MANOLO
MOLÉS
@ManoloMoles
Redacción
APLAUSOS
Yo no sé si esto es verdad o mentira. Lo que sí
veo cada día cuando salgo a la calle en las horas que me corresponden y tengo
derecho es a un montón de descerebrados, hombres y mujeres, grupos de amigos,
que no se ponen la mascarilla porque no les da la gana. Este es un país en el
que saltarse las normas es una clásica chulería de paletos, pero de paletos con
peligro de contagiar. Este país precioso es a veces un país de cachondeo. ¿Han
visto las imágenes del pasado martes de un avión de Iberia traer a pasajeros de
todos los países y que te digan que venían sin medidas de seguridad? Las
imágenes rompen todo cumplimiento de la pandemia e invitan al desorden. Un
avión, codo a codo, lleno, con mascarillaas y a lo loco. Eso es traer la
enfermedad bajo el brazo.
Maximino Pérez, empresario de Cuenca, un tío muy currante que
cuida las ferias y a los abonados que tiene -5.000 concretamente-, no va a
poder dar toros porque con la norma de los nueve metros cuadrados no le caben
todos. Le caben menos de la mitad
Yo pregunto: ¿dónde está el medio metro o metro
entero o lo que sea en ese avión de Iberia? Y como aficionado me digo: el
gobierno o a quien corresponda permite ese aquelarre de contagio pero para dar
toros obliga que cada aficionado tenga que estar en 9 metros cuadrados. Le digo
una cosa, señor regulador: “Usted nos ha tomado por gilipollas”. Y es posible
que tenga razón si la buena gente del toro no levanta una denuncia contra
usted. Mire lo que provoca, señor responsable. Maximino Pérez, empresario de
Cuenca, un tío muy currante que cuida las ferias y a los abonados que tiene
-5.000 concretamente-, no va a poder dar toros porque con la norma de los nueve
metros cuadrados no le caben todos. Le caben menos de la mitad. Para no dejar a
unos en la calle y a otros en la plaza, tiene la diginidad y el fiasco
económico de no dar la feria. Hay distintas varas de medir: la amplia para el
Gobierno; la estrecha, para los taurinos. ¿Dónde está la oficina de
reclamaciones? En el avión, como sardinas, y en los toros, más tristes que un
torero al otro lado del telón de acero, que diría mi hermano Sabina.
Una mala: para ver toros el Gobierno nos confina
en 9 metros cuadrados del siguiente aficionado o familiar.
Una buena: se mantienen Alejandro Talavante, en
Arles, y José Tomás, en Nimes.
Otra buena: Lorca está ya recuperando terreno tras
el terremoto.
Una mala: los ganaderos del bou al carrer,
maltratados por la Conselleria de Agricultura. Y acusan, vaya con la peste
política, a Compromís del sacrificio de 600 reses bravas y la ruina económica.
Otra buena: la cuadra de caballos de Peña cumple
cien años de actividad taurina en Sevilla y en otras plazas. Empezó en 1925.
Mérito familiar.
Otra de Oltra: solo ayudará a animales de consumo
humano. A los toros de lidia, no. Vamos a ver. El toro de lidia es un animal
perfecto para el consumo humano. ¿O usted se cree que esa carne puede
infectarle de pasión por la Fiesta? Coño, estudien. Piensen.
Buena: Gonzalo Caballero vuelve al quirófano… pero
tiene a don Máximo García Padrós como garantía.
Otra buena y clara: Simón Casas y Rafael García
Garrido desmienten bulos. Palabras de Rafael: “Estamos unidos y a gusto”. Por
supuesto, en Madrid, pero en plazas que puedan venir, también. Rumores falsos.
Otra buena: José Ramón Lozano, director de
comunicación de Roca Rey.
Por los pelos: la Justicia de Aragón anula la
medida que quería imponer Podemos para prohibir los animales en el circo. Y
digo yo: ¿no sería más útil y conveniente para este país que se prohibiera a
los políticos que solo piensan en sus ideas interesadas y absurdas? La mayoría
van directamente contra la fiesta de los toros. Trabajar poco pero joder, lo
que se pueda.
Muy buena: Portugal lo ha hecho mejor. Pide ahora
la vuelta de los toros ¡atención! para el 1 de junio. El presidente de la
República parece estar de acuerdo. Toma ya.
Una horrible: Dependemos más de la política que de
la razón. Al revés sería mejor.
Otra mala: Me llaman amigos de México. Terrible.
Pérdidas millonarias por no poder dar festejos que estaban cerrados.
Buenos y malos: no sabemos si Zaragoza será el
gran cierre o ya estamos mudos; o si septiembre volverá a ser el mes de los
novilleros; o si en Bilbao, tras las elecciones, saldrá mandando la derecha, la
izquierda o a la pata coja. Hay tantas cosas en el aire… Y en un país como
este, que a veces parece la casa de tócame Roque no me fío de casi nada y menos
de los pronósticos de futuro. Bueno: me fío de ti, aficionado, que pasas por
taquilla, que lees, que escuchas, y me jode mucho tenerte a 9 metros.
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