jueves, 4 de julio de 2019

LA PINCELADA DEL DIRECTOR – Toca barajar... y esperar

Ahora, a la espera de que suenen los clarines, toca paciencia, barajar, repartir cartas y esperar. Recemos por el futuro: San Jaime, San Jaime... acuérdate de la Fira de Juliol. Y mientras llegan los resultados, vayan anudándose el pañuelico, San Fermín está a la vuelta de la esquina.

José Luis Benlloch
Redacción APLAUSOS

Los últimos días se mezclaron con intensidad los rumores y las noticias. Es lo que manda en el mundo y el toreo forma parte del mundo por mucho que algunos matarían para que no fuese así. La combinación tiene su aquel, hasta diría que crea adicción. Ahí está el mareante trajín de las redes para atestiguarlo. Noticias en tiempo real, noticias adelantadas al tiempo, noticias que no son noticias porque no son verdad, fake news les llaman ahora, antes eran simplemente bresquillas o trolas que apetecía creer o no y hacían fortuna. El caso es que priman y molan por usar terminología actual y acaban calando. La píldora que más se hizo notar los últimos días -y era verdad- fue la que apuntaba a la posibilidad de una nueva actuación de José Tomás sin necesidad de esperar al año que viene. Los ojos miraban hacia San Sebastián, con motivos, pues es feria a medida de sus planteamientos: buen aforo; dimensión de abono justa para no hacer excesivamente onerosa su adquisición; seguridad climatológica; proximidad a la frontera francesa -hay que ampliar la clientela-; su elección tendría además argumento de superioridad moral, hay que apoyar la tauromaquia en un territorio donde se siente la amenaza anti/nacionalista; y si quieren más motivos a favor de SS vale con recordar que es un territorio contrastado en el que el plan tuvo éxito, mucho éxito, no hace tanto; que queda lejos lejísimos de la anterior actuación, de Granada a San Sebastián hay como quien dice una España entera, etcétera, etcétera, pero… el rumor se quedó en rumor.

Que no haya cuajado lo de José Tomás en Donosti no significa necesariamente que haya que esperar otro año para verle vestido de luces. Ahora los zahoríes de la cuestión decían que si Málaga, que ya no es, dicen que si Nimes… y alimentan la leyenda

Hubo conversaciones, eso sí, con medio mundo a la expectativa y el otro medio no se había enterado, conversaciones que llegaron lejos pero no cuajaron, lo que no quiere decir que los leales al tomasismo, devotos y aficionados en general, vayan a tener que esperar otro año para verle vestido de luces. Ahora los zahoríes apuntan a latitudes distintas, decían que si Málaga, que ya no es, dicen que si Nimes, donde cuajó una de sus tardes, en realidad mañana, más redondas de su segunda etapa, dicen, dicen, dicen… y alimentan la leyenda. Tampoco está mal ahora que tanto prima un realismo navajero y desabrido de las fake news, esto son ilusiones, con posibilidades, eso sí.

Lo que no ha sido rumor sino noticia han sido los carteles de la en otro tiempo todopoderosa y apetecida, también para los toreros, ¡qué tiempos, qué lujo! Feria de Julio de Valencia, a la que algunos siguen empeñados en llamar Feria de San Jaime, señal de desconocimiento, cuando en realidad la Fira de Juliol nunca tuvo ninguna connotación religiosa más allá de que la festividad de Santiago o San Jan Jaime, patrón de España, al menos lo era, y onomástica de El Choni, al que los aficionados felicitaban apenas asomaba a la puerta de cuadrillas ¡Fe-li-ci-da-des!, coincidía con los días de su celebración. Es como si a la Feria de Sevilla la denominásemos, en ese caso no se atreverían, feria de San José Obrero o feria del Trabajo, pues no, se celebra muchos años el uno de mayo pero es la Feria de Abril. Me apetecía aclararlo. De la misma manera que no me canso de reclamar acciones para potenciarla, a la Fira me refiero, cualquier día habrá que decir rescatarla, si no queremos que sea un recuerdo residual o simple argumento para historietas de abuelo cebolleta. Ahora que ha florecido una conciencia de defensa del toreo y sus esencias, la Fira, la primera que surgió al estilo actual, no sería un mal objetivo. En cualquier caso, lo que nos ha traído a este punto es la publicación de los carteles de este año, que al parecer han pasado por múltiples avatares antes de ver la luz. Sobre ellos escribí en Las Provincias que no son las combinaciones más atractivas ni las más potentes para relanzar la Feria de Julio. Según se desprende de los detalles de las negociaciones que se filtran, los intereses y gustos de algunas primeras figuras y los condicionantes del pliego de arrendamiento han ido desmoronando los planes iniciales de la empresa SC. Será eso.

Más allá de que haya que disparar al pianista o al maitre o al representante de la estrella al que nada le parece suficiente, la realidad de la Fira de Juliol es la que es y solo queda hacer un ejercicio de optimismo y no perder la fe. Tras San Isidro, cabe la ilusión de que lo que no parecía que fuese a ser, sea

Más allá de que haya que disparar al pianista o al maitre o al representante de la estrella que nada le parece suficiente, la realidad es la que es y solo queda hacer un ejercicio supremo de optimismo y no perder la fe. Tras los resultados de la reciente Feria de San Isidro, cabe la ilusión de que se repita la sorpresa y lo que no parecía que fuese a ser, sea. Estaría bien. Me mantengo en ello. ¿Por qué no han de repetirse desenlaces como los de Madrid?... Aunque no sea la feria de San Jaime ya podría el santo echar una mano, la que no echan los hombres, e incluyo a los toreros con palmito de figura que tantos remilgos ponen y a los políticos que tantos brindis al sol plasmaron en el pliego a cargo de la demagogia. Ahora, visto lo que hay, estamos en manos de la providencia, se hace muy necesaria una intervención divina para asegurar la continuidad en el tiempo de la Fira. Sería conveniente que las fuerzas celestiales se conjurasen para el rescate. En ese caso la podríamos rebautizar como Feria de San Jaime, estaría muy justificado, o de quien meta el hombro, Feria de Roca, de Ponce, de Juli, de Morante, de Manzanares, de Ureña... Yo voto por la idea. Además, no sería novedad. De los años de mayor esplendor queda el recuerdo de las que denominaron feria de Granero, de Belmonte o la de Barrera y Félix Rodríguez, la de Litri y Aparicio y un lustro antes la de Manolete, que tan bien y con tanto detalle cuentan Toni Gázquez y Paco Laguna en el enciclopédico libro que presentarán esta semana. No se lo pierdan.

Ahora, a la espera de que suenen los clarines, toca paciencia, barajar, repartir cartas y esperar. Recemos por el futuro: San Jaime, San Jaime... acuérdate de la Fira. Y mientras llegan los resultados, vayan anudándose el pañuelico, San Fermín está a la vuelta de la esquina.

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