GUILLERMO SALAS
Fotos: EFE
La novena fecha de la feria de San Marcos en su
versión 2015, ha sido histórica con triunfos impresionantes de Julian López
"El Juli", Diego Silveti, Fermìn Espinosa "Armillita IV", el
rejoneador Emiliano Gamero y el ganadero Fernando de la Mora.
"El Juli" ha dado toda una lección,
simplemente que es el mejor torero del universo en la actualidad, un Gamero que
sustituyó a la rejoneadora Mónica Serrano, lesionada, y con una actuación
cumbre cortó un rabo, un Silveti que tras una tarde aciaga regaló un toro y
realizó la mejor faena, resultó con una cornada en el tobillo derecho y no pudo
salir a hombros por tener que irse a la enfermería a ser intervenido.
Un "Armillita IV", que cosechó un trofeo
y Fernando de la Mora que lidió dos extraordinarios astados, el de rejones con
arrastre lento y el de regalo que fue indultado.
Con otro impresionante lleno en los tendidos se
lidiaron siete astados de Montecristo, el sexto pitado por su poca presencia y
un sustituto del mismo hierro, en que hubo de todo. Y dos de Fernando de la
Mora, el de rejones estupendo y el de regalo que fue un dechado de bravura,
estilo y calidad que a petición generalizada fue indultado.
"El Juli", es un torero fuera de serie,
le tocaron dos toros con pocas opciones, pero realizó dos faena impecables,
impregnadas de conocimientos, talento torero por el cúmulo de toros que reúne
en el cerebro. Al primero le cuajó una faena de un mérito increíble, se sacó
muletazos que no tenía. Lo mató de estocada trasera y por ello no se le
concedió trofeo algunos negándose a dar vuelta al ruedo.
Al cuarto que parecía no daba condiciones para
triunfar le inventó la faena, siempre en la distancia, ni dudas de ninguna
plaza, sometiendo al toro a su antojo y llevándolo hasta donde él quería. Una
cátedra del toreo auténtica. Estocada que partió al toro en dos. Un par de
oreja y el reconocimiento del público.
Silveti, tras una tarde aciaga, en que anduvo sin
plan y muy acelerado, toreó con rapidez al segundo y más al quinto. Le pitaron
fuerte. Pero regaló la lotería de la tarde al toro "Aroma de toro",
imponente, como imponente la faena de Diego que ha toreado con inspiración
templanza e hizo recordar a su padre el inolvidable David Silveti. Entre
aclamaciones fue indultado el toro que ya para irse al corral le cogió
infiriéndole una cornada y pasó a la enfermería entre el delirio del público.
"Armillita 1V", en el tercero se vio
verdón aún y sin estar mal tampoco dejó huella. Eso si una gran estocada. Con
el sexto que fue sustituido, el torero enseñó que tiene condiciones. Tiene
clase, oficio y hace el buen toreo. Una oreja que algunos reventadores le
pitaron levemente. Vuelta con ovación al canto.
Gamero actuó en séptimo lugar, dado que sus
caballos por accidente de tráfico no llegaron a tiempo y la espera valió la
pena. Una actuación cumbre con un toro soñado, pero estuvo certero y brillante
en todo momento. Lo mismo el rejón de castigo y banderillas al cambio y como
punto final un rejonazo que fulminó a la res y ante el delirio generalizado las
dos orejas y el rabo.
Tarde memorable, histórica, la gente salió
toreando. Solo falta decir que el torero de plata Edmundo navarro saludó en el
tercio por un gran par de banderillas. / EFE
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