JOSÉ LUIS BENLLOCH
@JLBenlloch
En Madrid, Simón vive jornadas de vino y rosas. Resolvió con
éxito evidente la primera parte de su aterrizaje. Su táctica del mutismo previo
le llevó a la victoria por la autovía del despiste. La jugada tipo Laudrup,
mirando al lado contrario del gol, causó sensación. La entrega de llaves,
segunda foto, momento escenificado a la perfección, diría que con comprensible
realismo dada la trascendencia y la carga onírica que acompañó siempre a Simón,
Las Ventas como culminación vital, dio paso a la segunda etapa. Tocaba ahora
ganarse la voluntad de los aficionados. Comenzar a vencer a las reticencias, al
veremos cómo el francés lidia Las Ventas, al cómo sale de esta y demás reservas
que pululan sinuosas como bichas por cenáculos y reuniones profesionales. De
primeras, valiente y listo, se ha ido a los medios, en este caso al territorio
que podía parecer más duro, más correoso y menos adicto, a la Asociación El
Toro de Madrid, nombre que lo explica todo. Cuentan que acabó el papel, detalle
que esperemos sea premonitorio. A plaza llena ganan/ganamos todos, el primero
la Fiesta.
Casas asegura que entre él y El 7 hay muchos más puntos de
coincidencia y más objetivos comunes de los que muchos quisieran ver, sin que
ello suponga renuncia ideológica para ninguna de las partes. El primero de
ellos, la misma Fiesta
Cumplió las expectativas. Llegó y anunció a los toristas,
entiéndase el término en la mejor de sus acepciones, lo que querían escuchar.
Diría que dio en el clavo. Esta misma semana en mis Encuentros ganaderos de
invierno, Adolfo, otro que bien bien podía haber aparecido en esa velada y
aparecerá porque todos son pocos, Adolfo decía que lo peor que se puede hacer
en este negocio es defraudar, no dar lo que el público espera recibir, que el
secreto de su tío, el gran Victorino, fue ese mismo, dar lo que le hacía falta
a la Fiesta y lo que los aficionados esperaban escuchar, algo así como a Dios
rezando y con el mazo dando, pues eso, toros y discurso; toros, toreros también
y atención a la clientela. La combinación es puro método, materia para las
universidades del tío Sam por mucho que Victorino o Adolfo la revistan de pana
y campechanía y SC le ponga glamour y oro.
En la Asociación El Toro, contra lo que pudo suponer
alguien, el productor estuvo en su salsa. Ahí está el vídeo. Aplausos.es daba
la noticia de primeras y los pinchazos/visitas, por un pinchazo una vida,
subieron como la espuma. Es la prueba del algodón de los tiempos modernos, la
demostración de lo evidente, de lo que gusta y de lo que resbala. La gente
desde su interés personal, en casa, en el metro, en el curro, libre de
prejuicios pincha o no pincha y en este caso pinchaban y pinchaban y el
contador de las visitas se disparaba. Las Ventas, Victorino, Fuente Ymbro, La
Quinta, Miura y Simón, la Asociación El Toro y El 7, son nombres cargados de
interés.
Veinticuatro horas después Simón se mostraba contento. Más
aún, eufórico. En modo de creación. Madrugador. Superactivo. Y en ese punto
aparece el mejor francés. Me cuenta que ofreció diálogo, pidió respeto y
encontró recepción. Así que está venido arriba. Jura que entre El 7 y él hay
muchos más puntos de coincidencia y más objetivos comunes de los que muchos
quisieran ver sin que ello suponga renuncia ideológica para ninguna de las
partes. El primero de ellos, la misma Fiesta. Su salvación pasa por mantener
Madrid y quien conozca Madrid, y él presume de ello, sabe que El 7 y sus
sensibilidades toristas son parte de la esencia de Madrid, su karma
imprescindible.
Fuente Ymbro, La Quinta y Victorino en el arranque, el
sanisidro con más carteles de interés de los últimos años, las corridas de
junio y julio con tres festejos de máximo lujo, el duro verano con el horario
nocturno como solución, la Feria de Otoño en dos bloques... los pilares de su
proyecto para Las Ventas
Lo tiene todo planeado. Ha cambiado el día a día futbolero
por el paso a paso, el tramo a tramo. Primero el arranque, las novilladas de
Fuente Ymbro y La Quinta, la corrida de Victorino del Domingo de Ramos, como
adelantó en la Asociación, para la que me aseguran que no hay cartel -“No me
pidas nombres, no los hay”- sólo me asegura que será el mejor de los posibles y
nunca aquello de los seis toros para Paco Ureña en el que le insisto, supongo
que porque experiencias semejantes no resultaron. El otro paso será San Isidro,
que aspiran a que sea el sanisidro con más fechas de interés de los últimos
años. Vendrán seguidamente las corridas de junio y julio, con tres carteles de
máximo lujo, no es novedad absoluta, no hace tanto se hacía así, se reservaban
a grandes acontecimientos -Curro, Paula, el otro Curro, Manzanares y Robles
entre otros en el recuerdo- y encontraban gran respuesta. La novedad puede
estar en la creación de unos abonos especiales para esas fechas, iniciativa que
piensa enganchar con la política de descuentos, otra de las patas de su
proyecto. Y luego el duro verano, reto importante que apunta a los horarios
nocturnos como solución y apertura a otras actividades como apoyo. Y al final
la Feria de Otoño desdoblada en dos fines de semana, el doble de lo que era,
uno para las figuras y otro para los toros, con un nombre fijo, Miura, que para
entonces ya habrá corrido toros en la feria de San Isidro. El objetivo final,
repiten desde la plaza Pontejos, sede del simonismo, es hacer realidad lo de
Madrid plaza de temporada, convertir en realidad lo que por ahora es un slogan
o una desoladora frustración. Acabando la charla SC combinaba euforia y
humildad y me insistía: “Yo aspiro a lo máximo, lo conseguiré o no, pero muero,
por ese plan por esos objetivos”.
POSDATA.- Conseguido el buen ambiente, elevadas al máximo
las expectativas, ahora toca picar piedra, encarar la suerte, la realidad, el
cansancio, la rutina, los roces de la corta distancia y la pérdida de la
novedad. Suerte.
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