El torero madrileño
abandonó la plaza contrariado con la
actitud de la afición. "El público
es soberano. Yo me he entregado", dijo.
Perera tampoco tuvo suerte: "Te das cuenta que abrir la Puerta Grande dos veces el año
pasado fue un sueño".
La Corrida de Beneficencia,
celebrada hoy en Las Ventas, deparó un
espectáculo de lo más anodino. Toros de
Victoriano del Río para El Juli y Miguel
Ángel Perera, de los cuales, el primero
de ellos fue el más censurado por parte de los tendidos.
"Madrid es Madrid, y
no la voy a descubrir ahora",
señaló El Juli a Efe al finalizar la tarde en
relación a la actitud de cierto sector del público hacia él durante sus tres faenas y, sobre
todo, a la pitada que le acompañó
mientras abandonaba la plaza de camino
al coche de cuadrillas.
"El público es
soberano y hay que respetarlo por encima
de todo. Yo pienso que he estado
entregado toda la tarde, sincero y buscando torear lo más puro posible dentro de las oportunidades que me han brindado mis
tres toros, que no han sido
muchas", reconoció El Juli.
Sobre su lote, El Juli
aseguró: "Mi primero ha sido un
toro muy enrazado, que ha transmitido a
la gente pese a que ha sido imposible templarlo; el segundo no ha sido nada fácil, y eso que
me he centrado mucho para sacar el
máximo partido; y el último ha estado
demasiado cargado de peso, hubiera sido
un milagro que un animal de 650 kilos
embistiera por derecho"
"Me voy disgustado, la
verdad, porque el objetivo era triunfar,
pero aún así pienso que he dado la cara
con lo que he tenido delante", concluyó.
Miguel Ángel Perera echaba
la vista atrás, al San Isidro de la
temporada pasada, al reconocer que
después de sus tres tardes en Madrid, "uno
se da cuenta de lo importante y el sueño que fue abrir dos veces la Puerta Grande el año pasado".
"No ha sido un San
Isidro soñado, ni mucho menos, al
contrario, pienso que de aquí no salgo
reforzado para nada, pero bueno, mi lucha sigue, ahora a buscar ese triunfo diario en cada una
de las plazas donde me anuncie",
indicó Perera al término del festejo.
Más concretamente, sobre la
tarde de hoy, el torero de La Puebla de
Prior (Badajoz) aseguró que "se
puso todo a la contra demasiado pronto".
"Al igual que en mis
dos tardes anteriores, hoy tampoco he
tenido lote propicio. Mi primero ha sido
muy deslucido, le ha faltado raza y empuje
para seguir los engaños; al tercero le veía más posibilidades, pero ha tirado por la calle
del medio muy pronto, rajándose y
negándose; y este último, a pesar de ser
de otra ganadería, ha sido también muy
insulso", concluyó Perera. / EFE
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