domingo, 6 de septiembre de 2015

PRIMERA CORRIDA - FERIA DE TOVAR: La mansedumbre de La Cruz de Hierro frustra corrida de tovareños

Ayer en el Coliseo de Tovar
Momentos de torería de Curro Ramírez, quien pudo haber tocado “pelo” si no es por su mal uso del acero.
Los toros que crían Don Orlando y Pedro Echenagucia, dejan mucho que desear en el contexto de bravura el lote en conjunto presentado, condicionando las posibilidades de éxito de la terna de espadas.

RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos: Hugo Angulo Avendaño

TOVAR, Enviados Especiales.- Poco que comentar ha resultado la primera de las funciones taurinas de la feria en honor a la Virgen de Regla. El escaso juego ofrecido por los astados de La Cruz de Hierro han dado al traste las opciones de triunfo de los espadas tovareños anunciados. Al final la sensación de decepción de los presentes ha dejado un halo de preocupación por el juego en conjunto de los pupilos de Don Orlando y Pedro Echenagucia que mantiene su pie de cria en las montañas de Canaguá.

Abrió plaza Rafael Orellana, quien solventó la papeleta ante un soso y mansurrón ejemplar al que intentó sacarle partido, pero su corto recorrido y limitadas intenciones de seguir la tela roja  dejaron en detalles de aliño su labor para el espigado torero de El Llano. Fue silenciado tras cinco viajes con el acero antes de despacharle de estocada desprendida. Precisamente este ejemplar propianaria paliza al banderillero Gerson Guerrero tras salir de intentar clavar el primer par de banderillas, solo sufriendo contusiones leves.

Su segundo del lote fue el más anovillada del envió, e hizo intuir otra papeleta, tras el suave saludo por verónicas que permitió el morlaco. Medido en el caballo su sangría, compartiría tercio de banderillas el propio Orellana con “Piedrita” dejando en lo alto par de garapullos de vibrante colocación, cumpliendo “Piedrita” en su turno. Brindó faena al nuevo propietario del hierro de Los Marañones, con el fin de que se mantenga este hierro conocido por la aficion venezolana. El inicio de rodilla toreando en redondo calentó el frio ambiente de la anodina tarde, pero las limitadas condiciones de embestir del astado se truncaron tras tres tandas templándole en los muletazos que sobre la mano diestra esbozó el espada en mención. Poco más pudo hacer, pues el animal se agarró al piso y aquerenció en tablas, por lo que tuvo que irse tras la espada, dejando media ración de acero, suficiente para nuevamente ser silenciado a pesar de sus intenciones de agradar a los presentes.

Currito Ramírez se le notó que tiene aprendida las lecciones básicas del toreo, corre la mano con mando y desparpajo, pero sus faenas abusaron de tiempos muertos que hizo de estas un sinfín de intenciones a las que le faltó la rúbrica de mayor eco en el tendido. Su labor ante el segundo de la función la aperturó con larga cambiada de rodillas en el tercio. Los dos puyazos por parte de Guillermo Guimerá dejaron al toro preparado para una lidia de muleta aprovechando la condición de nobleza sosota del burel, en series por la mano diestra de limpio trazo. No se explayó por la zurda al no verle claro por este pitón. Una pena que el mal uso de la espada le haya privado de haber rematado una labor de la que no dudamos el público le hubiese pedido trofeo alguno.
Rafael Orellana pechó con lote a contraestilo, al igual que sus demás compañeros de cartel.
Ante el quinto, de nuevo momentos de torería de Curro en los doblones de inicio de faena, en la que el astado algo se dejó por la derecha, razón para que insistiera dilatada labor, a pesar de lo poco humillada de la embestida de la res, lo que restaba emoción a la entrega y deseos de triunfo del torero de Sabaneta. Nuevamente la espada a punto estuvo de hacerle que el toro se le fuera a los corrales, tras reiterados intentos con el acero, incluso saliendo volteado, escuchando par de recados presidenciales, aguantándole el palco el tercero, para no dilatar más la cosa.

Tomás Martínez fue el tercero del cartel, y vaya que ante su primero del lote inédito pasó, ante lo poco claro que fue el toro ante capote y muleta del moreno diestro tovareño, el cual recibió en singular saludo de espaldas a la puerta de toriles, de rodillas, en temerario trance, pasándole por encima el ejemplar en su salida de toriles. Le despenó sin darse mucha coba, pero donde sí se entregó fue en el que cerró plaza, otro mansurrón aquerenciado en tablas, donde le robó pases por la diestra de emotiva expresión, dejando ver progresos que solo delante de la cara del toro se pueden asimilar. Los tres cuartos de espada desprendido valieron para que se tomara la licencia de dar una ovacionada vuelta al ruedo, ante el desconsuelo de gran parte de los aficionados presentes, quienes esperábamos más de los toros de La Cruz de Hierro. Queda en el debe su paso este año por Tovar.
Momento comprometido de Tomás Martínez recibiendo de espaldas a toriles la embestida de su primer antagonista.
LA CRUZ DE HIERRO / ORELLLANA, RAMÍREZ, MARTÍNEZ
Plaza de Toros Coliseo El Llano de Tovar.
Domingo 6 de septiembre de 2015. Primera corrida de feria.
Con poco más de tres cuartos de plaza, en tarde soleada y ventosa, se han lidiado seis toros de La Cruz de Hierro (Orlando Echenagucia) en su conjunto discretos de presencia, descastados en distinto grado, a menos en la muleta, incluso rajándose descaradamente, sin malicia alguna, faltándole trasmisión y raza.
Pesos: 453, 438, 435, 425 y 430 kilos
Rafael Orellana (Azul turquesa con bordado y pasamanería en blanco): Silencio en ambos.
Curro Ramírez (Rosa y oro con remates en blanco) Saludos desde el tercio tras aviso y silencio tras dos avisos.
Tomás Martínez (Azul acero con bordado y pasamanería en blanco): Silencio y vuelta tras aviso.
Destacaron en banderillas Mauro David Pereira, Enzo Antequera y Carlos Pizutto, y en la brega el propio Pereira.

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