En el
mundo del toro vivimos bajo lo que es mucho más que el síndrome anímico del
Covid 19: sobre la Fiesta se ha asentado la mayor crisis de su historia, que no
es ningún fantasma: es una realidad evidente. En lo que todos están de acuerdo
es que la salida no será fácil, ni cómoda. Hay mucho trabajo por hacer. Para
explorar ese futuro, Taurologia.com ha propuesto a distintas personalidades
unas entrevistas de a fondo, para entrever los caminos para que de nuevo a la
lorquiana 5 de la tarde vuelvan a sonar los clarines. Y abrimos la serie con un
magnífico conocedor de la realidad taurina: Zabala de la Serna, una de las
primeras firmas del periodismo taurino, que desde su independencia aporta un
buen manojo de ideas y criterios.
ANTONIO
PETIT CARO
- Quién
está acostumbrado a ir de feria en feria, ¿cómo vive el parón provocado por la
pandemia?
Es una sensación rarísima después de 25 años
girando como una peonza por todas las plazas. Es un reto complicado para la
mente, que extraña la adrenalina de las crónicas, la velocidad de las tardes,
la tensión de la escritura y el trepidante ritmo del cierre. Todo aquello que
convertíamos en queja, es ahora una nostalgia. Afortunadamente el periodismo
taurino no se ciñe sólo a la crónica. Y la actualidad, tan abundante, difícil y
angustiosa en estos momentos, ofrece muchos frentes que cubrir
informativamente. Mis colaboraciones en Canal Toros me sirven como válvula de
escape, toda vez que entré en la zona dura del ERTE de EL MUNDO desde mediados
de mayo.
- En un
estudio, el profesor Juan Medina explicaba que el mundo del toro necesitó de
casi 20 años para volver a la normalidad tras el crack del 29 o la crisis de
1974. ¿Cuándo cree que ahora conseguirá superar la crisis del COVID-19?
Hay mucho trabajo pendiente acumulado. Como buen
pesimista que soy, lo asocio más a una cuestión de supervivencia. O sea, ya no
es cuándo volverá el esplendor sino cuánto sobreviviremos. Tan grave veo el
asunto. El COVID-19 nos ha cogido en el momento más débil y nos ha sumido en la
crisis más grave de la historia de la tauromaquia. O se emprende una
reestructuración verdadera para que el planeta taurino sea de verdad un sector
normalizado y moderno o no habrá mucho que hacer.
- Históricamente,
las recuperaciones han llegado por la explosión de un torero que lo arrollaba
todo. ¿Podría ser así ahora o la Fiesta ha cambiado de paradigma?
Ya no vale esa vaina de que aquí todo se arregla
con la llegada del mesías que porte en su izquierda el paraíso. Hay dos caminos
clarísimos: la refundación interna del toreo -que será dolorosa- y la
reconstrucción externa en las relaciones con las Administraciones. Hace 10 años
exactos, cuando la tauromaquia pasó de Interior a Cultura, algunos advertimos
que bien estaba pero que se trataba de un ministerio competencialmente vacío.
Recuerdo un artículo del entonces secretario general de ANOET, Enrique Garza,
que venía a concluir, tras felicitarse, que quedaba un arduo trabajo por la
transversalidad de las competencias que rigen en el toreo (Sanidad, Agricultura
y Ganadería, Trabajo, Seguridad Social…). Y todas estaban, como están,
transferidas a las autonomías. Estamos en 2020 y el arduo trabajo se quedó en
lo que quedan todos los inviernos en el toreo, en nada. Hay que fomentar la
idea entre los grandes partidos de que es imprescindible la creación de un
único organismo intercomunitario, por no llamarlo nacional, que establezca a
través de un supra reglamento un tratamiento uniforme para la tauromaquia. Que
el toreo llame a una sola puerta y no a 17. No hablo de una legislación que
entre en cuestiones de la lidia, ojo. Aunque tampoco estaría de más un
Reglamento unificado. Pero se trata de que si, por ejemplo, Castilla-La Mancha
decide reducir los equipos veterinarios, bajar las tasas o asumir los gastos
médicos, Andalucía, Extremadura, Madrid, etcétera, vayan de la mano. No digo ya
para fijar unos puntos mínimos y unos topes máximos respecto a ese cáncer que
son los pliegos de explotación de las plazas. Sería magnífico. Para eso
serviría, llamémosle, el Consejo de Tauromaquia Intercomunitario.
