El matador de Arles
da una sola vuelta al ruedo con un lote de Alcurrucén de triunfo grande;
el veterano extremeño por encima de sus
agresivos toros en tarde desapacible.
ZABALA DE LA SERNA
@rubenvillafraz
En Las Ventas a veces oigo
cosas raras. Como la ovación a aquel toro grande de Alcurrucén que estrenaba la tarde con su tonelaje de 609 kilos
y el número 69 en su lomo rojo. Antonio Ferrera se peleó con el viento que azotaba su capote.
Embestía con la altisísima brutalidad que portaba. Con todo. En el caballo marcó el punto de su
acometida con la cara por encima del estribo, que sonaba como un campanario. Largo el puyazo como su
anatomía. Ferrera lo sacó del peto ya toreando. A la antigua usanza. Genuflexas las verónicas
hasta que enderezó la figura en una magnífica y en una media achenelada del copón. Tibio el eco en
los tendidos desapacibles como la tarde. AF
banderilleó al cuarteo por los dos pitones. Ciertamente a cabeza pasada.
Antes del tercer par, el toro cogió las
de Villadiego. Y emprendió el camino de los tendidos del sol. Allí se reunió
el veterano matador extremeño con el
alcurrucén. Y allí sería la faena, que empezó torcida, con el toro metiéndose por dentro por el izquierdo y
lanzando también sus mandobles por el contrario. Miradas y arrancadas por el palillo. Ferrera
no dudó. Lo toreó sin violencia para no aumentar la que ya traía el tren que arrollaba. Y se puso
también al natural con la intención de sacarle las telas siempre por debajo de la pala. Alcanzó el
punto de hacerse el amo del manso. Se sintió tan sobrado que enganchó al núñez de los Lozano
en circulares invertidos. Un serrano le dijo a Ferrera que eso a los pueblos... Mató de estocada
algo delantera. La ovación de la Cátedra al buey fue para enmarcarla. Como la rácana recompensa a
Antonio.
El inhóspito trato a
Ferrera siguió con el agresivo cuarto. Dos puñales por delante y toda una osamenta que pasar en la muleta. Un estrellón
en el peto y se escupió después. Del tercio de
banderillas, el segundo par adquirió importancia y el tercero al
quiebro, mérito. Muleta en mano bajo el
'6' la faena desprendió una seriedad incomprendida. Las arrítmicas embestidas
solo contaban a su favor con la
obediencia. Clase cero. Entrega tampoco. Una movilidad descompuesta a la que únicamente un torero
como Ferrera le saca partido. Uno en todo el
escalafón. Y con esta madurez, ninguno. Maniáticos a piñón fijo. Un
borrón el bajonazo.
De la corrida de Alcurrucén
vino a sacar nota 'Cuartelero', un cinqueño bajo, de cortas manos y generoso cuello que ensañaba la nobleza en su
expresión. Cuello para humillar desde el minuto
uno en el capote de Juan Bautista. Y fijeza. Bautista brindó al público.
Y se dobló en los terrenos refugiados de
Eolo con majeza, que escribiría un antiguo. La majeza luego fue Guadiana.
Ligera al principio, más reducida después
la velocidad en la serie de redondos cénit de la faena y... la cosa en la izquierda consistía en dejársela en la
cara. Aunque la mano era la derecha. Momentos finos inconexos. El toro gastado. Un final de
naturales con la diestra sin espada. Agua.
Faltó la fibra mayor y el
convencimiento que sí halló con un quinto lucero y estrellado con los
cinco años cumplidos. Muy huido de
caballos pero muy bueno en la muleta. Sus hechuras lo delataban. ¿Cómo enlotaron? Hubo series de calidad
relajada. Una por el izquierdo dejó más huella en el conjunto difuso. Un natural superior que
valió por toda la faena a 'Peladito'. ¡Joder, qué lote para Jean Baptiste! Una estocada a carta cabal.
Petición y vuelta al ruedo, que para eso está. Tanta oreja de medio pelo...
También se anunció El
Capea, el capricho de Taurodelta en palabras de Martínez Erice. Amén.
FICHA DEL FESTEJO
Monumental de las Ventas. Martes, 19 de mayo de 2015. Duodécima de
feria. Menos de tres cuartos de entrada.
Toros de Alcurrucén, tres
cinqueños (2º, 5º y 6º), de diferentes hechuras pero serios, a excepción del vareado y lavado el
gazapón 3º; alto y hondo el voluminoso y bruto 1º; bajo, de magnífica expresión y mejor humillación el
noble 2º; muy bueno también el 5º; agresivo y
arrítmico el 4º; tan huido de caballos; basto y desigual el 6º.
Antonio Ferrera, de grana y oro.
Estocada delantera (ovación). En el cuarto, dos pinchazos y bajonazo. Aviso (silencio).
Juan Bautista, de nazareno y oro.
Estocada desprendida y atravesada (silencio). En el quinto, buena estocada (petición y vuelta al ruedo).
El Capea, de azul marino y
oro. Dos pinchazos y estocada (silencio). En el sexto, pinchazo y estocada (silencio).
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