CARLOS RUIZ
VILLASUSO
MUNDOTORO
Cuesta aceptar la realidad, pero es la que es. Los
empresarios y promotores de los eventos públicos, conciertos, cine, teatro y
las asociaciones de restauración y hostelería, están trabajando ya en la forma
de adecuar su actividad a la nueva relación social de movilidad restringida que
tendremos durante más tiempo del esperado, puede que hasta el verano de 2021 no
nos encontremos con una normalidad como la que teníamos. Aforos reducidos para
cumplir las distancias de sanidad exigidas, material sanitario, protocolos de
desinfección de espacios, modificar ofertas, hacer acopios de test, uso de
aplicaciones como las usadas en Corea y una relación directa con los organismos
sanitarios. Menos gente y gente segura. A esto se enfrenta el toreo y en esto
ha de trabajar.
No se sabe cuándo, pero la relación social de contacto,
desde el mero saludo hasta el rodearse de gente en una plaza de toros o un
concierto, será posible, dice la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero
lo que es una realidad es que durante un tiempo no será así. El paisaje social
de antes de la pandemia y el que se viva después de ella no sólo no será el
mismo, sino que la apertura hacia una normalización absoluta es cuestión, no de
meses, sino de años, según la propia OMS y los responsables públicos y
sanitarios consultados por Mundotoro.
La apertura hacia una normalización absoluta es cuestión, no
de meses, sino de años, según la propia OMS
Para entender lo que viene, hay que tener claro lo
que nos está sucediendo. No estamos confinados sólo por el hecho del contagio,
sino por el temor a una saturación de la sanidad, de los hospitales, algo que
nos tuvo en el caos durante un mes. Todos los epidemiólogos y la propia OMS
advierten que España tendrá, al final de año, a un 75% de nuestra población
contagiada. ‘De lo que se trata es el hecho de evitar que ese contagio se
produzca en el mismo espacio de tiempo, sin progresión’, dice J.L.S.C., médico
del Hospital Universitario Infantil Niño Jesús de Madrid.
Para lograr ese objetivo ‘pasar de un estado de
confinamiento hasta el de una normalización absoluta necesita de aperturas de
movilidad y contactos progresivos que se extenderán más allá de este año. En
todo el 2020 estaremos aún trabajando en esa misma dirección, sin tener en
cuenta de posibles rebrotes, que obligarían a un retroceso de la movilidad, y
sin tener en cuenta que tras el otoño podemos tener otra emergencia. No será
igual, porque esperemos que la sensatez hará que estemos preparados’, asegura.
José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza
de Salud Pública afirma que ‘la distancia de seguridad va ser una constante en
nuestras vidas’, así como las medidas higiénicas. Geles, desinfectantes,
mascarillas, guantes formarán parte de nuestra rutina. ¿Durante cuánto tiempo?
Los meses de mayo, junio y julio forman parte del tiempo de comprobación del
éxito de las medidas que se han tomado y que se vayan a tomar en cuestiones de
socialización. Estas medidas afectan a todos los negocios relacionados con la
socialización en grandes grupos, como el toreo.
Para 2021, ese desplazamiento de aficionados y públicos
desde, por ejemplo, Francia o México, no sea tan posible como antes
Además de las sanitarias mencionadas, el sector ha
de tener en cuanta que la movilidad de personas entre países, entre comunidades
autónomas y entre pueblos y ciudades de una misma comunidad, no será total y,
en algunos casos, imposible hasta un tiempo que no sea un 2020 avanzado. Y en
2021.
Lo coherente es pensar que, para 2021, ese
desplazamiento de aficionados y públicos desde, por ejemplo, Francia o México,
no sea tan posible como antes. Que un ciudadano de Soria o Bilbao tenga más
difícil acudir a Las Ventas o que el AVE Madrid/Sevilla vaya repleto sin
medidas de distanciamiento el año que viene. Como será más difícil moverse en
el metro hasta la plaza de toros o en un transporte público o privado. Todas
estas cuestiones modifican de forma directa la idea de ‘normalidad’ total de
una temporada para 2021.
Los toros, los conciertos, las verbenas,
manifestaciones, fútbol, cine, teatro, bares, restaurantes, hoteles… se han de
adecuar ya a todos estos y otros escenarios. De hecho, las patronales de casi
todos estos sectores están trabajando ya en este escenario con el que objetivo
que adelantó Antonio Banderas al principio de la peste. Como propietario de
teatro y productor ‘prefiero dar una función con la mitad o un tercio de aforo
que no dar nada’. Para ello trabaja en la línea en la que trabajan las empresas
de recintos como en Madison Square Garden. ¿Qué medidas son, cómo adelantarse
al problema ahora que hay tiempo?
Hacer un trabajo presupuestario y logístico de una
situación de aforo reducido. Si las distancias de seguridad son unas, cuánta
gente puede entrar en mi recinto. Qué he de programar en ese escenario de
ingresos, qué reducción de costes son necesarios y qué precio de venta al
público se ha de poner. Qué el recinto cumpla las normas sanitarias de
desinfección, y tener acopio de elementos como, guantes, geles, mascarillas… es
básico y entran en los costes.
Entrarán, además, otros que ya están analizando en
el sector de la hostelería, restauración y grandes promotores de conciertos con
los agentes y autoridades sanitarias. La posibilidad de usar aplicaciones en
teléfonos que detallen si una persona que va a acceder al recinto está sana o
no. Una cuestión que no es ciencia ficción pues ya existen varias aplicaciones
que se han usado en China y Corea. Una medida tecnológica que es como un
retrato sanitario, una ‘carta verde’ o un pasaporte sanitario individual.