"La restructuración de la tauromaquia pasa por
desempolvar la vieja idea de la CAPT"
- Una de
las novedades de esta crisis es que ahora son las organizaciones profesionales
las que buscan fijar las claves del futuro mediante distintas mesas de trabajo.
¿Será posible?, ¿cuál podría ser el camino más adecuado?
Internamente habría que desempolvar la vieja idea
de la Confederación de Asociaciones Profesionales (CAPT), aquel excelente
proyecto que desde dentro dinamitaron a finales de los 90. La Fundación Toro de
Lidia, que hace su papel como marco o, como en este portal se escribió, como “punta
de lanza”, no nació para resolver cuestiones estamentales ni sectoriales. Ni
debería ser contaminada por intereses de ningún tipo. Cuando la CAPT apuntó a
Javier Gómez-Navarro, ex ministro de Turismo, que había estado en el Consejo
Superior de Deportes (CSD), como el hombre que representaría al toreo, fue un
acierto superlativo. Claro, que había una rica financiación que Manolo Chopera
y José Luis Lozano habían encarrilado. Ese perfil de empresario de peso, de la
talla de Chopera o Lozano, es el que falta como cruz de guía, como referente
ahora. Entonces ANOET tenía fuerza para poner orden, había alguien a los
mandos. La hoja de ruta que Gómez-Navarro hubiera marcado buscaba la creación
de un organismo interministerial, tipo CSD para el toreo. Y a esa idea habría
que volver. Estar en Cultura te da el paraguas de la protección constitucional,
por el preámbulo, el artículo 44 y el 149, pero nada más.
- ¿Ve
alguna posibilidad de que estas mesas de trabajo sean capaces de cambiar las
obsoletas estructuras del mundo del toro?
Es muy complicado. Debería basarse en una unidad
sincera. Unidad no es poner todos en un par de folios las peticiones de ayuda
que necesita el sector del Gobierno. Eso es una unidad de puertas para fuera,
de boquilla. Internamente sigue el desbarajuste de siempre. Y es urgente
ofrecer algo más, una reconversión industrial. Somos un mundo tremendamente
solidario hacia fuera pero muy poco generoso para con nosotros mismos. El
llamado Gabinete de Crisis debería estar trabajando con la vista puesta en
2021. Los ganaderos son los únicos que lo hacen, me da la impresión. Y los
únicos que llevan demasiados años pagando los platos rotos. La superinflación y
los costes excesivos de los espectáculos no viene por ellos.
"Vamos a quedar como Cagancho en Almagro si no se dan
toros allí donde se han flexibilizado los aforos a partir del 50%"
- ¿Hay que
dejar pasar en blanco la temporada 2020 o habría que tratar de recuperar lo que
se puede?
Por supuesto que habría que abrir plazas. Sobre
todo, en aquellas Comunidades Autónomas en las que se ha peleado por
flexibilizar las medidas sanitarias que hacían inviable la organización de
festejos y se han conseguido aforos del 50 al 75%. Sería un fiasco gigantesco y
daría una imagen desastrosa no salir. ¿Imagina lo que pensará el ministro
Rodríguez Uribes después de tanto jaleo? Hace nada veíamos una persecución
encubierta, una prohibición tapada. Del decreto de los 9 metros cuadrados, por
ejemplo. Por esta razón, más allá de la negación de las ayudas a los
profesionales y el ninguneo hacia lo que llamamos sector, se convocaron los
paseos taurinos. ¿Y ahora qué? Me da que muchos empresarios pedían sin saber lo
que pedían o con la boca chica. Como un postureo de cara a la galería y la
política. No eran sinceros ni honestos. Es verdad que no todos los casos son
iguales. Que en muchos sitios dependen de las relaciones contractuales con los
arrendatarios, que las fiestas patronales que enmarcaban esas ferias se han
suspendido, pero en conjunto, salvo excepciones, vamos a quedar como Cagancho
en Almagro. Queremos ser como las demás industrias culturales, empezando por la
igualdad en el trato. Pero, mientras, todas se están adaptando a la nueva
normalidad menos nosotros, ni cuando ahora se han dado las circunstancias de
viabilidad en muchos sitios. A ver si el mal va a ser más endémico que
pandémico.
