jueves, 31 de agosto de 2017

LA HORA DE LA VERDAD - Las Ventas, en el limbo

ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna

La información sobre la reforma de Las Ventas que firma Roberto Bécares este miércoles en EL MUNDO despeja algunos interrogantes sobre las obras que exige el estado del coso.

La pieza de Bécares aclara el presupuesto 15,1 millones de euros, la fecha de inicio (el último semestre de 2018), el número aproximado de localidades que perderá Las Ventas (entre 2.000 y 2.500), el objetivo de que la farónica empresa se acomenta por fases y el largo proceso administrativo con Patrimonio al fondo.

Madrid contará con un edificio multiusos -concluye el texto- "para que las licencias de cualquier tipo de espectáculo dependan de ellos y no del Ayuntamiento de la capital". Esto último es una inexactitud en la que se viene incurriendo: todas las licencias dependen de la Comunidad de Madrid; el Ayuntamiento únicamente emite informes técnicos sobre la seguridad de los espectáculos no taurinos. Ahora "sólo" falta el proyecto.

Entonces, ¿qué obras pensaban hacer en junio cuando se pretendía clausurar la plaza en verano?. Reformas de gradas y andanadas, dice Manuel Ángel Fernández, que es el ñapas con cargo de director gerente del Consejo de Asuntos Taurinos. Fernández señala a "un cambio de criterio del Ayuntamiento" -cuando el criterio del Ayuntamiento viene fijado de lejos- como responsable de la situación.

De su pliego de condiciones que sacó a subasta pública un edificio inhábil para su explotación ni palabra. Queda Las Ventas en un limbo más allá del que ya está. Del limbo de las licencias -de unas carece y la taurina es como el fantasma de la chica de la carretera- al limbo contractual.

La oferta que ganó el concurso (Casas-Nautalia) no se puede desarrollar en su totalidad. Ni se podrá en un futuro de "obras por fases". Y hasta llegar a las obras, tampoco. Desde la Comunidad de Madrid insisten en que la reforma no afectará a la programación taurina, toda vez que la extrataurina la dinamita por completo. Y esto tiene unas consecuencias en la relación contractual entre inquilino y propietario, entre Casas-Nautalia y la CAM.

Llámese reequlibración, renegociación, compensación o el término que quieran para que encaje en el marco de la Ley. Cuando alcancen algún acuerdo, igual lo cuentan. Por aquello de la transparencia y para quedar todos tranquilos de que, como las obras, tampoco afectará al desarrollo de la temporada. Que las elecciones esperan a la vuelta de la esquina de 2019. Como bien calcula el gobierno de Cristina Cifuentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario