ADIEL ARMANDO BOLIO
Fotos: EFE
El ambiente estaba dado, era una tarde de cielo
casi despejado, calurosa, con un lleno a reventar en el coso Monumental de la
ciudad de Aguascalientes, con las puertas abiertas desde las 15:00 horas para
que el público que fuera ingresando a la plaza disfrutara de las brillantes
interpretaciones de un estupendo mariachi, destacando los pasodobles y el que
precisamente escribió para el torero el popular cantante y torero retirado
Napoleón en su propia voz, lo que ambientó aún más el cotarro para dar paso a la
que fue la octava corrida y noveno festejo del abono de la 187 de la Feria
Nacional de San Marcos 2015.
Y a pesar de las absurdas restricciones ordenadas
por el matador José Tomás, quebrantando así la libertad de prensa y de
expresión, todo era un inédito ambiente de expectación y de algarabía. Llegó la
hora de partir plaza y se presentaron los alternantes en mano a mano, Eulalio
López “Zotoluco” y José Tomás, acompañados por el sobresaliente y también
diestro de alternativa local Víctor Mora.
Todo era glamoroso, de fiesta grande ante la
presencia de importantes personajes de la política y reconocidos empresarios
taurinos, matadores y ganaderos que ubicados entre los tendidos del gran coso
de Aguascalientes, repletos de un público ávido, quien al final de cuentas
respondió a las expectativas y logró tener empatía y revivir su idilio con la
afición taurina de la “Tierra de la Gente Buena”, esa que con sus donaciones de
sangre posibilitó que el torero salvara la vida hace cinco años en esta misma
plaza y así remachara su querencia aquicalidense. El triunfo fue de tres orejas y así salió en hombros por la Puerta
Grande Sanmarqueña. Así pues, ante ese llenazo, se lidiaron tres toros de la
ganadería hidalguense de Fernando de la Mora, siendo el primero bueno, el
cuarto fue mejor, mereciendo el arrastre lento y el quinto que resultó
complicado. Y otro tanto de la dehesa queretana de Los Encinos, siendo difícil
el segundo, regular el tercero y bueno el sexto.
Al toro que abrió el festejo, de la divisa de
Fernando de la Mora, el espada mexicano
EULALIO LÓPEZ “ZOTOLUCO” lo recibió con una comprometida larga cambiada
de rodillas cerrado en tablas para de pie luego veroniquear con temple y buen
juego de brazos. Su labor de muleta, después de iniciar con pases vaciando por
alto y rematar la serie con el de la firma, un molinete y el del desdén, se dio
a torear con lujo de talento por ambos lados, sabiendo esperar las embestidas
nobles del astado y hacer el toreo largo, atemperado, suave y sin forzar al
astado. Más series derechistas y naturales obligándolo más al “socio”, con
evidente empeño y torerismo. Mató de dos pinchazos, otro hondo y seis golpes de
descabello para ser aplaudido cuando pudo haber cortado una oreja. En su
segundo, de Los Encinos, veroniqueó con calidad y suavidad para rematar con
torera media. Llevó el toro al caballo por chicuelinas caminándole y su labor
muleteril, luego de brindarle a su alternante, fue a base de comenzar de
rodillas por alto y de pie largar tela de la buena con temple y buen mando a un
astado que se empleaba bien de principio pero conforme avanzaba la faena fue
perdiendo fuerza y cambiando de lidia. Sin embargo, tras pedir que cesara el
pasodoble que tocaban en su honor pues hubo un bache en el trasteo, “Zotoluco”
reinventó la faena por derechazos majos, aguantando y pudiendo con la cobardía
del encinero. Le pisó los terrenos, se metió en la cuna de los pitones y así
todavía le arrancó importantes muletazos diestros. Naturales valientes y
toreros, incluyendo desplante para cerrar. Finiquitó de tres pinchazos y
estocada caída para recibir aplausos cuando igualmente pudo haberse hecho de un
apéndice. A su tercero, de Fernando de la Mora, lo recibió con una larga
cambiada de hinojos al hilo de las tablas y en los medios ligó ajustadas chicuelinas.
