sábado, 5 de noviembre de 2016

El ganado “echó por la borda” la segunda corrida

En el coso Monumental de Aguascalientes

ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTAL AL RUEDO

Una vez más se cumplió el viejo adagio que se ha transportado a la Fiesta de los Toros, ese que reza “El torero pone, Dios dispone, viene el toro y todo lo descompone”. Y es que lo cierto era toda la esperanza que se había puesto en este cartel pues estaba bien rematado y se auguraba un éxito rotundo por la procedencia de todos los ingredientes del cartel pero, como siempre ese pero amargo, que se reflejó en el juego de los astados y de los que se esperaba mucho mejor juego del que presentaron.

Ello sólo sirvió para que, a pesar de la buena voluntad de los toreros, tanto los de a pie como el de a caballo, se estrellaran con un muro infranqueable ya que pudieron más las dificultades que evidenciaron, sobre todo, los astados de la dehesa titular.

En fin, que ante menos de media entrada en noche fresca se celebró este viernes 4 de noviembre la segunda corrida y tercer festejo del abono del XXII Festival de Calaveras en el coso Monumental de la ciudad de Aguascalientes y en él entonces se lidiaron seis toros de buena presencia, cuatro de la finca guanajuatense de Guanamé que resultaron infumables, si acaso, el corrido en último lugar fue el que más se dejó torear. Además se jugaron otros dos ejemplares para rejones, uno de Rancho Seco que fue bueno en general y, otro, de Bernaldo de Quirós, mansurrón.

El rejoneador mexiqueño Emiliano Gamero en su primero, de Rancho Seco, ha tenido una desafortunada actuación, si acaso destacando lo que hizo encima de “Volcán” al clavar dos banderillas largas a una mano y ejecutar su gamerina y arriba de “Encanto” dar giros en la cara del astado y con “Presagio” dejar otros dos palos, uno de ellos al violín. Montando a “Glamour” no acertó al matar y todo quedó en palmas.

A su segundo, de Bernaldo de Quirós, que manseó de manera constante y que aparentaba una lesión ocular, Emiliano se dejó ver más esforzado, pues todo lo hizo el jinete torero. Manejando la rienda de “Casanova” hizo el toreo de costado para colocar dos rehiletes. Luego con “Pasión”, a base de encelar al astado, logró giros en la cara del “socio” de manera comprometida. Encima de “Presagio” volvió a lucir al clavar dos garapullo al violín y realizar vistosas balotadas. Y con “Glamour” puso dos rosas exponiendo de verdad pero volvió a errar con el rejón mortal. Echó pie a tierra y tiró tres golpes de descabello para ser silenciada su labor.

En la lidia a pie, el diestro anfitrión Arturo Macías a su primero lo recibió con una larga cambiada de rodillas en tablas para luego de pie lancear con esmero. El picador Juan  Cobos sufrió un tumbo y Arturo quitó por saltilleras. Cabe señalar que en este toro, yendo en la cuadrilla de Macías, debutó como subalterno de a pie el matador de toros Víctor Mora y a él precisamente, por la decisión tomada en su vida torera, es que Arturo le brindó la faena a un ejemplar que se fue a menos y en la que sobresalieron sus series derechistas. Terminó de dos pinchazos y una estocada para escuchar aplausos.

En su segundo veroniqueó de manera tesonera. En el tercio de varas fue desmontado José de Jesús Prado y entonces vino un quite por chicuelinas de Macías, quien después con la sarga, a un ejemplar incierto, le realizó una faena que alargó de más. Por ahí le sacó, gracias a su empeño alguna tanda derechista. Manoletinas para terminar y con la espada se puso pesado para ser pitado tras dos avisos.

El debutante en esta plaza, el badajocense José Garrido, en uno se dejó ver voluntarioso con el capote y a pesar de lo complicado del astado, con la franela le puso disposición y torerismo por ambos lados, además de mostrar aguante. Manoletina para abrochar su trasteo y acabar de estocada ligeramente trasera para ser llamado a saludar desde el tercio.

Y en el que cerró el festejo, el espada extremeño comenzó al hilo de las tablas con una larga cambiada de hinojos y un farol en la misma posición. Ya de pie ligó estéticas verónicas. El picador Ricardo Morales fue derribado de su montura y, Garrido, con la muleta ha cuajado, con el toro que más se dejó torear, una faena que empezó de forma comprometida por alto de rodillas y una vez incorporado se dio a ligar con aguante y valor series derechistas y de naturales, adornando todo con una serie de molinetes de rodillas que fue más toreando para la galería. No acertó al matar y todo quedó en palmas.

FICHA DEL FESTEJO
AGUASCALIENTES, Aguascalientes. Segunda corrida y tercer festejo del abono del XXII Festival de Calaveras. Coso Monumental. Menos de media en noche de clima fresco.
Cuatro toros de Guanamé que dejaron mucho qué desear. Sólo el cuarto fue el que más se dejó. Y dos astados para rejones, uno bueno de Rancho Seco y otro de Bernaldo de Quirós, mansurrón.
El rejoneador Emiliano Gamero: Palmas y silencio.
A pie, Arturo Macías: Palmas y pitos tras dos avisos. El español José Garrido, quien se presentó en esta plaza: Al tercio y palmas.
Los picadores Juan Cobos, José de Jesús Prado y Ricardo Morales fueron desmontados.

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