sábado, 9 de mayo de 2020

Santo Domingo, dehesa emblemática

Divisa de gran fama
La formación de la ganadería potosina empezó a finales del siglo XIX con puro ganado sevillano de la afamada dehesa de Miura

ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA AL RUEDO

Santo Domingo es otra de las ganaderías nacionales que se puede considerar como base en la crianza del ganado gravo en nuestro país y por ello, a través de la narrativa del escritor don Agustín Linares García, en su obra sesentera, “Los Toros en España y México”, nos daremos cuenta de ello.

“En el año de 1885, los hermanos don Manuel y doña María Ygueravide, introdujeron ganado bravo en la finca de su propiedad llamada Espíritu Santo. Se formó entonces la ganadería con vacas criollas y un semental español de Miura, de nombre ‘Chicorro’, berrendo en castaño y capirote, que trajo a México en aquella época el famoso matador de toros guipuzcoano don Luis Mazzantini.

En 1895, adquiere don Manuel  cuatro vacas de la misma procedencia, alcanzando la ganadería un sólido prestigio en toda la República Mexicana por la bravura de los toros, que justificaron su buen pie de simiente.

Don Francisco del Hoyo, esposo de doña María, en 1916 importó seis vacas y otro semental del hierro miureño.

Los azares de la Revolución Mexicana de 1910 a 1919, motivaron en mayor o menor grado la decadencia de todas las fincas ganaderas. Renació entonces la tranquilidad y en 1926 don Manuel Labastida y Peña adquirió la totalidad del ganado de lidia de Espíritu Santo, pasándolo a la finca de Santo Domingo, propiedad de la familia desde tres generaciones atrás, y tomando a partir de entonces este nombre.

Se trajeron pues, en 1927, 50 vacas de la antigua ganadería de Cruces, formada con ganado criollo y un toro navarro de Otaolaurruchi.

Hubo una nueva cruza de 1929 a 1935, con cinco sementales de don Antonio Llaguno González, propietario de San Mateo. En 1940, con otro toro de Carlos Cuevas. Y en 1945, se agregaron 10 de Torrecilla, de don Julián Llaguno González. Todo el pie de simiente que posteriormente poseyó esta famosa ganadería procedió de lo de Torrecilla, pura sangre del Marqués de Saltillo, contando con más de 300 vacas de vientre.

Se encuentra enclavada la dehesa en el municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí, estando a 1, 700 metros de altura sobre el nivel del mar.

Al llegar al casco de la casa se halla, en una gran planicie, la iglesia con su fachada de cantera blanca y líneas esbeltas, decorada en oro en el interior. Al suroeste queda el jardín lleno de árboles. En el lado sur hay una arquería de 80 metros de largo. Por la mitad del jardín se comunica a un patio privado frontero a la casa. En la parte sur de este patio está la puerta de entrada.

Había una escuela en la Hacienda, a la que asistían empleados, mozos y sus familias.

El tentadero tiene 31 metros de diámetro, cuatro burladeros, un palco a la derecha de toriles y, dos corrales, uno para el ganado que se va a tentar y, el otro, para el ya tentado. El palco, de cuatro gradas, tiene capacidad para 60 personas. Está situada la placitas en la cañada de un río a 100 metros de una gran presa.

Los 11 potreros destinados al ganado bravo, llevan los siguientes nombres: ‘Rancho Viejo’, ‘El Bayo’, ‘Peñas Altas’, ‘El Romeral’, ‘San José’, ‘La Visnaguilla’, ‘El Capulín’, ‘El Granizo’, ‘Milpillas’, ‘La Boquilla’ y ‘El Coyote’. Hay un potrero de reserva para los machos de un año y medio para arriba. La tienta se efectúa en los meses de noviembre y diciembre, en plaza, tentando las vacas a los dos años y medio, y los becerros al año y medio. La alimentación es a base de los pastos de la región”.

Recordamos que Santo Domingo lidió por vez primera vez en San Luis Potosí el 3 de marzo de 1927, con seis toros para Juan Silveti y el sevillano Manuel Blanco “Blanquito”. Luego se presentó en El Toreo de la Condesa el 25 de junio de 1944, con seis novillos para Francisco Rodríguez, Gabriel Soto y Pepe Luis Vázquez. Y su primera corrida de toros la envió el 19 de marzo de 1961 a la Monumental Plaza México para el rejoneador Gastón Santos y, a pie, los diestros Juan Silveti, el sudamericano José Zúñiga “Joselillo de Colombia”, Alfredo Leal, Jorge “Ranchero” Aguilar, quien cortó un rabo para llevarse el trofeo “Oreja de Oro”, y Jaime Rangel.

En 1963, el 31 de marzo, en la famosa tarde de los berrendos de Santo Domingo, en El Toreo de Cuatro Caminos, el sevillano Paco Camino le cortó dos orejas a “Gladiador” y las orejas y rabo al extraordinario “Traguito”.

