JORGE ARTURO
DÍAZ REYES
@jadir45
Me sorprendió muy tristemente tu muerte. Torero de
mi juventud, de mis recuerdos, de mi admiración indeclinable. Tus imágenes han
estado rondando en mi memoria ligadas a conceptos como autenticidad, valentía,
dignidad, verdad, tenacidad, modestia, hombría.
Pequeño pero sólido. Cortés pero firme. Discreto
pero arrojado. Capaz de no alzar la voz y de jugarte la vida, como el héroe
borgiano. Guardo grabado en mi memoria,
ese cuatro de enero, de 1978 en que te llevaste cuatro orejas. Clavado en los
medios de Cañaveralejo, sudoroso. Con las huellas de la batalla. Salpicado, la
corbata torcida, el cuello desajustado, el chaleco descompuesto, la melena
revuelta. Metido en la cuna del enorme saltillo de Santacilia. Largamente
inmóvil, muleta tras el cuerpo y frente alta, que no sobrepasaba la testuz. Sin
un gesto. Con tu mirada hundida, puesta en los tendidos de arriba que hasta ese
momento no te habían aplaudido. Sin altanería. Sin desafío. Más bien con
resignación. Con abandono mártir. Como un manifiesto mudo de --mi convicción es
mayor que mi miedo. Como un monumento.