JOSÉ
IGNACIO GALCERÁ
Redacción
APLAUSOS
Su vuelta ha sido un alivio para todos: para el
público, que goza de nuevo con el ídolo; para el toreo, que recupera al último
revulsivo de la Fiesta; y para los empresarios, a los que puso a temblar y
ahora respiran tranquilos por poder contar otra vez con el torero más
taquillero de la actualidad. Su 2019 iba directo a convertirse en un año
histórico hasta que se cruzó en su camino una lesión cervical que le dejó fuera
de combate. Vean si no: puerta grande en Valencia y Madrid, y dos orejas de un
toro en Sevilla, como muestra de lo dicho. Bienvenido, torero.
-Tendría
unas ganas locas de volver a torear.
Imagínese… después de cuatro meses lo que más
quería tras dejar de torear era volver. Iba tan bien la temporada…, pero así
vienen a veces las situaciones en el toreo. Sentí cierta impotencia.
-¿Qué es lo
que más ha echado de menos en este tiempo?
Torear.
-Entiendo.
Cuando estás toreando a diario y estás metido de
lleno en la temporada, te acostumbras a un ritmo que te gusta y disfrutas, pero
no llegas a calibrar la importancia que tiene el toreo en tu vida. Es en
situaciones como la que me ha ocurrido este año cuando eres consciente de lo
que te apasiona de verdad y en mi caso es torear. Sientes la necesidad de
hacerlo. No es solo una profesión sino que es mi vida y moriría por ella.
-¿Vivir sin
torear no es vivir?
Me identifico al cien por cien con esta reflexión.
Cuando vuelves a torear tras un tiempo parado, aunque no ha cambiado nada,
regresas con nuevas ilusiones por hacer lo que tanto has extrañado. Mentalmente
vuelves más entero, más seguro.
-¿Qué ha
sido lo más duro de la convalecencia?
Desde que me pega la cornada en Madrid, que fue un
percance normal, me dolía la espalda, sentía que era simplemente una
contractura de la voltereta. Sin embargo, a partir de las corridas de Nimes e
Istres me tuve que infiltrar y el dolor lo notaba cada vez más fuerte. Pero ya no
solo era el dolor, sino también la falta de fuerza en el brazo. Tras una
revisión, se descubrió una hernia y la afectación del nervio, que estaba
aplastado.
“Durante la baja he sentido la necesidad de torear, me he
dado cuenta de que el toreo es lo que me apasiona de verdad. Hasta ahora no
había calibrado la importancia que tiene para mí. No es solo una profesión, es
mi vida y moriría por ella”
-En los
Sanfermines de Pamplona se le vio sufrir mucho. ¿Llegó un momento que era
imposible?
Sí, las últimas corridas sufrí mucho. El dolor se
puede aguantar, calmar, pero contra lo que no puedes hacer nada es ante la
falta de fuerza, no hay cura posible. Simplemente no tienes fuerza. Ahí decidí
parar un tiempo y luego cortar la temporada. El brazo derecho lo tenía
prácticamente dormido, no podía con el capote ni con la muleta.
Psicológicamente fue un quiero y no puedo.
-Se
sentiría extraño entre tanto médico y fisioterapeuta, ¿ha sido buen paciente?
La palabra paciente lo dice, en estos casos hay
que serlo más que nunca y no tener prisa ninguna. Por una parte quieres torear
pero por otra toca aguantar y casi darse por vencido. Mientras más paciente
seas, mejor irá la recuperación. Era lo que tocaba en ese momento. Fui
paciente, sí.
-¿Cómo ha
sido el reencuentro con el toro?
Increíble. Desde los días antes te vas metiendo en
dinámica, luego, cuando se acercó la reaparición en Lima, surge la duda de si
iba a sentirme igual que antes, tenía mis incertidumbres, pero al terminar la
corrida me di cuenta de que aunque habían pasado cuatro meses tampoco parecía
tanto tiempo. Me entregué en mi plaza y ante mi afición, lo disfruté muchísimo.
“Ver el cartel de No hay billetes me hace comprometerme y el
compromiso en el toreo es bueno. Me ayuda a ser mejor. Es lo que he soñado
siempre y sería una pena no disfrutarlo”
-Usted lo
pasó mal con la lesión, pero casi peor lo pasaron los empresarios que se
quedaron sin el tirón taquillero de Roca Rey.
Bueno… es bonito anunciarse y ver que se llena la
plaza o se pone el cartel de No hay billetes. En las diecisiete corridas que
toreé, a excepción de una, se acabó el papel y eso es un factor que te hace
mejor torero porque te lleva a hacer los esfuerzos que hay que hacer.