La tarde del 31 de enero de 1965, en la Monumental Plaza México se lidiaron seis toros castaños, pinta preferida del ganadero y a Raúl García le correspondió “Comanche” que fue indultado.

Y continúa don Agustín: “En el cuadro de honor de la vacada figuran muchos toros que fueron inmortalizados como ‘Campasolo’, ‘Faisán’, ‘Marquesito’, ‘Africano’ y ‘Gladiador’, estos tres últimos lidiados en San Luis Potosí y a los que se les dio la vuelta al ruedo.

El 17 de mayo de 1953 se lidió una gran novillada en la Monumental Plaza México, sobresaliendo ‘Faisán’, que fue de bandera y al que le cortó una oreja el debutante en este ruedo Antonio del Olivar.

El extinto ganadero don Manuel Labastida y Peña llegó a ser un gran aficionado práctico, habiendo matado toros en su finca para deleite personal”.

Con motivo de su fallecimiento el 26 de enero de 1961, heredó la ganadería a sus tres hijos Manuel, Javier y Emma Labastida Ygueravide, quienes formaron tres lotes en 1969 y se separaron, siendo don Javier quien conservó el nombre de Santo Domingo. Agregó en 1971 un semental de Garfias, en 1972 uno de San Miguel de Mimiahuápam y en 1976 otro de Garfias.

Don Javier falleció el 21 de enero de 1999 en San Luis Potosí y dejó la ganadería en manos de sus sucesores, de los cuales don Javier Labastida Salcedo fue quien se hizo cargo de la vacada.

DATO
En 1926 don Manuel Labastida y Peña adquirió la totalidad del ganado bravo de Espíritu Santo, pasando la dehesa a la finca de Santo Domingo

Celebra 15 años de doctorado: Arturo Macías, de “manteles largos”
Lo tomó en el coso Monumental de Aguascalientes dentro de la prestigiada Feria Nacional de San Marcos, en 2005

El matador de toros aquicalidense Arturo Macías está de “manteles largos”. Y es que hace ya 15 años comenzó el sueño de un joven que había luchado por llegar a la tarde que todos los que quieren ser matadores anhelan tener, el día de su doctorado, mismo que ocurrió el 7 de mayo de 2005 en el coso Monumental de Aguascalientes, en el marco de la afamada Feria Nacional de San Marcos.

En tal ocasión, Macías llevó como padrino a José Luis Angelino y como testigos fungieron en tan tarde tan importante Israel Téllez y el salmantino Pedro Gutiérrez “El Capea” para lidiar ganado de la divisa de Xajay.

Para tal fecha, Arturo vistió de tabaco y oro, el toro de la alternativa se llamó “Cortijero”, marcado con el número 553, pesó 481 kilos y el espada con el corazón en la mano ligó y bordó pase a pase una faena emotiva que estuvo impregnada de valor, entrega y torería, lo que le derivó en una vuelta al ruedo que el público le reconoció con aplausos.

Han sido entonces 15 años plenos de sueños, esfuerzos, sacrificios y cornadas, que han forjado a Arturo Macías en esta dura profesión de constante entrega, de estar luchando por permanecer siempre en los primeros lugares del escalafón y mantenerse en el gusto del público, lo que lo ha llevado a tener muchos logros en su carrera, entre ellos una marca en la Monumental Plaza México de nueve puertas grandes de “El Encierro”.

Al respecto, Arturo comenta: “Ustedes me conocen, se torea como se es. Gracias por estos 15 años, por su paciencia, por su entrega, por su tiempo. Yo simplemente he querido ser sincero, honrado y estoy agradecido con Dios, con la vida, por permitirme de un sueño hacerlo una realidad, simplemente espero que Dios me conceda la oportunidad de seguir haciendo lo que más me gusta que es torear. Estoy agradecido con todo el público, por la entrega que han tenido conmigo. Yo me he entregado a ellos a más no poder. Gracias por estos 15 años, gracias de corazón por estar a mi lado, por acompañarme, por ir hombro a hombro forjando una carrera juntos. Lo que he conseguido también ha sido gracias a ustedes”.

En festejo sin autorización: Percance, en la “Vicente Segura”
El novillero Curro Recoba resultó herido, con grave cornada en el recto, salió el martes del hospital

Ya el reciente domingo 3 de este mes por la mañana durante en mi intervención vía telefónica en el programa radiofónico “De Todo menos de Futbol”, que se emite por Éxtasis Digital en el 1530 de AM, en la Ciudad de México y que es conducido por el licenciado Fernando Rosique, Alberto Carrillo y el colega Gustavo Mares, di la nota exclusiva de que se había llevado un festejo taurino sin autorización, en el coso Monumental “Vicente Segura” de Pachuca, Hidalgo, mismo que después quisieron minimizar al decir que había sido en un cortijo, pero el asunto es que en esta época de estrictas medidas sanitarias por el coronavirus, en tal evento hubo un herido grave, el aspirante a novillero Curro Recoba, quien sufrió una grave cornada.

