Los cinturones de
'campeón' de San Isidro, la temporada 2014 y el Paquiro cuelgan de su hombro. Todos
en categoría de peso pesado. Sale a defenderlos en este mayo crucial, en esta
entrevista a 12 asaltos.
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Pisa el ring con la
seguridad del ruedo, como si lo hiciese con asiduidad. Se le han acumulado
los títulos de campeón: San Isidro, la
temporada 2014 y el Paquiro. Todos de categoría de peso pesado. Ahora toca defenderlos. Suena el
'gong' de la campana y sale Miguel Ángel Perera de su esquina.
PRIMER ASALTO. LA DEFENSA DEL TÍTULO.
Soy consciente del gran
triunfo de San Isidro 2014, pero a la vez estoy ilusionado por un combate nuevo. Lo de la temporada anterior ya pasó y
hay que volver a empezar para defender y reivindicar ese puesto que ocupo. Cada asalto será partir
de cero.
SEGUNDO ASALTO. LA PRESIÓN.
Madrid infunde esa presión
seas o no el triunfador de la temporada, tengas o no tengas el Paquiro. Madrid siempre es una incógnita. Por muchas
veces que torees nunca terminas de conocer cómo
es Madrid, su plaza y su afición. Cuando se acercan las fechas, eres un mar
de dudas. Todo lo que traigo ganado no
me infunde más presión de la que ya de por sí impone Las Ventas.
TERCER ASALTO. LA PREPARACIÓN.
Para eso siempre he sido
muy estricto. Con problemas o sin problemas, con G-10 o con G-5, siempre he sido metódico, disciplinado,
persistente en lo que es mi preparación física, el campo, el toreo de salón. Sí es cierto que con el
paso de los años uno va aprendiendo qué le viene mejor o peor. Ahora ya no soy tan obsesivo con los
tentaderos como en etapas anteriores de mi carrera. Evito torear por torear.
CUARTO ASALTO. EL TORO: EL CONTRINCANTE.
Las ganaderías de Parladé,
El Pilar y Victoriano del Río. El toro bueno de cada una de estas ganaderías es el que a mí me puede servir
para marcar las diferencias en la plaza. Siendo el mismo tronco, cada ganadero le ha dado su
personalidad. Nada tiene que ver ahora mismo
Victoriano con Juan Pedro Domecq [Parladé]. Las tres han demostrado en
Madrid, donde más se exige al toro que
en ninguna otra parte, su nivel. De Victoriano ya ni hablamos por su impresionante regularidad. Cuando embiste de
verdad su tipo de toro, si no estás a la altura te hace más daño que si te tapas con el toro
medio de cualquier otra ganadería.
QUINTO ASALTO. EL JULI: EL GRAN RIVAL.
Respetando y valorando a
todos los compañeros, mi lucha directa con El Juli siempre ha sido muy manifiesta. Digamos que porque a mí me ha
servido en muchos momentos de ejemplo o
motivación para espolearme. Pero mi triunfo no está en el fracaso de los
demás. Y a Julián siempre le he
manifestado mi admiración. El encontronazo en Beneficencia cobra todo su
sentido. [¿Cómo se transforma su amistad
en rivalidad o viceversa?] Compartimos un entorno y muchas aficiones. Desde hace años palpo un respeto
hacia mí. Pero cuando salimos a la plaza se
manifiesta la rivalidad. Por eso El Juli es El Juli. [¿Y con sus otros
compañeros de cartel isidril, Manzanares
y Fandiño?] Parto del respeto, pero hay cosas que tampoco se pueden
comparar porque hay rivalidades que
están más en la imaginación de la prensa que en la rivalidad real que pueda existir. Cada uno está en el sitio que
está por méritos propios. Cada uno es dueño de su destino. Aquí a nadie o lo ponen o lo quitan.
Por concepto mi rivalidad es con El Juli.
SEXTO ASALTO. EL CARÁCTER.
Hay un cambio lógico de
carácter entre el ruedo y la calle. Uno va a la plaza a lo que va y el
estado de preocupación, nervios, tensión
o incluso cansancio predomina. No me sale un gesto amable o una sonrisa, pero no por estudiada pose ni
por bordería premeditada. [¿Sabe perder y sabe
ganar?] La experiencia de los años me ha enseñado a corregir mi actitud
en cualquiera de las dos situaciones.