Me acaban de informar que en la ciudad merideña de
Ejido, en el lecho de su cama, tras una larga enfermedad neurológica, ha
fallecido el relator taurino español Julián Varona Castillo. Fue toda una
referencia taurina en los andes de Venezuela por más de 3 décadas. QEPD
-Alguno le
dijo: “Vaya putada nos has hecho”.
Jajaja… se han portado bien y se han preocupado
por mi recuperación. Algunos me decían si podría estar en sus plazas antes de
que tomara la decisión de cortar la temporada. Pero esto no ha sido una putada,
ha sido el toreo únicamente. A veces da triunfos, otras da sustos. Es un peaje
que hay que pagar en la profesión. Gracias a Dios no ha sido una cornada a vida
o muerte, que pudo pasar por lo feo que me cogió, pero fue una lesión que ha
llevado su tiempo. Tanto lo bueno como lo malo te puede tocar en el toreo.
EL MENISCO DE LA
RODILLA IZQUIERDA, OTRO DOLOR DE CABEZA
Durante su convalecencia,
la prensa colombiana publicó que Roca Rey tendría que pasar por quirófano a
comienzos de 2020. Pese al secretismo con el que trataron de llevar la
posibilidad de tener que operarse de nuevo, la noticia salió a la luz. Las
alarmas, pues, volvieron a encenderse, en este caso debido al menisco de la
rodilla izquierda. “Lo tengo roto desde hace dos años; además de que el hueso
de la rodilla lo tengo rajado”, apunta. “Me duele mucho, hasta el punto de
haber tenido que torear infiltrado en varias ocasiones. Me di cuenta de la
rotura entre mayo y junio de este año”. Aprovechando la baja por la lesión
cervical, Roca Rey hizo un tratamiento de fisioterapia pese a que el
diagnóstico médico decía que había que pasar por quirófano. “Voy mejor, el
fisioterapeuta ha hecho un trabajo extraordinario y además yo estoy
fortaleciendo mucho las piernas; aunque sigo con el menisco roto y lo va a
estar mientras no me opere, pero parece que no voy a tener que pasar por
quirófano y podré aguantar un tiempo más así. No soy muy amigo de las
operaciones, por eso no me he operado ni la hernia ni la rodilla”, afirma el
torero peruano.
Dicha situación hizo que
Roca Rey optase por no anunciarse en una de las ferias importantes del país
americano, la de Manizales. “Las empresas y el público merecen un respeto y no
quería que me anunciaran en las ferias si no estaba seguro de cumplir los
compromisos. No me parece bien, el toreo tiene que tener seriedad y prefería
sacrificar quince días de la temporada aun sin saber si me tenía que operar o
no. Ojalá que pronto pueda volver a Manizales”, reflexiona con sinceridad.
-Hasta la
lesión, la temporada iba lanzada. Triunfos en Olivenza, Valencia, Castellón,
las sensaciones eran extraordinarias. Luego llegó Sevilla, donde se le llegó a
pedir el rabo, pero su gran apuesta era Madrid. Donde otros dijeron no al
bombo, usted dijo sí. ¿Lo haría de nuevo, aceptaría esa fórmula otra vez si se
diera el caso?
El bombo fue una situación completamente nueva,
distinta hasta ese momento. Por mi forma de ser, por no querer dejar de apostar
fuerte, porque al fin y al cabo mi carrera ha sido apostar fuerte desde
novillero aunque muchas veces se olvide y a pesar de que había personas que
desconfiaban de ello, sentí que tenía que tomar esta decisión digamos
aventurada o apasionada. Me gusta decidir por mí mismo y por eso entré a ese
sorteo, era una muestra también de decir que estoy dispuesto a matar cualquier
ganadería. Lo hice porque entendía que después de eso ya no habría dudas. ¿Si
lo haría de nuevo? Ahora ya no sería nuevo y entiendo que debería de quedarse
como estaba.
-El sorteo
deparó que tuviera que torear la corrida de Adolfo Martín. Era el gran morbo
del bombo y le tocó.
Fue una tarde que generó una bonita expectación.
Pero todos los toros, y en Madrid especialmente, tienen la fuerza de toro y
todos tienen dos pitones con dos puntas grandes. La corrida de Adolfo Martín la
toreé como cualquier otra, quizás con otras formas, pero cuando eres torero te
preparas para torear todo tipo de toros y encastes.
“No sabría decir en qué aspectos he evolucionado en este
parón, lo que es seguro es que me siento feliz por estar de vuelta. He renovado
la ilusión, que es condición vital para ser torero”
- ¿Le veremos
en un futuro con este tipo de ganaderías o lo descarta por completo?
No, nunca hay que cerrarse a nada, al contrario.