Su trasteo de muleta, brindado a don Alberto Bailleres González, lo ejecutó por
medio de toreras y templadas series derechistas y de la misma manera por
naturales a un astado sin clase y deslucido. Terminó de dos pinchazos y
estocada para recibir palmas.
El diestro madrileño JOSÉ TOMÁS en el primer
astado de su lote, de nombre “Guantero”, de Los Encinos, dio algunos paroncitos
y otros lances a pies juntos, incluidos dos achuchones y bonita media, además
de un ceñido quite por chicuelinas. Con la sarga, tras brindarle a todo el
público, a un ejemplar soso, con tendencia a irse a las tablas y con
dificultades, le plantó cara para realizarle una faena sufrida por ambos lados,
con algunos tropiezos y ensuciando el trasteo, evidenciando así que sentía la
presión de todo el compromiso. Inclusive por momentos se le vio falto de
recursos pero si logrando muletazos de buena factura por el lado derecho para
matar de estocada trasera, siéndole concedida una oreja.
A su segundo, llamado “Pollo Querido”, de Fernando
de la Mora, lo lanceó con voluntad y mejor quitó por navarras y tafalleras,
rematando con un vistoso manguerazo de Villalta. Su quehacer muleteril lo
comenzó en los medios con cinco ayudados por alto sin enmendar el terreno,
rubricando con un desdén. Vinieron entonces, ya más relajado, asentado y
consciente de la expectación, series estupendas de derechazos yendo de menos a
más y sin reponer el terreno, cuando le sonaron “Pelea de Gallos” y se dio a
ligar de manera lenta, despaciosa y toreramente por los dos pitones, además de
su intenso toreo en redondo muy pausado, deteniendo el tiempo de verdad.
Adornos que salpicaron la gran faena para matar de fulminante estocada y serle
concedidas las orejas y a los restos del buen astado se les concedió el arrastre
lento.
Y en el que cerró plaza, de Los Encinos, lanceó
toreramente flexionando una pierna y de pie abrió el compás para veroniquear
con solvencia. En el tercio de varas el picador Ignacio Meléndez sufrió
aparatoso tumbo. El de Galapagar entonces le permitió al sobresaliente, el
matador de toros lugareño Víctor Mora realizar un quite y lo hizo de manera
sensacional por gaoneras pasándose de verdad por la faja al astado para ser muy
ovacionado. Con la franela, luego de brindarle a su banderillero de confianza,
Miguel Cubero, José Tomás eslabonó toreros doblones como inicio de faena, misma
que se fortaleció por el mando, el temple y el recio toreo de temple y
largueza. De la misma manera lo hizo por naturales, inclusive hasta citando de
largo para engarzar las emotivas series. La faena iba creciendo, la emoción en
los tendidos era más que evidente y para culminar logró una serie de molinetes
muy personales que remató con afarolados, un molinete invertido y el de pecho,
todo realizado en un palmo de terreno. Se perfiló a matar y malogró la faena
para que el respetable lo obligara a salir al tercio para escuchar una fuerte
ovación y al final salir en hombros por la Puerta Grande Sanmarqueña.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Fernando de la Mora, siendo el
primero bueno, el cuarto mejor, con arrastre lento y el quinto complicado. Y de
Los Encinos, siendo difícil el segundo, regular el tercero y bueno el sexto.
Eulalio
López “Zotoluco”: Al tercio,
palmas y palmas. José Tomás: Una
oreja, dos orejas y al tercio, con salida en hombros.
El picador de toros Ignacio Meléndez sufrió aparatoso tumbo en el sexto toro y sin
consecuencias que lamentar.
Aguascalientes. Sábado, 2 de mayo del 2015.
Octava corrida y noveno festejo del abono de la 187 Feria Nacional de San
Marcos. Coso Monumental.
Entrada: Lleno a reventar en tarde calurosa.
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