Data
de 1794
La
ganadería pasó por varias divisas como rojo y gualda, azul marino y oro y
finalmente los afamados colores verde y rojo
ADIEL
ARMANDO BOLIO
Especial para
VUELTA AL RUEDO
Luego de abordar los temas de las ganaderías
consideradas históricamente como puntales en la crianza del ganado bravo en el
país, como Atenco, Piedras Negras, La Punta, San Mateo y Santo Domingo, existen
otras cuatro que, de hecho, se convirtieron en las que dieron seguimiento a la
inigualable simiente del toro mexicano y ellas son Xajay, San Martín, San Miguel
de Mimiahuápam y Garfias. Por ello, gracias a la obra del escritor don Agustín
Linares García, “Los Toros en España y México”, editada en 1968, es que podemos
saber de ellas con su personal estilo, empezando con la dehesa queretana de
Xajay.
“Los datos históricos de esta famosa y reconocida
ganadería (que rebasa ya los 19 lustros de antigüedad) y que tantas tardes de
triunfo ha dado a los colores de su divisa en verde y rojo, son los siguientes:
Iba finalizando el siglo XVIII -año de 1794-,
cuando a don Raymundo Quintanar, poseedor de una vacada criolla, se le ocurrió
la transformarla con reses bravas de pura sangre.
Cruzo sementales andaluces con las vacas que tenía
y formó entonces su primer potrero llamado ‘El Contadero’. De él salieron
excelentes toros, colocando en poco tiempo a esta vacada al nivel de Atenco, al
extremo de ganarle un concurso después de lidiar, en competencia, tres corridas
seguidas. En estos festejos y por su extraordinaria bravura, fue indultado dos
veces el famoso toro ‘Cuervo’.
Después de varios sucesores, adquiere la ganadería
en 1880, don José Manuel de la Peña, propietario de ‘El Salitre’. Al
desaparecer la prohibición del año 1867 para las corridas en el Distrito
Federal, se dedicó a organizar la vacada que había bajado en categoría.
Con un semental de Miura, otro de Concha y Sierra,
dos de Anastasio Martín y uno más de los Hermanos Arribas, todos traídos de
España, logró que padrearan con cerca de 100 vacas, obteniendo buenos
productos, particularmente con lo de Miura. Es a partir de entonces cuando
vuelve la ganadería de Xajay por sus propios fueros, codeándose con las de más
renombre, ganando concursos y poniendo los colores en rojo y gualda, que eran
entonces los de su divisa, a un nivel envidiable.
Unos años después, decide don José Manuel venderla
a don Miguel Peón, de Yucatán, hombre de gran posición, pero al prestarle poca
atención decayó nuevamente y, al deshacerse de ella, la adquirió en 1903, el
aristócrata español, don Ignacio de la Torre Mier, hijo político del entonces
presidente de la República Mexicana, don Porfirio Díaz, quien cambió la divisa
por los colores en azul marino y oro, y el hierro que tomó la forma de una V,
tal vez para indicar que fueron cinco los sementales empleados por don José
Manuel Peña para regenerar la vacada.
A la Hacienda de San Nicolás Peralta, propiedad
del referido Ignacio de la Torre, llevó todo el ganado de Xajay, lidiándose a
partir de entonces con el nombre de aquella Hacienda. Hizo nuevas cruzas con
toros de Ibarra y Saltillo, obteniendo magníficos resultados y, después, con
sementales ibéricos de la viuda de Concha y Sierra, de Eduardo Miura y del
Duque de Veragua, con los que no fue tan afortunado.
En 1911, descendió verticalmente la vacada a causa
del saqueo de la Hacienda de San Nicolás Peralta por los revolucionarios. Hubo
el gobierno de incautarse de ella para frenar los desmanes y dejó como
administrador a don Julio Herrera, quien trasladó lo poco que dejaron las
hordas a la primitiva propiedad de Xajay.
Don Miguel Dosamantes Rul compró la vacada a los
herederos de don Ignacio de la Torre en 1920 incorporándola a su Hacienda de
Peñuelas. En 1923 vendió a don Edmundo y don Jorge Guerrero Perrusquía una
parte de la Hacienda, integrada con vacas de Peñuelas y dos sementales de
Piedras Negras, más las crías que estas ligas proporcionaron.
Los hermanos Guerrero Perrusquía aumentaron en
1925 el pie de simiente, con 40 vacas y dos toros españoles de don Juan
Belmonte, procedencia de Campos Varela, agregando en 1946 tres sementales más
de la nueva sangre de Belmonte”. Continuará…
DATO
Don Miguel Dosamantes Rul en 1923 vendió una parte de su
Hacienda a don Edmundo y don Jorge Guerrero Perrusquía, integrada con vacas de
Peñuelas y sementales de Piedras Negras
En Jerez: “Zacatecas,
Tierra de Toros” dona cubre bocas
Fueron
cinco mil los que se entregaron al llamado “Pueblo Mágico”
Desde la ciudad zacatecana de Jerez se informa que
tras la cancelación de los festejos taurinos de la Feria de Primavera Jerez
2020, a causa de la pandemia por el Covid-19, la empresa “Zacatecas, Tierra de
Toros” tomó la iniciativa de hacer la donación de cinco mil cubre bocas al
Ayuntamiento del llamado “Pueblo Mágico”.
Lo anterior es con el propósito de proteger a los
ciudadanos jerezanos, mismos a los que les serán repartidos, a quienes por
alguna razón no pueden quedarse en su casa y tienen que salir a realizar
actividades esenciales donde se exponen al peligro del contagio.
Es por ello que “Zacatecas, Tierra de Toros”
otorgó este apoyo a través del alcalde Antonio Aceves, debido a que Jerez es
uno de los municipios con más casos confirmados en el estado, con 30 contagios,
hasta el momento de enviar este comunicado y con ello tratar de contener la
pandemia en el municipio y en la entidad.
La entrega la realizó Sandra Santillán,
administradora de la mencionada empresa, y fue recibida por el secretario del
Ayuntamiento de Jerez Jaime Ramírez.
De esta manera, se tienen la esperanza de que la
contingencia sanitaria pasará para volver a la actividad taurina en Jerez y en
todos los cosos a nivel nacional e internacional. De ahí que se reitera el
llamado a toda la ciudadanía para que se quede en casa.
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