En
México y Sudamérica
Fue
fundada en 1948, en la ex Hacienda de Santiago, en Villa de Arriaga, San Luis
Potosí, por el reconocido criador don Javier Garfias de los Santos
ADIEL
ARMANDO BOLIO
Especial para
VUELTA AL RUEDO
Sin duda, una de las ganaderías mexicanas que,
además de sus triunfos por su impecable crianza, se convirtió en dehesa madre
de muchas divisas, no sólo del país sino de Sudamérica, ha sido la casa de
Garfias, fundada en 1948, en la ex Hacienda de Santiago, en Villa de Arriaga,
San Luis Potosí, por don Javier Garfias de los Santos con 118 vacas de vientre,
25 de ellas de Santo Domingo y lo demás de Torrecilla, y cinco sementales,
entre ellos “Fundador”, marcado con el número 10, adquirido a don Julián Llaguno,
propietario de Torrecilla y fue hasta 1970 cuando la pasó al rancho Los Cues de
Huimilpan, Querétaro.
Es entonces el escritor don Agustín Linares García
en su obra de 1968, “Los Toros en España y México”, quien nos describe el
arranque de esta afamada ganadería.
“Cuenta la dehesa con 5, 600 hectáreas,
distribuidas en doce potreros, estando parte de la finca en el municipio de San
Felipe, Guanajuato y el resto en Villa de Arriaga, San Luis Potosí.
Entre los años de 1959 y 1964 aumentó la ganadería
con 65 vacas de San Mateo y varios sementales de la misma procedencia, siendo
el pie de simiente actual el referido, constituido por 300 vacas de vientres y
ocho toros con el hierro de San Mateo.
Por ello, de los productos obtenidos en esta
ganadería de Garfias se han vendido para la formación de otras, que ya son bien
conocidas en el país”.
Hay que señalar que el 15 de febrero de 1953 hizo
su debut esta vacada en la plaza de Torreón, Coahuila, en corrida de toros que
protagonizaron Fermín Rivera, Carlos Vera “Cañitas” y Rafael Llorente. Y se
presenta en la Monumental Plaza México el 14 de septiembre de 1958, lidiando
una novillada que fue muerta a estoque por Heriberto Quintero, Mariano
Rodríguez y Jesús Peralta, cortando este último las orejas al astado ‘Adivino’,
que mereció por su bravura el aplauso del público.
Continúa el señor Linares García: “El 1 de
septiembre de 1963, se le concede el indulto al toro ‘Camisero’, en Ciudad
Juárez, que correspondió a Joselito Huerta y quien le concedieron en forma simbólica
las orejas y el rabo. Pero donde los colores de la vacada alcanzaron un triunfo
arrollador fue el 14 de julio de 1964, en el ruedo de la plaza Monumental ‘La
Luz’ de León, Guanajuato, en donde se cortaron ocho orejas y un rabo, dándosele
la vuelta al ruedo al bravísimo toro ‘Curioso’, que correspondió a Raúl García
y en cuya corrida compartió los apéndices con Juan Silveti y el palmeño Manuel
Benítez ‘El Cordobés’. El siguiente día 28 del mismo mes, igual en 1964, lidia
en la Monumental Plaza México la novillada de prueba para la adquisición de
cartel, cupiéndole a don Javier Garfias el honor de ver pasear los despojos de
‘Orientador’, en triunfal vuelta al ruedo, el que había sido lidiado en forma
ejemplar y desorejado por el joven torero Alfonso Ramírez ‘Caleserito’.
Hizo entonces su debut la ganadería en corrida de
toros en la Monumental Plaza México, el 3 de enero de 1965, fecha en que data
su antigüedad y se le concede cartel, tomando parte en ella Joselito Huerta,
Jaime Rangel y el madrileño Victoriano Valencia, siendo a partir de entonces
los colores de la divisa en naranja y rojo”.
Por último, señala don Agustín Linares García:
“Con motivo de las corridas celebradas para conmemorar el bicentenario de Lima,
Perú, se lidió una corrida edad y trapío y que salió del campo garfeño con un
promedio de 553 kilos, siendo lidiada el 20 de febrero de 1966 por el rondeño Antonio Ordóñez, el sevillano Paco
Camino y el salmantino Santiago Martin ‘El Viti’.
Don Javier Garfias de los Santos fue un sabio en la crianza de ganado bravo / ADARBO |
En esta corrida sobresalió en forma notable el
toro ‘Carnavalero’ y al que Ordóñez le cortó las orejas y el rabo,
concediéndosele por esta faena el trofeo en disputa en la feria limeña. También
‘El Viti’ tuvo la oportunidad de triunfar cortando apéndices debido a la
bravura de los toros que le tocaron en suerte. Señalo como dato que uno de los
toros de esta corrida no fue lidiado, siendo adquirido por don Lucho González,
ganadero peruano de La Huaca para destinarlo como semental”.
Se destaca que el paso de la divisa de Garfias por
la Monumental Plaza México ha sido de pleno éxito, sobresaliendo los rabos que
cortaron el 30 de enero de 1972 los espadas Manolo Martínez a “Gladiador” y el
jienense Sebastián Palomo “Linares” a “Tenorio. El 7 de enero de 1973 Curro
Rivera a “Horchatito”. El 22 de diciembre de 1974 el salmantino Pedro Gutiérrez
“Niño de la Capea” a “Corvas Dulces”. El 11 de enero de 1976 Eloy Cavazos a
“Vidriero”. Y el 17 de febrero de 1985 “El Capea” a “Manchadito”.
Un toro se ha indultado de esta vacada, el 17 de
febrero de 1980, Marcos Ortega a “Boca Seca”, faena por la que el juez de plaza
Pedro López Anaya le otorgó al torero únicamente dos orejas simbólicas.
Y en el renglón novilleril, sólo el 13 de
noviembre de 1977, cuando Manolo Capetillo indultó a “Jardinero” y por ello se
le otorgaron los máximos trofeos simbólicos.
Pero quizá uno de los mayores logros de esta
célebre ganadería ha sido llegar a ser madre de muchas casas que han sido
continuadoras de su casta y abolengo tanto en México como en Sudamérica, sobre
todo en Venezuela y Ecuador.
Desafortunadamente don Javier Garfias de los
Santos murió en su finca el 1 de noviembre de 2005 y desde entonces sus
sucesores son quienes se han hecho cargo de la dehesa siendo el representante
de la misma su hijo don Pedro Garfias Sitges. En nuestra siguiente entrega abordaremos
el tema de otra gran ganadería nacional, la de San Miguel de Mimiahuápam.
DATO
Uno de los mayores logros de la célebre ganadería de Garfias
ha sido llegar a ser madre de muchas casas que han sido continuadoras de su
casta y abolengo
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