PACO AGUADO
Los rejoneadores Hermoso de Mendoza y Andy Cartagena
abrieron hoy la puerta grande de la plaza de Vista Alegre en Bilbao (norte), al
cortar las dos orejas a los segundos toros de sus lotes por faenas de muy
distinto corte y méritos, en el primer festejo de abono de las Corridas
Generales.
Por dos "palos" muy distintos "cantaron"
hoy en Bilbao Hermoso de Mendoza y Andy Cartagena, por mucho que en el balance
final el nivel de sus éxitos quedara igualado con esas dos orejas que les abrió
a ambos la puerta grande de la plaza de Vista Alegre.
El "palo" de Hermoso fue el del rejoneo más
templado y auténtico, el del toreo y la lidia a caballo más ortodoxa y
poderosa, y el de la frontalidad y la pureza a la hora de clavar las
banderillas. Comparado con el flamenco, el "palo" del navarro fue el
de los cantes más hondos.
Si no terminó de estar a gusto con el primero de la tarde,
un toro brusco y sin ritmo en sus arrancadas ante el que se mostró impreciso al
clavar, el jinete se desquitó con creces con el cuarto, un astado muy largo de
viga que tuvo la misma nobleza y clase que derrocharon el resto de
"murubes" de la muy buena corrida de Niño de la Capea.
Así que con este hizo Hermoso de Mendoza todo un despliegue
de su mejor tauromaquia, con la que lleva casi tres décadas marcando las
diferencias en el rejoneo. Es decir, toreando, en el más amplio sentido de la
palabra, con temple y con armonía, haciendo que sus caballos se muevan ante el
toro sin violencia y con la misma naturalidad que tendrían en un paseo por el
campo. Tras un rejonazo de muerte efectivo, el presidente sacó los dos pañuelos
a la vez, con total rotundidad.
El "palo" por el que triunfó Cartagena fue el de
la vistosidad y el más declarado populismo, buscando más las ovaciones con los
alardes de doma y los gestos para la galería que con la ortodoxia del toreo a
caballo.
En su primero Cartagena mató muy mal, pero sí que acertó a
la primera, y de manera fulminante, con el otro toro de acompasado galope con
el que con sus caballos variopintos -incluso albinos y apaloosas- se hizo
aplaudir con más fuerza lejos de los pitones cortados.
A la amazona Lea Vicens le correspondieron en suerte los dos
toros de más vibración y duración en sus embestidas, para las que pedían un
toreo de mayor mando que el que les aplicó la francesa, que casi siempre se
limitó a pasar y clavar. Tardó, por eso, en centrarse con su lote, muy
imprecisa en los encuentros con el primero y con escaso ajuste con el sexto,
aunque con este remontó de mitad de trasteo en adelante hasta cortar una última
oreja a favor de corriente. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Seis toros, despuntados para el rejoneo, de los distintos hierros del Niño de la Capea (3º, 5º y 6º de El Capea; 2º y 4º de Carmen Lorenzo; y 1º de San Pelayo), de pareja y muy buena
presentación, con cuajo y buenas hechuras, y de variado comportamiento dentro
de su gran juego en general: desde la clase y el galope templado a la bravura
entregada. Sólo el primero sacó complicaciones.
Hermoso de Mendoza, de casaca grana y plata: pinchazo, medio
rejón contrario, dos pinchazos y rejonazo trasero (silencio); rejonazo trasero
contrario (dos orejas).
Andy Cartagena, de chaquetilla verde botella: tres
pinchazos, rejonazo trasero y descabello pie a tierra (silencio); rejonazo
trasero contrario (dos orejas).
Lea Vicens, de chaquetilla grana y azabache: cuatro
pinchazos y rejonazo muy trasero (silencio); medio rejonazo trasero (oreja).
Hermoso y Cartagena salieron a hombros por la puerta grande.
Antes del paseíllo se guardó un minuto de silencio por las víctimas de
los atentados terrorista en Cataluña el pasado jueves. También los rejoneadores
lucieron crespones negros en señal de luto.
Primer festejo de abono de las Corridas Generales de Bilbao, con dos
tercios de entrada en los tendidos (unas 9.000 personas).
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