Una noche “Por Brujerías”, en Aguascalientes

Dentro de la Casa de la Cultura

ADIEL ARMANDO BOLIO

Especial para VUELTA AL RUEDO

Llegó la noche del reciente martes 22 de noviembre de 2016 y se tornó “Por Brujerías” en honor a la memoria del inigualable y añorado diestro tlaxcalteca Rodolfo Rodríguez “El Pana” y ante una nutrida asistencia de aficionados taurinos que fueron en busca del embrujo de este torero que, aunque ya no está entre nosotros, su alma y espíritu sí estuvieron presentes y se hicieron sentir a través de la palabra y las imágenes de quienes tuvimos el honor y la grata oportunidad de invocarlo en una especie de reunión más que especial en la Casa de la Cultura de la ciudad de Aguascalientes.

Fue así como en los pasillos de su patio principal empezaron a invadirlo los duendes del “Brujo de Apizaco” cuando poco después de las 19:00 horas el colega y amigo Emilio Méndez abrió su exposición fotográfica de gran formato en homenaje póstumo a tan singular personaje de la historia del toreo tanto a nivel nacional como mundial.

Dicha muestra gráfica fue inaugurada por el propio Emilio Méndez haciéndose acompañar por los matadores de toros, el español José Garrido y el local Fermín Espinosa “Armillita IV”, además del estupendo aficionado Gustavo Granados. Una vez cortado el listón simbólico se hizo un recorrido por los pasillos que hacen el contorno del patio y donde el reconocido artista de la lente internacional fue exponiendo el por qué de todas y cada una de las 19 fotografías en las que exhibe a “El Pana” en diferentes escenarios taurinos como Texcoco, Autlán de la Grana, la castellana-manchega Guadalajara y Saint Vincent de Tyrosse, Francia.

Luego el reconocido chef torero Manolo Ayala ofreció un brindis para después ingresar, en la misma Casa de la Cultura, al teatro “Leal y Romero” donde tanto Emilio Méndez como Eduardo Ramírez Ortiz y quien esto escribe bajo la moderación del colega Ramón Ávila “Yiyo”, hablamos de diferentes vertientes en la vida torera y humana de Rodolfo Rodríguez “El Pana”.

Experiencias, vivencias, momentos, pasajes del “Brujo de Apizaco”, anécdotas, efemérides, poemas alrededor de su imagen encantadora dentro y fuera del ruedo y mucho de su filosofía panera fue lo que logramos todos exponer y “chamuyar” como bien lo hubiera dicho “El Pana” al tiempo que, seguramente, estuvo en una de las butacas del teatro presenciando todo el evento y, por supuesto, disfrutando de un enorme “charuto”, implemento imperdible en lo que fue la personalidad de este especial matador de toros. ¡Y aaarrribaa “El Paaanaa!”.