domingo, 31 de mayo de 2015

FERIA DE LA SALUD EN CORDOBA – SEGUNDA CORRIDA: Cumbre de Finito de Córdoba en tarde de escándalos

El torero local deja sonar los tres avisos toreando al buen cuvillo que hizo cuarto y para el que se pidió el indulto. Gran faena al natural. Morante y Talavante cortan cada uno una oreja.

CARLOS CRIVELL
Foto: EFE

La faena enorme de Finito fue un escándalo. Los naturales forman ya parte de la mejor historia de Juan Serrano. El toro, de nombre Laborador, fue excepcional por fijeza, prontitud y nobleza. Las perfectas hechuras lo cantaron. Se fue suelto del segundo puyazo y se rajó cansado al final de la faena, después de embestir bien por ambos pitones. Los naturales de Finito, su estética única, una muleta mecida al son de su sensibilidad exquisita y el temple y la quietud (confiado atornilló las zapatillas) fue un conjunto sublime que provocó los oles más secos y rotundos que uno ha escuchado hace mucho tiempo.

Pasó lo de siempre. A uno se le ocurrió pedirle al torero que no lo matara y la mayoría se contagió para pedir un indulto injustificado. El presidente le ordenó a Finito que lo matara pero el torero se negó. Y fueron sonando avisos mientras Finito seguía toreando a un toro ya definitivamente rajado.

El tendido se había empeñado en el indulto. En ese momento, el torero debería haberse marchado al callejón. La autoridad insistía en que no debía hacerlo pero lo mató de una estocada, en actitud de desacato, ya fuera de tiempo. La plaza era un corral de gallinas. Finito recogió una ovación cuando ya se había ordenado la salida del quinto. Por su actitud tozuda perdió un rabo que hubiera cortado si esa estocada la ejecuta antes del tercer aviso.

Fue el escándalo de la tarde. El palco estuvo en su sitio y no permitió el indulto de un toro carente de las condiciones necesarias para ello. Por la mañana hubo otro escándalo en los corrales. La corrida se sorteó cerca de las dos de la tarde. El presidente admitió toros que había rechazado por la presión insoportable de los representantes de Morante, que amenazaron con que tanto su torero como Talavante no harían el paseíllo. Según sus propias palabras, admitió la imposición porque no podía dejar a Córdoba sin toros en el sábado de la Feria. Lo bueno de la corrida de Núñez del Cuvillo, que tuvo un par de toros muy chicos -primero y tercero-, es que fue excelente. Cuando el toro se mueve se olvidan muchas cosas. El primero fue noble y soso. Finito dejó detalles sueltos de calidad sin lograr la ligazón adecuada.

Morante no se dejó ver mucho con el primero de su lote. El toro parecía mejor pero no hubo entendimiento entre ambos. Algún detalle suelto y poco más. Después del acontecimiento de Finito tropezó con un buen quinto. Le hizo una faena de varias lecturas. En algún momento se apreció cierta rigidez de formas, como si estuviera atenazado. Mejoró al natural con muletazos de mano baja y buen gusto. Se pudo ver en Los Califas algo del buen Morante, aunque en cuatro toros su balance no es muy afortunado.

Talavante estuvo muy bien con el tercero, un toro bueno que toreó con temple e inspiración. Las tandas se sucedieron con detalles muy bellos, toques precisos y pases de pecho de calidad. En algún momento volvió a surgir la improvisación que adorna a su tauromaquia. Faena bien hecha y bien contada que recibió su premio tras matarlo con habilidad. El sexto fue un toro nada colaborador. Talavante lo intentó sin fortuna y allí no pasó nada.

El impacto del toreo de Finito será imperecedero. Todo ocurrió por empeñarse en indultar a un toro que mató cuando ya había recibido los tres avisos. Todo entre un escándalo monumental. Ya por la mañana venían las aguas revueltas. Por lo menos, la buena corrida de Cuvillo tapó los sucesos matinales.

FICHA DEL FESTEJO
Coso de los Califas. 30 de mayo de 2015. Tercera de Feria. Dos tercios de plaza.
Seis toros de Núñez del Cuvillo, de presencia variada: 1º y 2º mal presentados junto a toros perfectos de hechuras como el 4º, pobre de cara, pero bajo y armónico. En general, bravos y nobles. Excelente el 4º con un pitón izquierdo excepcional aunque se rajó al final. Se pidió el indulto. Bueno por noble el 5º. Desordenado el 6º.
Saludaron en banderillas Javier Ambel y Juan José Trujillo.
Finito de Córdoba, de azul noche y oro. Estocada trasera (saludos). En el cuarto, estocada tras tres avisos (ovación tras tres avisos).
Morante de la Puebla, de rioja y oro. Metisaca, dos pinchazos y estocada baja (silencio). En el quinto, pinchazo y estocada (una oreja).
Alejandro Talavante, de azul marino y oro. Estocada muy trasera (una oreja). En el sexto, pinchazo, estocada y dos descabellos (saludos).

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