sábado, 30 de mayo de 2015

FERIA DE SAN ISIDRO – VIGESIMOPRIMER FESTEJO: Un buen toro en una corrida de desecho de Victoriano del Río

Cornada de pronóstico grave al banderillero Domingo Valencia; Fandiño saluda la única ovación por una gran estocada; infumable lote para Urdiales; Fandi no encaja en Madrid ni con el mejor ejemplar.
El Fandi
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna

Un torazo de Toros de Cortés es un atragantón a la hora del té sin pastas. La testa inmensa como la negritud de su corpulencia y la oscuridad de intenciones. Como para abrir boca. Ni humillaba ni lo pretendía. Desde el capote el sexto sentido despierto. A Diego Urdiales se le veía encoger a su lado. Le cambió los terrenos y se lo sacó a los medios tratando de anticiparse a la acción. Una vez despedido al burladero del '7', aquel que en su día quemó Berrocal, se arrancó como un obús al caballo. Óscar Bernal improvisó un puyazo sensacional a toro corrido. Urdiales lo colocó en largo para la segunda vara, y allá que fue el toro con su falsa bravura. Falsa porque en la muleta recortaba el viaje, agarrado al piso, sin descolgar lo más mínimo. Tampoco por la izquierda, por donde al menos se dormía el sentido para derrotar después. Salvo el prólogo poco pudo sacar en limpio Diego. Y salvar el derrote en la estocada, que fue criminal.

El cuarto cumplía los seis años para San Fermín. Un castaño pasado de edad, astifinísimo pitones vueltos y nulo cuello que le pegó una cornada a Domingo Valencia, de la cuadrilla de El Fandi, a quien correspondía asistir en banderillas. Se le metió por dentro el toro y no hubo tiempo de sacar los brazos. Con el capote de pantalla, en la voltereta no le caló. Pero sí en el suelo con esa cuerna de excavadora. Desapacible en el tercio de muerte por su manera de reponer, sobre todo por la izquierda de un Urdiales valiente e incluso demasiado sincero. El toro al natural se le montaba con su brutalidad y su estilo tabernario. Mas insistió por la derecha. Perdido el genio de viejo, el animal se rajó. Demasiado bonito hubiera sido que viniese una de Victoriano del Río de verdad y no los despojos que hay que juntar para rellenar una segunda corrida en San Isidro; la otra será en Beneficencia, la auténtica.

Y aun así a El Fandi le embistió un segundo tocado arriba de pitones y alto de agujas. Más que morrillo lo suyo era una jiba. Y con todo, con las hechuras, digo, embistió bien y por abajo. Fandi le tiró una larga cambiada de rodillas en el tercio y templó a la verónica con buen aire. Del tercio de banderillas, el de la moviola adquirió los mayores méritos.

De rodillas también el inicio de obra, como el saludo. Y en pie el toro humilló con especial nota por el izquierdo. Hasta llegar a este punto, Fandila le había concedido distancias y tiempos por la mano derecha con problemillas para dar el cuarto muletazo. Jugó los vuelos en la zurda por donde el toro se abría más. División de opiniones entre los que querían que ahora El Fandi fuese Belmonte y los que entendían que se encontraban con la mejor versión de un currante del toreo. Falló su habitualmente infalible espada.

El quinto era asquerosamente deslucido y difícil por una reposición encogida. Fandi abrevió y le pitaron. Otras dos tardes al año que viene, no se olviden.

Bajo y armado el tercero de cara lavada bajo sus pitones. Estupendo Miguel Martín con los palos. Iván Fandiño arrancó la faena con un farol de rodillas. Acotada en las notas del arribafirmante como posible trebolina. Pronto la izquierda en una serie extensa y partida. El toro, dentro de que descolgaba, se acostaba sobre los muslos del torero. Por una y otra mano. Cosas reseñables como la obediencia, y cosas desdeñables como la falta de clase y de continuidad. Y el contado defecto de vencerse. Quiso Fandiño y no cesó en su empeño del querer. La estocada entrará entre las mejores de la feria. La perfecta ejecución del volapié sumó para que saludara desde el tercio.

El último era un mamut que en julio ya no se podría lidiar. Cumplía también los seis. Se movió pero nunca para bien. Basto. Fandiño tampoco se alargó, aunque se encasquilló por la espada, en su última comparecencia en Madrid 10 toros después...

Para la de Victoriano de verdad habrá que esperar a Beneficencia. ¿Qué queríais percebe y de Galicia? De Marruecos y gracias. Y ya se sabe que lo bueno de Marruecos no son los percebes.

FICHA DEL FESTEJO
Monumental de las Ventas. Jueves, 28 de mayo de 2015. Vigésimo primera de feria. Lleno aparente.
Toros de Victoriano del Río, de muy diferentes hechuras, bastas y feas; cuatro cinqueños, dos de ellos 4º y 6º en el límite de los seis años; destacó el alto y buen 2º y con sus matices el bajo 3º; complicados, mentirosos, pegajosos; uno de Toros de CortÉs (1º), cinqueño, cabezón y con guasa.
Diego Urdiales, de negro y oro. Estocada atravesada y descabello (silencio). En el cuarto, pinchazo y estocada atravesada. Aviso (silencio).
El Fandi, de nazareno y oro. Pinchazo, estocada pasada y tres descabellos (silencio). En el quinto, estocada atravesada y suelta que escupe y descabello (pitos).
Iván Fandiño, de espuma de mar y oro. Gran estocada (saludos). En el sexto, dos pinchazos, uno hondo y dos descabellos (silencio).
PARTE MÉDICO: Herida por asta de toro en el tercio medio de la cara externa del muslo derecho con una trayectoria ascendente de 20 centímetros que produce destrozos en músculo tensor de la fascia lata y en vasto externo. Otra de 25 centímetros también ascendente hacia dentro que produce destrozos en el recto anterior y músculo crural, alcanza fémur y contusiona el paquete vascular nervioso. Contusión en primer dedo de la mano derecha con posible lesión en articulación metacarpofalángica. Pendiente de estudio radiológico. Tras ser intervenido en la enfermería de la plaza es trasladado al hospital San Francisco de Asís.

No hay comentarios:

Publicar un comentario