Un espadazo provoca
una vuelta al ruedo de Daniel Luque tras una faena de buen inicio con un
sobrero de Pereda a menos; mansa y muy seria corrida de la divisa salmantina, complicada en su segunda mitad.
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Fotos: EFE
Para afrontar su tercera
tarde en San Isidro -a quién se le ocurriría tan feliz idea...-, Miguel Abellán
se vistió curiosamente de oro en detrimento de su plata fiel. En cada
cita, un toro de triunfo. Dos de los más
bravos de la feria en sus manos: 'Fanfarrio', de Parladé, y 'Gestor', de
Jandilla. Excusa 'non petita', el vendaval de los días duros. Una oreja se queda en su esportón del juampedro que
inauguró su trasiego por mayo. Y todo esto pesaba ayer. En Abellán y en el
público. La 'tripitición' en Madrid. 'Buscapan' fue un toro de nota lidiado como segundo. Fuerte y
hondo, con una badana como quilla de buque. En el quite por chicuelinas de
Daniel Luque se vio. Más que en el quite, en el
remate, cuando Luque se cambió de mano el capote por delante y
'Buscapan' se estiró por el izquierdo. Ese dato haría empezar a Miguel la faena
por la izquierda tras unos doblones en
los que 'Buscapan' planeaba. Punteó el toro. Así que optó por la derecha. De
tacazo el de Puerto de San Lorenzo. Repetidor, humillador y noble en tres
tandas diestras. Ligaba MA y aquello no
trepaba. Los tropezones con los cuartos traseros se sucedieron con más
frecuencia que los oles. Volvió a intentarlo al natural y 'Buscapan' también se entregaba. Ya menos, claro. A pies
juntos el torero. Una gran estocada tapó mucho. No todo. La división de
opiniones se manifestó con crudeza en mitad de
ovación y los saludos desde el tercio.
Como tapabocas, el espadazo
de Daniel Luque también funcionó. Tanto que disparó una petición disparatada. A
Luque le devolvieron el sexto, y se encontró con un sobrero cinqueño de José Luis Pereda imponente.
Pronto de principio, pero sin terminar de humillar hasta el final. Ya lo había
hecho del tal modo en el vuelo de las verónicas. Luque siguió entonado en la primera mitad de la
faena, listo en la media distancia como en vaciar la muleta por debajo de la
pala del pitón. Sin embargo en unos enganchones se enfriaron la gente y el toro. Ni unas
trincherillas y adornos alegraron las campanillas. El espadazo disparó una
petición disparatada, que ya está escrito. La vuelta al ruedo compensó con justicia y sentido de la medida.
Antonio Ferrera |
Lo que hace la espada. Todo
lo que le faltó -10 pinchazos- con un tercero huido de marcadas querencias. No
era fácil cuadrarlo, más costaba pasarlo. Daniel lo quería matar desde Gerena. Al hilo de la barrera. En esas
proximidades a toriles se había desarrollado la faena. O el intento de ella. No
metía mal la cara el toro cuando lo hacía. No más de dos seguidos. Luque lo hiló más cerrado en
tablas. Una estrategia de obra sin estrategia. No sé. Como el caos en la lidia
por no mover los caballos.
Los tres cinqueños de la
mansa corrida de Puerto de San Lorenzo se habían abierto por lotes, y el
primero fue para Antonio Ferrera como toro de apertura de la tarde. Largo como corresponde a su línea, serio por el porte
y guapo por la armonía. Suelto de salida como dicta su estirpe. Un punto más
quizá. También del caballo se soltó. La
segunda vara midió su contado poder. En ese aire de campar distraído por
la plaza, en banderillas sacó un tranquito templado como se presumía en su
expresión. Ferrera le ganó la cara con
facultades en los tres pares, dejándoselo venir. La calidad provocó a AF, que
quería torear al mansito a placer. Sin toques por la mano derecha. Dormida en una tanda rematada con una bonita
trincherilla. De tan abandonado el torero, el toro se venció por dentro varias
veces. Limitados el fondo y la chispa, la embestida se acabó tres bellos naturales después, cuando Antonio
se puso a andarle al toro hacia los adentros con torería.
Cuarto y quinto se
presentaron en la arena como toros descomunales, especialmente el quinto pero
sin la violencia del anterior. Si Ferrera resolvió la brutalidad -tremendo
el segunda par, a años luz de los demás-
con veteranía, Abellán miraba desde abajo. Y se acordaba de 'Buscapan', que
salvó el honor de la divisa.
FICHA DEL FESTEJO
Monumental de las Ventas. Martes, 26 de mayo de 2015. Decimonovena de
feria. Tres cuartos de entrada.
Toros de Puerto de San Lorenzo,
tres cinqueños (1º, 3º y 5º), serios, de diferentes hechuras, tremendos los
tres últimos; violento y muy duro el manso 4º; inmenso, altísimo y feo un 5º
sin opciones; armónico y guapo un 1º de mucha
calidad en su contado poder; un gran 2º que embistió con son y humillado
por las dos manos; un sobrero de José
Luis Pereda (6º bis), también cinqueño, de mejor y pronto inicio sin terminar de humillar, a menos y
sin final.
Antonio Ferrera, de nazareno y oro.
Pinchazo, estocada delantera y atravesada y descabello (silencio). En el
cuarto, pinchazo y media estocada (silencio).
Miguel Abellán, de verde oliva y
oro. Gran estocada (saludos con división de opiniones). En el quinto, estocada
(silencio).
Daniel Luque, de verde botella y
oro. Diez pinchazos y descabello. Aviso (silencio). En el sexto, espadazo
(petición y vuelta al ruedo).
Miguel Abellán |
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