Don Juan Carlos preside, por primera vez desde
las barreras de Preferente, la tradicional Corrida de la Prensa y recibe el
brindis respetuoso y protocolario de los
tres matadores. *** Miguel Abellán se
encuentra con el mejor toro, un bravo y repetidor cuarto, y con el viento
a la contra que le impide redondear la
faena de la tarde. *** Gran estocada de Escribano sobre la misma boca de riego.
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Entró el Rey padre con su bastón, su alto porte y el
andamiaje, por el tendido del '2' para presidir la Corrida de la Prensa desde
las barreras de Preferente. Histórico
cambio. Del '10' a los sillones de rellano de la meseta de toriles. El físico
castigado y toda la ferretería que alberga
mandan. No vaya a pensar la grey republicana que existe alguna nostalgia
del trono. Los sillones venteños de granito se asemejan a las silla de Felipe II escurialense. A Don Juan Carlos
le acomodaron la dureza de la piedra con almohadones confortables que
convertían la localidad de Manolo Piñera
en un butacón de cine de los EE.UU. El peligro de dormirse siempre existe.
Los toros de Vegahermosa y Jandilla salían uno tras
otro blandos o cojitrancos como para que Don Juan Carlos en cada brindis les
tirase el bastón. Miguel Abellán le dijo
en su ofrenda que era "un orgullo ser torero, español y
juancarlista". No sé si como un mensaje encriptado a Felipe VI, que estaba de primera comunión.
Leonor había comulgado por primera vez "muy nerviosa". La leve
Princesa de Asturias y su cuento de
hadas reunió a la Familia Real al completo. Lo que no sucedía desde la
Coronación.
El Fandi |
Le llegó el turno a El Fandi, que se despachó con lo
siguiente: "Un placer brindarle la muerte de este toro. La fiesta de los
toros es lo mejor de este país, ¡viva la
Fiesta de los toros!". El problema es que ayer los toros de Borja Domecq
andaban mucho peor que el Monarca, un
atleta a su lado. Los Domecq a veces tienen estos detalles para hacer
sentirse bien a quien quieren agasajar. Y en vez de una corrida de toros mandaron una cuadrilla de inválidos.
El tercero en liza, Manuel Escribano, se soltó
agradeciéndole su afición y se mostró feliz: "Al fin puedo cumplir el
sueño de brindarle este toro". Don
Juan Carlos recepcionaba bien las monteras como si fueran pases de Tom Brady.
Pero la devolución de su Majestad se quedaba
cortita con sifón entre las barreras, que desde la altura superior a la
de una barrera normal exigía un brazo más potente.
A la izquierda del viejo Rey se sentaba la presidenta
de la Asociación de la Prensa, Carmen del Riego, como correspondía para la
ocasión. A Del Riego le colaron un
cartel para la tradicional y centenaria Corrida de la Prensa que dista mucho de
la categoría del festejo. 'Made in'
Matilla con el apoyo de José Luis Blanco -una rica tarta de comisiones entre
los tres toreros que apoderan, dos y uno, respectivamente- y la casa matriz de la empresa. Aunque a Abellán
en su día no le hacía falta más que su nombre para entrar. Un año le birlaron
la Oreja de Oro después de cuajar un
toro primorosamente al natural. Por entonces la Asociación entregaba el
singular trofeo. A Miguel precisamente lo que
le faltó con ayer fue izquierda. El viento hacía ingobernable la muleta
como requería el bravo cuarto, que vino a salvar el honor de la divisa azul rey. 'Gestor' se llamaba el jandilla
castaño que caminaba sin titubeos.
Miguel Abellán |
El veterano matador madrileño se había ido a
portagayola -precisamente en la fecha en la que se cumplía un año de la brutal
cornada de David Mora, todavía hoy
apartado de los ruedos -como en el anterior toro de su lote que daba una y otra
vez con su osamenta en el suelo. De
nuevo libró la larga cambiada por milímetros. Pero en pie se encontró
con que 'Gestor' colocaba la cara en los vuelos de un bonito saludo con el capote.