- Madrid es
la clave, pero no veo claro cómo se podrá salir de ese sudoku que supone el
contrato de adjudicación. ¿Ve posible un arreglo razonable entre la Comunidad y
la empresa Plaza 1?
Es una cuestión muy complicada que viene de lejos.
En el reequilibrio del contrato reside el quid de la cuestión. Al margen de la
situación actual por la pandemia y la suspensión de San Isidro, viene desde que
la empresa no pudo programar los espectáculos musicales, que era punto
importante en la valoración de su plica en el concurso. Y los motivos de su
prohibición son la caja de Pandora, el estado de la plaza y sus medidas de
seguridad. Pero, a lo que estábamos, a salir o no. Nadie va a entender que
después de que la Comunidad de Madrid autorizase el 75% del aforo, que después
de que Rafael García Garrido haya ido criticando todas las medidas anteriores
que hacían imposible programar corridas, cuando por fin se puede levantar el
telón, no se haga. ¿No midieron ninguna de las partes los protocolos sanitarios
a aplicar contra el temor a los rebrotes si se autorizaba a abrir al 75%? ¿En
los toros no se puede y en todo lo demás, teatros, cine, conciertos, parques de
atracciones, sí? Por cierto, fueron impresentables por inoportunas las
declaraciones de Simón Casas en El País diciendo que en verano no van a la
plaza ni los aficionados. A Casas le molesta la temporada estival de Las Ventas
casi desde que aterrizó. Bueno, realmente le molesta una oferta que infló hasta
los límites. Ni Casas ni Garrido han sido sinceros en esta pandemia. Y han
jugado con la idea de volver “a lo grande” en Otoño. Tanto, que Isabel Díaz
Ayuso les tomó la palabra. Veremos cómo salen del jardín en el que se han
metido solitos. Mi sensación es que los tiempos los marcará el espinoso asunto
del reequilibrio del contrato. Prórrogas o dinero. O prórrogas y dinero, no sé.
Las cantidades son millonarias y a la CAM se le hace bola. Está inexorablemente
ligado a levantar o no el telón. La temporada venteña sin el colchón de San
Isidro es un agujero económico.
- ¿Salvar
la Feria de Otoño podría ser, al menos, un parche?
No es fácil. Primero porque no creo en la
volubilidad del pliego como pretende Casas. Ahora en verano no me conviene pero
en septiembre sí. O se levanta el telón o no se levanta. Pero sí se hace es
para todo. Luego, ¿qué pasaría con los abonos? ¿Serían obligatorios? ¿Habría
que ir a una fórmula mixta de que aunque no lo saques no lo pierdas? ¿Y si se
desploman? La Comunidad de Madrid nunca se juega nada. Históricamente, el PP se
ha puesto del lado de la tauromaquia. Y es de agradecer. Pero, a efectos, en
qué se ha traducido. En un pliego de explotación de Las Ventas recaudatorio e
intervencionista desde hace ya demasiados años. El dinero que sostiene los
festejos de promoción en la Comunidad, la Escuela de Tauromaquia, el Batán
cuando se reabra, sale de las arcas de la empresa. A cambio, nadie puede hablar
de subvenciones. Pero que los políticos no se cuelguen medallas. La gestión de
la crisis, más allá de la oficialidad -oficialidad más que medidas paliativas-
que Ayuso dio al toreo, es muy mejorable en cuanto a transparencia se refiere.
¿Es normal que la Feria de San Isidro se suspenda sin un comunicado oficial?
Las buenas intenciones de Miguel Abellán como director gerente del Centro de
Asuntos Taurinos no valen cuando se estrellan constantemente con el muro de la
consejera de presidencia, María Eugenia Carballedo.
"Hay que fomentar la idea entre los grandes partidos de
que es imprescindible la creación de un único organismo intercomunitario para
el toreo"
- No acudió
ningún político de la Comunidad al paseo taurino de Madrid.
Bueno, es verdad. Pero creo que la convocatoria no
debió producirse después del primer intento fallido. Fue un mantenella y no
enmendalla. Madrid era una bala que no debió ser nunca de fogueo, pese al
loable esfuerzo de los convocantes. Una manifestación en Madrid, porque Madrid
es Madrid para todo, no se convoca con cincos días de por medio para que quede
un cosa digna, para cubrir el expediente. Para que una manifestación tenga el
eco debido en Madrid lleva un trabajo de meses detrás. Para que sea
verdaderamente multitudinaria. Y sobre todo para contar con una cabecera de
manifestación de categoría. Comprometer no sólo a todas las figuras del toreo
antes de convocarla, sino a las figuras de la Cultura que respaldan la fiesta
brava. Y si no, no se convoca. Los paseos tuvieron su momento y debieron tener
el punto final con Sevilla y Salamanca.
