Tres orejas para Orellana sin mucho eco en el tendido
Rafael Orellana en hombros en Maracaibo en tarde de contrastes tanto en la arena como en el ruedo. Foto: José León |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Poco, a cuentagotas, fueron los hechos resaltantes que
dieron motivo ayer en el curso de la corrida de toros extraordinaria en el
marco de la Feria de la Virgen de la Chiquinquirá en Maracaibo. El juego de los
toros de Campolargo han dejado mucho que decir y desear, ante la voluntad y
deseos de agradar del par de coletas anunciados, Juan Bautista Jalabert-Rafael Orellana,
mano a mano.
Muy poco público en los tendidos del monumental ruedo
marabino (aproximadamente 2000 personas), impecable, pero ayuno de ambiente
ferial, donde las improvisaciones a última hora por parte empresarial hicieron
de este festejo un milagro su realización. Esperemos que esto se subsane por el
bien de lo que fue una gran cita taurina no hace poco tiempo.
El francés Juan Bautista ha lucido correcto, pulcro y por
momentos displicente a lo largo de la tarde. Su faena ante el que abrió plaza tuvo
momentos de lucimiento por ambas manos, dejando ver su bagaje, que no remató
con la espada. Similares cotas con el tercero de la función, en la que pudo
incluso cortar apéndice auricular; y en el que cerró su lote, se malograría el pitón
derecho, siendo devuelto a los corrales, sin opción inaudita de lidiarse el
sobrero ante la negativa del empresario Paco Escribano por costear el importe de
dicho ejemplar, dado lo exiguo del importe en la taquilla.
Por su parte el tovareño Rafael Orellana ha hecho gala de su
repertorio clásico que por momentos desentonó con la categoría de la plaza. Una
cosa es las ansias de triunfo y deseos de agradar, y otra teñir de tinte
pueblerín lo que bien ha hecho con capote y muleta. Fue la tónica de sus tres
actos, en su primero cortando una oreja, siendo ovacionado en el cuarto y
cortando generosamente las dos orejas del que cerró festejo.
Tarde de muchas expectativas que no del todo han sido
satisfechas. A la espera de mejores tiempos, como todo en este país…
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