Todos los consultados advierten que los escenarios en las
zonas rurales o de baja población, pueblos y ciudades pequeñas, tendrán antes
la normalidad de su contacto social
Todas estas medidas ya están siendo analizadas por
empresas y patronales de los sectores de turismo y ocio, contando con una
premisa que debe de tener en cuanta el toreo. Así como el sector del turismo
sabe que la parte de facturación de este año que se pueda salvar ‘será sólo con
el turismo nacional y dentro de éste, con el turismo mas próximo al lugar de
oferta’.
Por la cuestión de movilidad progresiva desde lo
más local, hasta lo más alejado. Y sabiendo que las grandes ciudades tendrán
una menor movilidad sociable que las poblaciones de menor tamaño, sobre todo de
ámbito rural. Todos los consultados advierten que los escenarios en las zonas
rurales o de baja población, pueblos y ciudades pequeñas, tendrán antes la normalidad
de su contacto social.
Es este sentido, priorizar las grandes ferias en
lugar de adecuarlas a las nuevas realidades, obviando de nuevo a las plazas de
pueblos, se antoja error histórico. El trabajo en el toreo ha de ser en estas
dos direcciones: lo rural o pequeño, por una parte, y como reacondicionar los
grandes escenarios para las ferias y eventos.
En este segundo caso, modificar ofertas de
corridas con menos toros, ponerlas en dos horarios del mismo día si es
necesario, cuando la demanda sea mayor que la oferta, posibilitar al público
‘varios pases o funciones’, reformar oferta con espectáculos mixtos que den
salida a todos los escalafones, usar las plazas cubiertas fuera de las fechas
‘tradicionales’ aunque sea invierno, modificar modelos de pago y financiación
en beneficio del cliente… Todo es posible pensado con la sensatez que demanda
la nueva forma de vida.
La programación de toros, como la de otra oferta,
tendrá una economía condicionada por estos factores. Uno, los costes de
reducción de aforo. Dos, Los costes de la programado, que incluyen los costes
de medidas sanitarias tangibles u objetivas. Y, tres, la variable imprevisible
del público: quién irá a un recinto con público colectivo y qué dinero tendrá
en el bolsillo en medio de la crisis económica que tendremos. Los demás
sectores de ocio y turismo calculan sus PVP (precios de venta al público) bajo
estos parámetros, añadiendo las posibles ayudas administrativas y empresariales
que el Estado o las autonomías lleven a efecto. El toreo habría de hacer
exactamente lo mismo.
El trabajo en el toreo ha de ser en estas dos direcciones: lo
rural o pequeño, por una parte, y como reacondicionar los grandes escenarios
para las ferias y eventos
Es importante la variable sociológica o
psicológica. Quién se atreve a ir. No quién tenga ganas de ir, que serán
muchos. Esta variable no puede ser matizada, en el caso del toreo, por los
ingresos de la televisión. Todas las plataformas, aplicaciones y demás
tecnologías de ocio destinadas al consumo en casa, han disparado sus ventas y
lo seguirán haciendo. Desde Netflix hasta Amazon, pasando por las de menor
renombre.
Consumir en casa es más barato y más seguro, es
decir, el ocio en casa responde positivamente al temor por el contacto y al
temor por no tener dinero. El gremio de exhibidores de cine calculan que en
Madrid la mitad de las salas están condenadas al cierre. Las mató el cine en
casa.
En este sentido, plantear una solución estratégica
en los ingresos por televisión de cualquier tipo puede resultar un tiro en el
pie o en la cabeza. Esto no parece ser el fútbol que cuenta con dos cosas: un
activo de socios estructurado y a veces en lista de espera y un modelo de
reparto de televisión que llega hasta el club más modesto.Las marcas
publicitarias internacionales son las que sostienen el negocio de la tele y del
fútbol, cuestiones muy alejadas a la realidad del toreo. Éste es mera taquilla
más aditivos y es necesario calcular medidas que la pongan en riesgo. Ver toros
desde casa como solución estructural sería tanto como mermar gravemente la
taquilla.
La tele ha de ser usada, como tantos medios, en
mostrar esa otra parte de la Tauromaquia desconocida por aficionados y por el
gran público, el campo y sus manejos diarios. Los más de 14 millones de visitas
a los vídeos rurales de Miguel Ángel Perera son una muestra. Es el mejor
momento de hacer llegar a las casas, no tanto el negocio del toreo como la
Tauromquia en sí. Quizá sea el mejor momento para hacer autopromoción de la
fiesta con las gentes en casa. Llevarles lo que desconocen creando masa social
(y posible cliente) se antoja más necesario y útil que otras medidas que se
destinen sólo a matizar la pérdidas de un año.
Porque esto va a durar más. Hacia adelante si las
constantes sanitarias no observan retrocesos en el manejo de la pandemia. Pero
lento, progresivo y dificultoso. Pero no imposible. Y, como siempre,
adelantarse al problema parece ser la mejor receta. Buscar llegar a fin de mes
es urgente. Llegar a fin del 2021 sanos y salvos, lo importante. Para lo
urgente, las medidas económicas de reestructuración de costes es vital,
comenzando por rentas de las plazas y costes fijos. Para lo importante,
mantener las urgentes durante un tiempo y aprender a moverse en un nuevo
escenario social que nos asegure el futuro.
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