Tanto si he sido un mal ganador, como un mal perdedor. El triunfo no ha
cambiado mi filosofía de vida. Ni
creerme lo que no soy. Si alguna vez me he equivocado, sé pedir disculpas.
SÉPTIMO ASALTO. LA JUSTICIA.
Sinceramente creo que el
toro pone a cada uno en su sitio. A lo mejor algún compañero en situación delicada se cagará en mis mulas. A
mí nadie me ha regalado nada ni ocupo este lugar porque me haya parido mi madre aquí ni porque
me llame Perera, que no dejo de ser un chaval de 31 años de la Puebla del Prior. Todos hemos
arrancado de cero. A todos nos llega nuestro
momento. Pero hay que ser consciente de cuando se presenta. Y
aprovecharlo.
OCTAVO ASALTO. SER FIGURA.
Antes se le decía figura a
quien era capaz de mandar en el toreo. De hacer o deshacer una feria. Hoy en día nadie es imprescindible. De casi
todos se puede prescindir. O de uno. En los tiempos que corren ser figura quizá sea ser dueño
absoluto de tu carrera. Que nadie te imponga nada con más o menos fuerza. Mi apoderado y yo hemos
sido capaces de mantenerlo. Defender tu
categoría por encima de todo, sólo con la espada y la muleta.
NOVENO ASALTO. SEVILLA.
Mi postura siempre ha sido
muy clara. No quiero que suene como una chulería. Ya tengo asumida mi carrera sin Sevilla. Que nadie piense que
no me da pena ni dolor.
DÉCIMO ASALTO. EL DINERO.
Hasta hace unos años había
una serie de toreros que sin alcanzar el rango de figura vivían de la profesión. Ahora no lo hay. Pero lo que sí
tengo claro es que el maltrato económico que hay no es como consecuencia de las exigencias de las
figuras. En treinta y tantas corridas de Madrid, ¿nosotros copamos todo su presupuesto
económico cuando hasta en ocasiones uno quiere una tercera tarde y cuesta? Es llamativo... No
asumo esa culpa. Rotundamente no.
UNDÉCIMO ASALTO. LOS VALORES DEL TOREO.
Es una pena porque el toreo
conserva muchos de los valores que se han perdido en la sociedad actual. Pero sí es cierto que la sociedad
está muy destaurinizada. Es una situación complicada. [¿De qué color político es el toreo?] Ni
tiene color ni se debe utilizar como arma política. Siempre fue del pueblo.
DUODÉCIMO ASALTO. ANTITAURINOS.
A mí me gustaría invitar a
los antitaurinos a mi finca, o a los supuestos animalistas, a que vean el verdadero amor por los animales. Y un
ecosistema que no se encuentra más que en torno al toro bravo. Ellos están perfectamente organizados
y nuestro mundo sigue desgraciadamente sin
estructura para dar respuesta. Hay que decir basta ya ante el acoso y el
insulto. Es una constante provocación.
Las corridas se celebran dentro de la legalidad como un espectáculo cultural.
En orden y pacíficamente. Somos una
mayoría silenciosa y educada. Pero un día pueden encontrarse con una respuesta de los aficionados, Dios no
lo quiera, que desemboque en un serio altercado. Las autoridades deben evitar situaciones como
las recientes.
EN EL VESTUARIO. LO PERSONAL.
Bajada la guardia, en
batín, fuera los guantes, cuando se ha terminado la entrevista oficial,
Miguel Ángel Perera se desnuda. Habla de
su hija, de la filosofía que le gustaría que heredase. De la honestidad, la sinceridad, la humildad, la
rectitud. La utopía de una sociedad limpia. «Ella ha llenado más mi espacio personal. En mi caso
el torero necesita mucho del hombre, Perera
necesita todo de Miguel Ángel». ¿Cómo se ve de mayor? «Dedicado al
campo, me apasiona. Me gustaría ser
empresario agrícola-ganadero. Más allá de la punta de ganado bravo, me encanta
ir al barbecho, ver los cochinos,
subirme en la cosechadora del maíz...». Perera esconde la nobleza de la encina, la reciedumbre del tronco que ama
y respeta sus raíces.
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