Ahora,
a la espera de que suenen los clarines, toca paciencia, barajar, repartir
cartas y esperar. Recemos por el futuro: San Jaime, San Jaime... acuérdate de
la Fira de Juliol. Y mientras llegan los resultados, vayan anudándose el
pañuelico, San Fermín está a la vuelta de la esquina.
José Luis
Benlloch
Redacción
APLAUSOS
Los últimos días se mezclaron con intensidad los
rumores y las noticias. Es lo que manda en el mundo y el toreo forma parte del
mundo por mucho que algunos matarían para que no fuese así. La combinación
tiene su aquel, hasta diría que crea adicción. Ahí está el mareante trajín de
las redes para atestiguarlo. Noticias en tiempo real, noticias adelantadas al
tiempo, noticias que no son noticias porque no son verdad, fake news les llaman
ahora, antes eran simplemente bresquillas o trolas que apetecía creer o no y
hacían fortuna. El caso es que priman y molan por usar terminología actual y
acaban calando. La píldora que más se hizo notar los últimos días -y era
verdad- fue la que apuntaba a la posibilidad de una nueva actuación de José
Tomás sin necesidad de esperar al año que viene. Los ojos miraban hacia San
Sebastián, con motivos, pues es feria a medida de sus planteamientos: buen
aforo; dimensión de abono justa para no hacer excesivamente onerosa su
adquisición; seguridad climatológica; proximidad a la frontera francesa -hay
que ampliar la clientela-; su elección tendría además argumento de superioridad
moral, hay que apoyar la tauromaquia en un territorio donde se siente la
amenaza anti/nacionalista; y si quieren más motivos a favor de SS vale con
recordar que es un territorio contrastado en el que el plan tuvo éxito, mucho
éxito, no hace tanto; que queda lejos lejísimos de la anterior actuación, de
Granada a San Sebastián hay como quien dice una España entera, etcétera,
etcétera, pero… el rumor se quedó en rumor.
Que no haya cuajado lo de José Tomás en Donosti no significa
necesariamente que haya que esperar otro año para verle vestido de luces. Ahora
los zahoríes de la cuestión decían que si Málaga, que ya no es, dicen que si
Nimes… y alimentan la leyenda
Hubo conversaciones, eso sí, con medio mundo a la
expectativa y el otro medio no se había enterado, conversaciones que llegaron
lejos pero no cuajaron, lo que no quiere decir que los leales al tomasismo,
devotos y aficionados en general, vayan a tener que esperar otro año para verle
vestido de luces. Ahora los zahoríes apuntan a latitudes distintas, decían que
si Málaga, que ya no es, dicen que si Nimes, donde cuajó una de sus tardes, en
realidad mañana, más redondas de su segunda etapa, dicen, dicen, dicen… y
alimentan la leyenda. Tampoco está mal ahora que tanto prima un realismo
navajero y desabrido de las fake news, esto son ilusiones, con posibilidades,
eso sí.
Lo que no ha sido rumor sino noticia han sido los
carteles de la en otro tiempo todopoderosa y apetecida, también para los
toreros, ¡qué tiempos, qué lujo! Feria de Julio de Valencia, a la que algunos
siguen empeñados en llamar Feria de San Jaime, señal de desconocimiento, cuando
en realidad la Fira de Juliol nunca tuvo ninguna connotación religiosa más allá
de que la festividad de Santiago o San Jan Jaime, patrón de España, al menos lo
era, y onomástica de El Choni, al que los aficionados felicitaban apenas
asomaba a la puerta de cuadrillas ¡Fe-li-ci-da-des!, coincidía con los días de
su celebración. Es como si a la Feria de Sevilla la denominásemos, en ese caso
no se atreverían, feria de San José Obrero o feria del Trabajo, pues no, se
celebra muchos años el uno de mayo pero es la Feria de Abril. Me apetecía
aclararlo. De la misma manera que no me canso de reclamar acciones para
potenciarla, a la Fira me refiero, cualquier día habrá que decir rescatarla, si
no queremos que sea un recuerdo residual o simple argumento para historietas de
abuelo cebolleta. Ahora que ha florecido una conciencia de defensa del toreo y
sus esencias, la Fira, la primera que surgió al estilo actual, no sería un mal
objetivo. En cualquier caso, lo que nos ha traído a este punto es la
publicación de los carteles de este año, que al parecer han pasado por
múltiples avatares antes de ver la luz. Sobre ellos escribí en Las Provincias
que no son las combinaciones más atractivas ni las más potentes para relanzar
la Feria de Julio. Según se desprende de los detalles de las negociaciones que
se filtran, los intereses y gustos de algunas primeras figuras y los
condicionantes del pliego de arrendamiento han ido desmoronando los planes
iniciales de la empresa SC. Será eso.
Más allá de que haya que disparar al pianista o al maitre o
al representante de la estrella al que nada le parece suficiente, la realidad
de la Fira de Juliol es la que es y solo queda hacer un ejercicio de optimismo
y no perder la fe. Tras San Isidro, cabe la ilusión de que lo que no parecía
que fuese a ser, sea
Más allá de que haya que disparar al pianista o al
maitre o al representante de la estrella que nada le parece suficiente, la
realidad es la que es y solo queda hacer un ejercicio supremo de optimismo y no
perder la fe. Tras los resultados de la reciente Feria de San Isidro, cabe la
ilusión de que se repita la sorpresa y lo que no parecía que fuese a ser, sea.
Estaría bien. Me mantengo en ello. ¿Por qué no han de repetirse desenlaces como
los de Madrid?... Aunque no sea la feria de San Jaime ya podría el santo echar
una mano, la que no echan los hombres, e incluyo a los toreros con palmito de
figura que tantos remilgos ponen y a los políticos que tantos brindis al sol
plasmaron en el pliego a cargo de la demagogia. Ahora, visto lo que hay,
estamos en manos de la providencia, se hace muy necesaria una intervención
divina para asegurar la continuidad en el tiempo de la Fira. Sería conveniente
que las fuerzas celestiales se conjurasen para el rescate. En ese caso la
podríamos rebautizar como Feria de San Jaime, estaría muy justificado, o de
quien meta el hombro, Feria de Roca, de Ponce, de Juli, de Morante, de
Manzanares, de Ureña... Yo voto por la idea. Además, no sería novedad. De los
años de mayor esplendor queda el recuerdo de las que denominaron feria de
Granero, de Belmonte o la de Barrera y Félix Rodríguez, la de Litri y Aparicio
y un lustro antes la de Manolete, que tan bien y con tanto detalle cuentan Toni
Gázquez y Paco Laguna en el enciclopédico libro que presentarán esta semana. No
se lo pierdan.
Ahora, a la espera de que suenen los clarines,
toca paciencia, barajar, repartir cartas y esperar. Recemos por el futuro: San
Jaime, San Jaime... acuérdate de la Fira. Y mientras llegan los resultados,
vayan anudándose el pañuelico, San Fermín está a la vuelta de la esquina.
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