Soy torero y siempre hay que marcarse retos, y matar distintos encastes es uno
de ellos. También es cierto que el público paga una entrada para verte y no
quiere verte delante de una ganadería que quizá no funcione. Hay que saber qué
corrida dura matar, no vale una que salga descastada o que tenga un peligro que
nadie ve. El público quiere verte triunfar y para ello hacen falta toros que
transmitan.
- ¿La
corrida de Adolfo Martín sirvió para disipar dudas, para acallar comentarios?
Cada uno tiene su opinión, unos dirán que eres
bueno, otros que eres malo. Lo más bonito es disipar tus propias dudas y no las
de los demás. Es necesario tener dudas internas y superarlas. A las que tengan
otros sobre mí, no les echo cuentas. Cuando estás delante de un toro estás solo
y no piensas si unos quieren que torees de una forma o de otra, solo piensas en
ti porque además tu vida está en juego.
- ¿La faena
al toro de Parladé ha sido la más rotunda hasta el momento en Las Ventas?
Sí, por el toro, por cómo fue la tarde, por el
escenario. Mi primero, un sobrero de Conde de Mayalde, me cogió y luego le
corté las dos orejas al sexto. Me sobrepuse a las circunstancias.
- ¿Ha
seguido lo que ha ido ocurriendo a lo largo de la temporada?
Unas veces sí y otras estaba centrado en la
recuperación, pero he estado enterado de lo que iba pasando. He estado al tanto
a través de los medios, no muy estrictamente, y también por lo que me iban
contando.
- ¿Le ha
dado tiempo a profundizar en su tauromaquia? ¿Veremos mejoras en el toreo de
Roca Rey?
Día a día intentas evolucionar, ser cada vez
mejor, pero es cierto que cuando dejas de entrenar por una lesión, como ha sido
el caso, piensas, maduras y ves las cosas de otra forma. Recargas energías y
sobre todo renuevas la ilusión, que es una condición fundamental para ser
torero y para hacer el toreo que quieres. No sabría decir en qué aspectos he
podido evolucionar, de lo que estoy seguro es que me siento feliz por estar de
vuelta, y eso luego en la plaza se nota.
“Dije sí al bombo porque desde novillero he apostado fuerte
en mi carrera. Creía que tenía que hacerlo y por eso acepté. También fue una
manera de decir que estoy dispuesto a matar cualquier ganadería”
- ¿Hasta
qué punto le presiona la expectación que genera en los públicos?
Lo que me hace es comprometerme y el compromiso en
el toreo es bueno. A mí me ayuda a ser mejor, me motiva porque es lo que he
soñado toda mi vida. Y ya que lo estoy viviendo, sería una pena muy grande no
disfrutarlo.
- Tras la
campaña americana, en Europa arrancará la temporada en la Feria de Fallas de
Valencia. ¿Por qué?
Así como ha sucedido en América, que tras la
lesión volví en mi tierra en vez de en otra plaza, me gustó la idea de hacerlo
en Valencia porque es una plaza en la me he sentido torero y a gusto, he tenido
tardes bonitas que me han ayudado a sacar aspectos nuevos, con sensaciones muy
fuertes. Me hacen ilusión las Fallas y no encontraba nada más bonito que no
fuera volver en esa plaza. Ahora solo deseo que salgan las cosas bien como
tantas veces ha pasado.
- Que vayan
preparando pues la puerta grande. Lo digo por el currículum que tiene en esta
plaza.
Jajaja… He tenido la suerte de salir a hombros
como matador de toros todos los años que he ido y por eso también es especial.
El público de Valencia es respetuoso y apasionado. Y a mí me gustan las
personas apasionadas como las de Valencia. Con esos mimbres, también salen
faenas apasionadas. Es una feria increíble y me gusta que la reaparición sea
allí.
- Por si
acaso que vayan preparando las llaves…
Por lo menos las de la puerta de cuadrillas para
que nos dejen pasar.
- Bienvenido.
Gracias.
ARROLLADOR
REGRESO EN AMÉRICA
Roca Rey ha vuelto como se
fue. Si la temporada europea iba camino de ser triunfal antes de que se viese
obligado a cortar la temporada, la que ha iniciado en América va por los mismos
derroteros. Desde que reapareciese en Lima el pasado 3 de noviembre, el peruano
ha seguido por la senda del éxito tarde tras tarde en las seis corridas que
lleva toreadas en ruedos peruanos, mexicanos y ecuatorianos hasta el momento.
Un triunfo en Acho en la tarde de su regreso, una oreja en la mexicana plaza de
Guadalajara, tres trofeos en Latacunga y otras tantas en Toluca con indulto
incluido es su balance por ahora. El único borrón fue su actuación en la última
corrida Guadalupana celebrada en la Plaza México. Hasta que regrese a España, a
Roca Rey todavía le quedan por cumplir alrededor de media docena de compromisos
más. Lo que queda claro es que su regreso a los ruedos ha sido arrollador.
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