- Estamos
viviendo un intento por parte de algunos de ponerle a la Fiesta una carga
ideológica, ¿cómo podría salvarse este escollo?
Todo viene del abandono de la izquierda de sus
posiciones tradicionales y su radicalización, una izquierda que fue siempre
taurina. No es que la derecha se haya apropiado de la tauromaquia, es que le
han dejado la dehesa del toreo abonada para ellos. Repetiré el ya manido “la
fiesta es del pueblo”. En todas las prohibiciones y ataques políticos en
localidades, del Mediterráneo, por ejemplo, siempre están detrás los amigos y
socios del PSOE. Fíjese el Gobierno sanchista antitaurino que tenemos. El trato de los socialistas con la
tauromaquia en comunidades como Extremadura y Castilla-La Mancha, sin embargo,
es ejemplar. Porque sus dirigentes conocen la importancia de la tauromaquia en
sus regiones. Y explican el toreo desde más allá de la tradición, desde el
calado ecológico y económico, que es la clave.
“Como se sigan cerrando ventanas informativas, nos vamos a
asfixiar en el gueto”
- Soy de
los que piensan que el periodismo taurino también debería ser considerado como
uno de los damnificados por la crisis, ¿qué medidas se podrían adoptar para
salvar este problema?
La prensa especializada está agonizando. Fíjese el
triste cierre de “6 Toros 6”. Una ventana menos. Pero todo esto viene de lejos.
Aquí han ido cerrando espacios taurinos en absolutamente todas las parrillas de
las cadenas de radio privadas y la reacción ha sido como quien oye llover.
Queda el consuelo de que en la COPE, la SER, y ONDA CERO el periodismo taurino
encontró su hueco en internet. Nunca ha habido un plan de medios serio por
parte del sector. Los periódicos generalistas tampoco parecen contar nunca. Jamás
he visto una actuación conjunta con los directores de los principales medios de
prensa escrita que apoyan más o menos en sus páginas al toreo. O en sus
ediciones digitales, hoy tan importantes o más que el papel. Nunca les han
citado para dar las gracias o para pedir más espacio o para ver cómo
potenciamos el escaparate del toreo. En este mundo sólo escriben a tu director
cuando algo no les gusta. Como se sigan cerrando ventanas informativas, nos
vamos a asfixiar en el gueto.
- ¿Qué
papel tiene la TV hoy?
Si hablamos de Canal Toros y Movistar, en la
situación actual de aforos, su papel es clave para la supervivencia y
viabilidad de lo que se organice en lo que quede de temporada. Y para las
ferias de 2021. Ya era importante, ¿eh? Como desaparezca Canal Toros del
panorama, cerramos el último respiradero al siglo XXI. Salvo que alguien venga
con un canal y una oferta debajo del brazo para televisar las grandes ferias.
Hablamos de una televisión de pago con audiencias limitadas, que hay quienes piensan
que la cuota de pantalla es la de Sálvame en Tele 5. Luego, hay un trabajo de
promoción, fomento, divulgación e información, importantísimo en las cadenas
autonómicas. Sus programas siguen dando unos índices de audiencia elevadísimos.
De TVE, si se fija, ya ni hablamos pese a ese último reducto de Tendido Cero
que Federico Arnás ha mantenido y defendido como Fort Apache hasta su marcha.
Veremos qué pasa en septiembre.
- El mundo
del empresariado taurino, hoy desunido, parece estar en una época de cambios.
¿Tiene algún significado que ahora, la representación de ANOET ante el Gobierno
la desempeñe un directivo del imperio Bailleres?
No hay nadie a los mandos. Imagino que Simón
Casas, como presidente, y con la aquiescencia de la directiva, habrá delegado
en Antonio Barrera. Hay empresarios jóvenes que piensan que se puede y se debe
trabajar de otra manera. O que sólo piden que les dejen trabajar. Recordábamos
antes los tiempos gloriosos de Manolo Chopera y José Luis Lozano. Va un trecho.