Una vez que hice público el hecho, mi compañero y amigo Gustavo Mares se dio a la tarea de investigar y de ella esto surgió:

Un festejo a puerta cerrada y sin autorización de los profesionales del gremio, celebrado el pasado sábado en la pachuqueña Monumental “Vicente Segura” arrojó como saldo un aspirante a novillero gravemente herido. Fue el tlaxcalteca Curro Recoba, quien sufrió una cornada en la zona rectal de dos trayectorias, una de 20 y otra de 27centímetros.

La seriedad de esta cornada es comparada con la que sufrió hace tres años en la México el valiente zacatecano Antonio Romero, quien al día de hoy vive bajo la sombra de una nueva intervención quirúrgica debido a las secuelas.

Recoba salió el martes pasado del sanatorio Bapeva. Mientras convalecía, Irving Pérez Recoba -nombre completo del torero-, aseguró que el percance había ocurrido “en un cortijo hidalguense”.

Sin embargo, poco después se supo que el accidente tuvo lugar en el marco de una fiesta privada organizada por el diestro en retiro Jorge Benavides, quien con semanas de antelación solicitó a las agrupaciones correspondientes el servicio de cuadrillas y de servicio médico, sin embargo, no se los proporcionaron porque previamente las asociaciones que integran el medio taurino: Empresarios, Matadores, Subalternos y Ganaderos signaron un convenio en el que se comprometían a cumplir los protocolos sanitarios que piden las autoridades. Documentos a los que tuvieron acceso los participantes.

El festejo se realizó en el coso hidalguense que es administrado por el municipio. Actuaron, además de Benavides, Xavier Gallardo, Antonio Lomelín, Manolo Guevara, Ángel Gabriel, Ávila de la Torre y un becerrista.

Curro Recoba salió en calidad de ayuda. El percance ocurrió cuando al correr al último astado que correspondía a Gallardo, el burel metió la cabeza a la tronera y le pegó el “cornadón”.

Sin la autorización correspondiente de las agrupaciones lo trasladaron a la capital de Hidalgo para su atención médica. Arribó a un sanatorio que no forma parte de la red de hospitales de la aseguradora.

Luego de contactar a Francisco Dóddoli, representante ejecutivo de la Asociación de Matadores, se decidió tramitar un “‘reembolso” con la aseguradora, mientras tanto el entorno del lesionado cubrió la cuenta del nosocomio.

La compañía de seguros tuvo conocimiento del percance, pero también supo que no fue en un cortijo. Incluso tiene en su poder fotografías y reseñas.

La gravedad de la cornada mantendrá inactivo al chaval por lo menos medio año. Le tuvieron que realizar una colostomía con la colocación de una bolsa de Bogotá, lo que invariablemente lo regresará al quirófano en unos meses.

El entorno del herido, que está al corriente con sus cuotas de actuación, espera que la aseguradora cubra los gastos. Del otro lado, la empresa de seguros investiga los hechos.

Al interior de la Asociación Nacional de Matadores de Toros no se ha tomado una postura oficial, porque primero tendrá que ponerse a consideración de la asamblea.

Hidalgo es uno de los estados más afectados por la crisis sanitaria del coronavirus.

Después de una entrevista con Gustavo Mares, el novillero herido aseguró que a su apoderado, Pepito Arroyo, hijo del empresario de la plaza de Tlalpan, no le había parecido adecuado que hiciera declaraciones a la prensa, hecho que puede complicar el trámite con la aseguradora.

Días después del percance, el senador Carlos Aceves del Olmo se comunicó a la Asociación de Matadores para pedir que el gremio “durante los próximos 15 días” no lleve a cabo algún evento taurino a petición de la titular de la Secretaría del Trabajo, Luisa María Alcalde Durán.

Tras el percance, el novillero Luis Farfán hizo un grupo en redes sociales, donde solicitó apoyo económico para sufragar los gastos. Aseguró que todo ocurrió “mientras toreaba a puerta cerrada en Pachuca”.

A través del mismo grupo, la mamá del novillero lesionado dijo: “Sé que mi hijo no hizo lo correcto, pero como madre soltera que soy, estoy pasando por momentos muy difíciles”.

El reconocido doctor Jorge Uribe, Jefe de los Servicios Médicos de la Asociación de Matadores, dijo al respecto: “La cornada fue muy dura, de dos trayectorias. Lo operó perfectamente bien el doctor Luis Pérez. El problema es ¿por qué se brincaron las trancas? Se les dijo en tiempo y forma que por la crisis del coronavirus no se podía brindar el servicio. Incluso me llamó Juan Ramón Saldaña (secretario general de los subalternos) para hablar del tema en el entendido de que ya habían circulado los comunicados que pedían cumplir los protocolos”.

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