lunes, 18 de mayo de 2020

Los abolicionistas se suben al tren de la pandemia

Las diputaciones salen al quite de las ganaderías de bravo valencianas con ayudas que niega Oltra

JOSÉ LUIS BENLLOCH
Diario LAS PROVINCIAS de Valencia

El mundo del toro no solo no ha escapado a las consecuencias de la crisis del coronavirus si no que ha visto agravada su situación (más que otros espectáculos) ante la postura abiertamente beligerante de los sectores más opuestos, que ven en esta coyuntura sanitaria la oportunidad para ahondar en su objetivo abolicionista. Hasta estos momentos, más allá de las buenas palabras del ministro de Cultura, ambiguas además de no cumplidas, la tauromaquia no tiene ayudas específicas como sector salvo casos puntuales.

A esa situación de distanciamiento y abandono hay que añadir las palabras incendiarias de Pablo Iglesias en el Senado -sin careta sanitaria ni mucho menos ideológica- donde no ha tenido empacho en proclamar que le incomoda que se reivindique la tauromaquia como una práctica cultural. Su proclama ha tenido una respuesta masiva y fácil en el mundo del toro con el argumento de lo mucho que incomoda él no solo al sector sino a España. El presidente de la Fundación del Toro de Lidia, Victorino Martín, le ha remitido una carta en la que defiende el carácter cultural de la Tauromaquia como expresión artística que emana del pueblo y ha señalado que solo los regímenes autoritarios se atreven a modificar o suprimir la cultura de un pueblo y ha mostrado su preocupación por semejantes declaraciones.

En la Comunidad Valenciana el conflicto se ha centrado principalmente en el tema ganadero al excluir la crianza del bravo de las ayudas de la consellería de Agricultura con el respaldo de la vicepresidenta Mónica Oltra, que argumentó que las ayudas son solo para los animales de consumo obviando que el bravo además de ser también alimento para los humanos al final de su ciclo vital alimenta a cientos de familias con su aportación a la tauromaquia popular. El conflicto ha entrado finalmente en vías de solución gracias a las diputaciones provinciales, que, según ha trascendido, han salido al quite y aliviarán la situación más allá de las siglas que componen sus gobiernos.

En la Comunidad Valenciana el conflicto se ha centrado principalmente en el tema ganadero. Las tres diputaciones se habrían comprometido a establecer una línea de ayudas

Las tres diputaciones -Castellón, Valencia y Alicante- se habrían comprometido finalmente a establecer una línea de ayudas enfocada exclusivamente a salvar el sector. Este rescate ha sido mediado por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y evitará por tanto que miles de animales vayan al matadero. Una medida que los ganaderos han aceptado con agrado: “Nos viene muy bien, es lo que estábamos pidiendo para poder salvar a nuestros animales. De momento es una ayuda que nos permite salvar esta primavera, pero seguimos a la espera de ver qué ocurre en el verano, en el que esperamos que pueda haber festejos de bous al carrer”, ha declarado a Aplausos Daniel Machancoses, presidente de la Asociación de Ganaderos de la Comunidad Valenciana.

A falta de la publicación oficial, se estima que cada ganadero recibirá de 40 a 45 euros por animal. En la Comunidad Valenciana existen más de 80 ganaderías autóctonas, que junto a los alrededor de 20 cebaderos, suman entre todos más de 15.000 cabezas de reses bravas. De estas explotaciones, que suponen el 28,3 % del impacto económico de esta fiesta -300 millones de euros-, depende la economía de 300 familias.

El conflicto político no acaba en ese punto y el PP, a través de su diputado en les Corts, Miguel Barrachina, ha pedido la dimisión de la consellera Mireia Mollá por mentir tras haber dicho que sí podían acceder a las ayudas y por negarlas en la práctica pese a que los técnicos de la consellería sí las incluyen.

Toreros con menos suerte

La suerte de los toreros de la Comunidad por el momento no va a ser la misma y solo la Diputación de Alicante les ha incluido en un proyecto de ayudas a personas trabajadoras autónomas y pequeñas empresas para atender la situación de vulnerabilidad ocasionada por la pandemia. A nivel del Estado español la situación es mucho peor. Cuando las quejas de los profesionales, matadores y subalternos se centraban en que el Gobierno no los había citado tácitamente cuando estableció el subsidio para los artistas de espectáculos públicos, en el que daban por descontado que estaban incluidos -así se lo habían asegurado en el Ministerio- se han encontrado a la hora de la verdad que no es así, por lo que la sensación de agravio se ha transformado en auténtica indignación. El SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) está rechazando las peticiones que se están tramitando.

