El sevillano dice que
«ojalá pueda homenajear en Madrid a mi estatua con una actuación a la altura»
ABC.ES / Madrid
Foto: EFE
El torero sevillano José
Antonio «Morante de la Puebla» se encuentra desde este martes inmortalizado en
la galería dedicada a la Tauromaquia del Museo de Cera de Madrid, donde esta mañana se ha inaugurado
una estatua dedicada a su persona.
La figura del genio de la
Puebla del Río (Sevilla), obra del experto británico Miguel Wade, aparece
enfundada con un traje goyesco blanco y bordado con hilo negro, perteneciente al guardarropa personal del
torero, y que vistió en la localidad malagueña de Antequera en 2010.
El propio Morante ha sido
el encargado de descubrir su estatua, colocándole en el brazo izquierdo un
capote de brega que él mismo utilizó en una corrida de toros, en Valladolid, en un acto presentado por el
director de comunicación del Museo de Cera, Gonzalo Presa, y en el que ha
intervenido también el ex alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano.
Para el torero sevillano,
formar parte del elenco de personalidades que aparecen en cada una de las salas
del Museo de Cera es un «auténtico orgullo», pues «jamás en la vida pude imaginar que llegaría a estar
inmortalizado junto a los más grandes toreros que conforman la parte taurina de
este museo».
Plantel de figuras
Juan Belmonte, Rafael y
Joselito El Gallo, Manuel Granero, Manolete, Domingo Ortega, Luis Miguel
Dominguín, Antonio Bienvenida, Paco Camino, Palomo Linares, Paquirri, Enrique Ponce, Jesulín de Ubrique, El Juli y,
ahora, Morante de la Puebla, representan el plantel de toreros de todas las épocas
perpetuados en el Museo de Cera.
«Recuerdo cuando vine de
pequeñito con el colegio, que ya me impresionó mucho ver las estampas de
Manolete muerto sobre la camilla en una réplica de la plaza de Linares (Jaén), así como la escena de la
fatal cornada de Manuel Granero en Madrid, en 1922», confesó.
«Espero que mañana pueda
homenajear a mi estatua con una actuación que esté a la altura de tanto cariño
profesado. Ahí estaré, bien cerquita de aquí, para quien quiera verme», señaló finalmente en relación al
festejo en el que tomará parte mañana en la plaza de toros de Las Ventas, el
único compromiso que afrontará Morante en la Feria de San Isidro.
El ex alcalde, José María
Álvarez del Manzano, amigo personal de Morante de la Puebla, agradeció la
«sensibilidad» del Museo de Cera, de «situar el mundo de los toros en una parte importante de sus estancias», más
aún al dedicar una estatua a un torero «distinto a los demás, un artista de
entre los artistas de su gremio».
«Morante es la ilusión, la
imaginación, el chispazo que te pone en pie, la cadencia, la pureza, la verdad,
un torero que nunca va a la plaza con la faena hecha en la cabeza, sino que depende de las musas, de su
inspiración, y que, como genio que es, merecía tener una esfinge de cera en
este museo tan importante para Madrid», consideró Álvarez del Manzano.
Gonzalo Presa confesó que
para el museo es «todo un orgullo poder contar con la presencia de uno de los
toreros más importantes de su época, un hombre con un sello de distinción que le convierten en un ser
genuino, digno de recordarse con el paso de los tiempos».
Al finalizar el acto, muy
cerca del Museo de Cera, en la madrileña Plaza de Colón, se llevó a cabo una
representación teatral para niños de alrededor de 10 minutos, escrita por el matador de toros retirado Luis
Francisco Esplá y titulada «De Morante al Cielo».
Una actividad que forma
parte de la singular campaña de fomento y acercamiento de la Fiesta, que el
propio torero sevillano lleva años realizando a través del «Morante Tour», un espacio abierto al público en todas
y cada una de las ciudades donde acude a torear.
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