. He intentado tomar
decisiones más lentas, lo cual ha sido un error de planteamiento porque si
llego a saber que el año es así, si hubiera quitado todos los animales a
principio de año, me habría ahorrado mucho dinero”, explica el salmantino.
No tuvo más remedio que, visto lo poco que se
lidió en 2020, enviar toros al matadero con cuatro años. “He matado
prácticamente el 50% de la camada que iba a lidiarse este año y he sido
optimista pensando que este 2021 se van a lidiar muchos cinqueños”, admite el
ganadero charro. “Cuando me he dado cuenta de que iban a sobrar corridas
enteras, he tenido que llevar toros al matadero. Me juntaba con tal cantidad de
animales que resultaba inviable que los pudiera mantener y, por otro lado, con
la incertidumbre de si habrá o no mercado para poder sacar toda esa oferta. Era
imposible sostener económicamente esa situación. Esta pandemia marcará un antes
y un después para muchas ganaderías”.
Habla del caso concreto de los ganaderos, de su
capacidad de resistencia en los momentos más duros. “Las previsiones de los
ganaderos deben ser a largo plazo. Una ganadería no desaparece del mapa de la
noche a la mañana, cuando vienen circunstancias en las que el mercado se
convulsiona de esta manera este tipo de negocios son los primeros que lo pagan.
Los toreros dejan de torear, los empresarios dejan de dar toros… pero los
ganaderos deben seguir manteniendo la ganadería, somos los más perjudicados en
esta situación”.
Para el año que viene dispone de 14 a 15 corridas
de toros, “son muchas y pocas, depende de cómo vaya el año”, matiza. Pueden ser
pocas porque, según publicaba nuestro director José Luis Benlloch hace unas
semanas, los garcigrandes siguen estando entre los más solicitados incluso en
estos tiempos de pandemia, tanto que a estas alturas y a pesar de la
incertidumbre sanitaria que amenaza la temporada venidera, ya le han pedido
corrida para las principales ferias incluso se sabe que ya hay disputas entre
las figuras por anunciarse con sus toros.
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