El extremeño corta cuatro orejas
y sale a hombros con David de Miranda en la segunda del ciclo onubense.
CARLOS CRIVELL
@carloscrivell
Torrealta lidió una buena corrida en Huelva. Se deja a un
lado el primero, que por su exigua cornamenta podía haberse quedado en el
campo, pero el resto fue un conjunto que sumó nobleza y y un punto de casta que
le dieron al festejo una buena dosis de emoción.
Entre ellos, el segundo fue un toro estrecho de sienes, tocado
de pitones, algo avacado, que embistió con fijeza, humillación y repetición. Un
toro que encontró un torero en un momento dulce: Miguel Ángel Perera. Qué buen
toro y qué buen torero. Perera se había lucido con el capote y se plantó en el
centro para comenzar con los pases por la espalda. Las dos tandas siguientes
con la derecha fueron ejemplares por temple, mando y largura de los muletazos.
Con la izquierda, temple y aguante cuando el animal frenó sus bríos, para
rematar en una loseta con los cambios de mano y los de pecho. Todavía quedaban
los circulares, las luquecinas y el toreo con la derecha sin estoque para que
la plaza gozara entusiasmada con una faena tan redonda. Estocada y dos orejas
con vuelta al ruedo en el arrastre para el de Torrealta.
Perera levantó al tendido en un quite por cordobinas al
quinto, rítmicas y suaves. Fastuosa la lidia de Curro Javier y los pares de
Ambel. Otra vez el temple con la derecha y pases de pecho interminables. El
toro embistió mucho; Perera lo fue cuajando pase a pase. Perfecto en el
embroque, el adorno de las flores le puso la guinda a su labor. Con la
izquierda, tocó con pulso para embeber sus arrancadas. Al final, en los
terrenos del animal, Perera se sintió dominador absoluto del astado y de la
tarde.
Sebastián Castella tropezó en primer lugar con un animal
soso y flojo. No se estrechó mucho Sebastián en una labor sin gran relieve. El
jabonero cuarto tenía pocas fuerzas. Castella estaba obligado a justificarse.
Lo hizo en una labor entregada en la que tropezó con la flojera del astado y su
viaje corto y apagado. Hubo mucha voluntad y cierto desorden en el
planteamiento en una labor de duración excesiva. No fue la mejor tarde del
francés, ciertamente con los dos toros más flojos de la tarde.
David de Miranda toreó con gusto a la verónica al tercero,
otro buen toro. El quite por saltilleras fue valiente, igual que el estoicismo
del triguereño en los estatuarios del saludo. Muy buen toro que permitió una
labor templada de Miranda, ya por la derecha, ya por la izquierda. Miranda
acabó con manoletinas y sólo un pinchazo le privó del doble trofeo.
El sexto salió brusco y se reservó en la muleta. Miranda se
afanó contra una embestida descompuesta. Hubo emoción por el valor seco del
chaval y los momentos de peligro por las algaradas del toro. Con el apoyo de
sus paisanos logró el premio para acompañar al triunfador Perera en la salida a
hombros. Saludaron en banderillas Curro Javier, Manolo Contreras, Guillermo
Barbero y Javier Ambel.
TORREALTA / Castella, Perera y David de Miranda
Toros de Torrealta,
desiguales de presencia y de buen juego en general; el 2º, muy noble, premiado
con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Sebastián Castella, de azul añil y azabache. Estocada trasera
(saludos). En el cuarto, estocada corta (saludos).
Miguel Ángel Perera, de verde botella y oro . Estocada (dos
orejas). En el quinto, estocada trasera y caída (dos orejas).
David de Miranda, de rioja y oro. Pinchazo y estocada (una
oreja). En el sexto, estocada (una oreja).
Perera y Miranda
salieron a hombros.
Plaza de Toros de la Merced. Viernes, 4 de agosto de 2017. Más de media
entrada. Segunda de feria.
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