Los terrenos del '5' fueron refugio del viento para
plantear la faena. La feria huracana que están sufriendo los toreros en pleno
siglo XXI, cuando hasta para jugar al
tenis piden las estrellas condiciones inmejorables. Por la derecha Miguel
Abellán corrió la mano con largura. El
domecq se comía literalmente la muleta. Bravo, humillado y repetidor.
Varias series metieron a la plaza en la obra.Mas cuando propuso la zurda se vino la cosa abajo. Imposible. O no
tanto. No sé. Pero MA se fue a por la espada. Como si entre el viento y el toro
se hubiera acabado el aire. Media
estocada. Petición de oreja no concedida. Y saludos desde el tercio en evidente
cabreo torero.
Fandi desplegó todas sus facultades en el tercio de
banderillas. Si no lo dijo, el Monarca emérito lo pensó: "¡Qué potencia de
piernas, quién las pillara!" Carmen
del Riego recordó a Esplá en un comentario a Jesús Picatoste, un clásico de la
vieja guardia, cuando el periodismo se ejercía
con dignidad. Fandi puso cuatro pares, los dos últimos a dos manos, que es como
comer a dos carrillos. Luego la faena también fue a destajo con un toro a menos, que nunca
terminó ni de humillar ni de romper hacia adelante. Como desfondado físicamente
o rilado de bravura. Yo también me
rendiría con El Fandi, quien por cierto había dibujado las mejores verónicas de
la fría tarde en el anterior de su lote.
Un imponente sexto de espectacular pinta jabonera. Y
unas velas que cortaban el viento. Manuel Escribano se puso de rodillas delante
del Rey, no para pedir clemencia, sino
para esperar el toro a portagayola. Un trago real. Banderilleó con solvencia,
sin tirar del par que ya había hecho en
la otra lidia al quiebro y por los adentros. Bajo el sol que se había ido
desarrolló una obra valiente con el jandilla que también se quería ir. Como el vecino de localidad que
dijo que no aguantaba más y que quería mear, que sino se lo hacía ahí mismo, a
lo que Don Juan Carlos le contestó con
alguna chanza campechana. Cuidaron mucho de movernos, pero no tanto de a quien
ponían detrás del Rey forrándose a
gintonics. El tipo se levantó a miccionar en plena lidia pasando por delante de
la gente de la Casa.
La digna y voluntariosa pugna de Escribano concluyó
con un gran espadazo en los mismo medios.
El Rey agarró su bastón de empuñadura forrada de cinta
y se marchó con más facultades que los toros de Jandilla. O así lo sentía.
Gracias, Borja.
FICHA DEL
FESTEJO
Monumental de las
Ventas. Miércoles, 20 de mayo de 2015. Corrida de la Prensa (fuera de abono).
Décimo tercera de feria. Tres cuartos de
entrada aparentes.
Toros de Jandilla y dos de Vegahermosa (inválido 1º y 2º flojo y con malos apoyos delanteros
además), de diferentes hechuras y
seriedades; imposible de blando el terciado 3º; más fuertes en todos los
sentidos en su segunda mitad; bravo, humillador y repetidor el 4º; noble pero sin fondo ni
clase el 5º; manejable sin excelencias el 6º.
Miguel Abellán, de berenjena y plata. Pinchazo y estocada
atravesada, suelta que escupe y descabello (silencio). En el cuarto, media estocada (petición y saludos).
El Fandi,
de blanco y plata. Estocada y descabello (silencio). En el quinto, estocada
(silencio).
Manuel Escribano, de frambuesa y oro. Media estocada y
descabello (silencio). En el sexto, gran estocada en los medios (leve petición
y saludos).
Manuel Escribano |
No hay comentarios:
Publicar un comentario