La sensación de agravio se ha transformado en auténtica indignación. El SEPE está rechazando las peticiones que se están tramitando de los toreros

"Las ayudas son para artistas, no para toreros", les contestan telefónicamente o a través de un SMS cuando presentan las solicitudes, según fuentes de los representantes taurinos que aseguran que muchos de ellos, y sus familias, comienzan a tener un grave problema económico en sus casas por cuanto desde el mes de octubre no tienen ingresos y se les aproxima una situación límite.

El abogado de la Unión de Toreros, Íñigo Fraile, explica lo sucedido: "Entendimos que el Gobierno pagaba un peaje político con su silencio sobre los profesionales taurinos en las ayudas anunciadas para los artistas en espectáculos públicos pero que, aunque no lo dijera, estaban reconocidos los toreros. El Ministerio de Cultura nos trasladó su intención de ayudar a los profesionales taurinos (matadores, novilleros, subalternos y mozos de espada), pero ahora al solicitarlo formalmente la respuesta ha sido negativa".

La ley (y la lógica) reconoce a los toreros como artistas que participan en espectáculos públicos como asegura Fraile: "Tanto en leyes como el Real Decreto del 85 (RD 1435/1985) como en la jurisprudencia, ya que varias sentencias del Tribunal Supremo (STS 15.11.1996, entre otras) reconocen a los toreros la condición de artistas en espectáculos públicos"

Port su parte, David Prados, como presidente de la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros, explica que no solo fue una interpretación del Decreto sino que expresamente se mencionaba a los artistas que desarrollaran su actividad en plazas de toros: "El Decreto (RDL 17/2020) habla de las actividades artísticas desarrolladas ante el público en teatros, cines, televisión, plazas de toros, etc. Sin embargo, en los folletos explicativos de cómo solicitar la prestación ya no aparecía el apartado de plazas de toros, pero la ley está ahí y nos tienen que reconocer porque aunque tengamos un régimen distinto en la Seguridad Social al de otros artistas, estamos en el mismo epígrafe, es decir, el de artistas en espectáculos públicos”.

Por el momento ninguno de los argumentos ni la evidencia legal han servido para acogerse a las ayudas.

En el centenario: Joselito y Valencia

Ayer se celebró el centenario de la muerte de José Gómez Ortega, conocido artísticamente como Gallito o Joselito y al que se le considera el Rey de los Toreros. El toro Bailaor le hirió mortalmente en Talavera de la Reina la tarde del 16 de mayo de 1920, el día siguiente de que el torero saliese abroncado de Madrid donde su hegemonía ya comenzaba a pasarle factura. Con tal motivo el mundo del toro se ha volcado en homenajes y reconocimientos. Hermano de Rafael El Gallo, competidor directo de Juan Belmonte, cuñado de Ignacio Sánchez Mejías -con el que alternaba la fatídica tarde-, José, además de suponer la culminación de una forma de entender la lidia, llevándola hasta la modernidad, fue un hombre preocupado socialmente y la prueba más evidente fue el impulso que dio a la construcción de plazas monumentales para poder abaratar el precio de las localidades y hacerlo más accesible a las clases menos pudientes.

Gallito y su familia siempre estuvieron muy ligados a Valencia: el pasodoble, el mausoleo de Benlliure, la foto que inspira el monumento de la Macarena, la poesía de Duyos...

Gallito y su familia siempre estuvieron muy ligados a Valencia. El pasodoble con el que se le identifica, aunque dedicado a su hermano Fernando, fue estrenado en Valencia por encargo de la Asociación de la Prensa; aquí toreó tres corridas como único espada, lo que no hizo en otras plazas; su fastuoso mausoleo del cementerio de San Fernando es obra de Benlliure; el monumento que le van a levantar en la Macarena, más que inspirado está copiado de una foto de la familia Vidal en una de sus tardes de Valencia; y no se puede olvidar la poesía del gran Rafael Duyos:

Buscando la reunión
solos el toro y José
el toro que ve y no ve
y José que, distanciado
después del pase ayudado
queda de espaldas y en pie.

Galanura. Confianza
¡No te fíes Joselito
Toda la plaza es un grito

¡Ay, Virgen de la Esperanza

Y cuando el toro le alcanza
-vulgar, burriciego y loco
tiempo y distancia son poco
para evitar la tragedia
que si Dios no lo remedia
Ignacio, al quite tampoco.

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