KIKE ROSALES
@kikefutbol
Cuando la dictadura en Uruguay, antes de que la democracia
volviera, la salida del país de los “charrúas”, era casi a diario, la situación
económica y la crueldad del silencio dictatorial obligaba a la gente a irse a
otros lados, llevaban el mate, el candomblé y la tristeza juntas, metidas en la
misma bolsa y salían desde el aeropuerto de Carrasco donde habían puesto un
letrero: "El último... que apague la luz".
Los toros en Venezuela andan en una especie de exilio, la
dificultad se basa en los dólares, mire ud que conseguirlos para importar
comida es un suplicio, imagínese lo que es para montar un espectáculo tan
costoso.
Las empresas tienen deudas con los toreros españoles, porque
no les “liquidan” los billetes verdes. La tardanza existe pero muchos se callan
la boca. Entonces, se debe buscar alguien que esté conectado con el gobierno
para así poder llegar hasta las divisas, tratar si es posible de asistir a
cualquier acto, hacer públicos agradecimientos a gobernadores, ministros y cuanto funcionario se pueda.
Este depender tanto del gobierno nacional para dar corridas
de toros nos hizo un daño que puede ser irreparable, la teta del estado la
secaron y ya no amamanta a las corridas en el país incluso no atienden “a los
contactos”. Por esto las ferias se nos están acabando, Valencia y ahora el
intento de dar Maracaibo y la lucha de Maracay contra la ignorancia de las
autoridades dejan prácticamente a Mérida y San Cristóbal bregando por
sobrevivir. El daño que hizo esa especie de que “vale un potosí” poder conseguir
los dólares y hacer negocio, adquirirlos a un precio y venderlo a otro nos está
destrozando el espectáculo taurino, que el sentido empresarial de generar una
temporada sana dependa de ver si el gobierno suelta los dólares es muy triste.
Eso nos muestra que “el afán” más de comercio en vez de afición permitió que en
un acto tan culto como lo es una corrida entraran dentro de la misma gente con
pura idea de comercio; y funcionarios públicos con hambre de solo plata fácil.
En Caracas se dará un festival de música, cuesta dos
millones de dólares, lo organiza Jorge Rodríguez alcalde del municipio
Libertador (anti taurino total), como se ve allí no se necesita mucho lobby
para que aparezca “el billete”. En vista de todo esto la lucha no solo es
difícil es totalmente injusta, por eso entendemos el mensaje del aeropuerto de
Carrasco en Uruguay, al igual que ellos (cuando se iban) y ante la negativa de
conseguir dólares para los toros en este país nos tocara poner en una plaza de
forma lacónica “el ultimo…que apague la luz”.
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