¿Sabe con cuántos afiliados contaba entonces Anoet? En torno a los 350
afiliados. ¿Sabe cuántos hay hoy? 32. Dos figuras fundamentales han
desaparecido en los últimos 25 años: el empresario de tercera y el apoderado
independiente. ¿Quién los asfixió? Yo no.
"Las Administraciones no han estado a la altura de lo
que supone la dehesa de bravo como patrimonio genético y como valor
medioambiental".
- Personalmente,
lo que más me preocupa es el campo bravo que, por su propia naturaleza,
necesita de años para recuperarse, tanto en las ganaderías de primer nivel como
en los encastes minoritarios. Las camadas de toros que van al matadero
necesitarán cuatro años para volver a reponerse. ¿No sería necesario un plan
urgente para salvar a la cabaña de bravo y a las dehesas?
La situación del campo bravo es dramática. Los
mataderos se han saturado. El precio del toro y el precio de la carne está por
los suelos. La reducción de las ganaderías es imprescindible para su
viabilidad. Quien no planifique, se quedará en el camino. La temporada de 2021
se me antoja muy medida y contenida de festejos. Y no hay que olvidar que el
COVID-19 también se llevó por delante el año de los festejos populares, el toro
de las calles. Las ayudas se antojaban vitales. Las administraciones no han
estado a la altura de lo que supone la dehesa de bravo como patrimonio genético
y como valor medioambiental.
- Una
cuestión endémica: el reparto de los dineros. Estamos ante un espectáculo con
precios de lujo que muchas veces arroja pérdidas. ¿No habría que replantear una
reforma global de este asunto?
En los costes está la madre del cordero. En su
reducción de los costes. El otro día en Canal Toros, en el Kikirikí, los
alcaldes de Arnedo, Villaseca y Algemesí, los del imprescindible Foro de
novilladas, advertían que o las cuadrillas recortan sus salarios de manera
acorde a los tiempos o suspenderán por inviabilidad económica. Y tienen razón.
Leí lo del recorte del 25% para plazas de tercera y cuarta en Andalucía, y se
me hace a todas luces rácano. Lejano a la realidad que vive España. Un 25%
habría que haber recortado antes de la pandemia. Lo que pasa es que alguien, y
aquí se hecha en falta una patronal fuerte, talentosa y negociadora, le debería
asegurar a las cuadrillas a cambio más novilladas si recortan. Porque, claro,
si hacen un esfuerzo y se da la misma escasez… Pero, vamos, que tendríamos que
estar hablando de sacar novilleros. Fíjese hasta qué punto nos altera el
discurso el poder del sindicato de la UNPBE. El único capaz de paralizar una
temporada. Como decían del de Hoffa en su momento, que podía paralizar Estados
Unidos. Ahora hay tiempo para sentarse a negociar de cara a 2021. Si es que no
sigue cada uno a lo suyo como todos los inviernos. Si la tauromaquia vuelve a
su estado prepandémico, estará muerta.
- Como
recordará, hace unos años Martínez Uranga dijo aquello de que la Fiesta estaba
en quiebra. Luego, Ramón Valencia explicó que con el no hay billetes y tres
figuras, perdía un dineral en Sevilla. Sin embargo, parece como si nadie
hiciera algo para resolver este sinsentido.
Es verdad que se está fuera de mercado. O de la
realidad del mercado. Pero no es menos cierto que cada uno cuenta su batalla.
Nunca he oído a un empresario contar los márgenes de beneficios que quedan en
las corridas de perfil medio bajo, ni los derechos de televisión que abonan en
esas tardes baratas que corrigen los desvaríos de las élites. De eso nunca
hablan. Todo abono trae una ley de la compensación. De esos abonos, tiran, por
otra parte, los carteles de las figuras. Hemos hecho una fiesta elitista porque
el público también se ha vuelto elitista. No quiere cualquier cosa. Es la
pescadilla que se muerde la cola. En el problema encuentran la solución.
Además, todos compatibilizan el papel de apoderados… Por cierto, que las
cantidades económicas de las figuras que tanto alarman a lo patronal no serían
posibles sin los ingresos de Canal Toros. ¿Alguien ha contado que en Las Ventas
volvieron a subir el contrato con la plataforma? Eso no lo cuentan.
- Mirando
al futuro inmediato, ¿es optimista o pesimista?
No hay comentarios:
Publicar un comentario