Hay filtraciones
y hay trabajo periodístico, también hay mangancia informativa sin anestesia ni
vergüenza, o lo que es lo mismo, uno trabaja, caza la noticia, la sube a la web
y todo seguido la ves tal cual en el pupitre de al lado.
JOSÉ LUIS
BENLLOCH
Redacción APLAUSOS
Comenzó el goteo de carteles. Es como si ya
tuviésemos la Navidad fuera. Lo trae el tiempo, como el frío o el cabreo con
los políticos. Es un juego divertido que unos afrontan con voluntad
informativa; otros, miles, lo beben con fruición, no hay nada que guste más a
los aficionados que un esbozo de cartel; otros lo utilizan como estrategia para
forzar las negociaciones que no siempre comienzan después de fiestas, Hasta
después de las fiestas no comienzo a hablar… es la respuesta más manida cuando
te interesas por derecho por la información, te sueltan esa cantinela para
quitarse de en medio cuando en realidad comienzan cuando le conviene a cada
cual -¿alguien se cree que si los de Roca Rey, pongo por caso, tocasen la
trompeta desde el Wellington no acudiría el personal y hasta el sistema entero,
ya lo han hecho, a ponerse a las órdenes?, y ya no digo si tosiese JT…-; otros
los digieren mal, los rumores me refiero, pensando que todo ese galimatías de
dimes, diretes, buenas fuentes y fuentes dignas de crédito y el bla, bla, bla
que se utiliza en las informaciones perjudican sus intereses y a partir de ahí
se arma la mundial porque aseguran que les dejan en mal lugar delante de
instancias que consideran mayores. Así sucede un año y otro año. Nada de eso
pasa en el mundo del deporte, en el fútbol mismamente, que en esas cuestiones
tenemos que reconocer que nos llevan ventaja y experiencia, nadie se mosquea
por lo que se pueda filtrar, al contrario, lo aprovechan para crear
expectación, que es a donde iba yo con estas líneas, pero no es así, en el toro
se mosquean, se ponen herméticos, amenazan y/o se quejan de que la prensa no
ayuda y poco después o cuando les conviene para justificar su escaso éxito
organizativo, claman a los cuatro vientos que no se informa de toros, que la
prensa ni caso. ¿Cómo quedamos, se informa, no se informa, se informa a
conveniencia…? Esa es la madre del cordero, la conveniencia de unos pocos.
Noticia trabajada es
el cartel de la reaparición de Roca Rey, la primera terna que se ha cuajado en
el obrador del productor SC. El peruano estará acompañado por Castella y
Cayetano
Pese a todo hay filtraciones y hay trabajo
informativo, también hay mangancia informativa sin anestesia ni vergüenza, o lo
que es lo mismo, uno trabaja o dos o tres, cazan la noticia, la suben a la web
y todo seguido la ves tal cual en el pupitre de al lado o se la escuchas a
encopetados locutores que se dan el moco del podemos informar que… Lo hacen sin
pudor, durante todo el año, incluso sin corregir las erratas puestas a modo de
trampa para tener fe de la mangancia, como si ser capitalinos les diese derecho
al atropello ajeno. Joder con los ilustrados del copetín. También hay,
afortunadamente, periodistas de raza que saben respetar además de trabajar y
cuando es de ley citan las fuentes. Tan sencillo como eso. Si cumpliesen el
código del buen proceder nos hubiésemos ahorrado el último párrafo pero ni es
así ni creo que vaya a servir para mucho.
Parece, es buena la fuente, que Sevilla va a apostar por una
feria de figuras, al fin y al cabo ese ha sido el modelo que ha distinguido a
la capital hispalense desde siempre. Si uno se aleja del ADN propio, se
desajusta todo
De entre las noticias trabajadas, el cartel de la
reaparición de Roca Rey en Valencia -la primera terna que se ha cuajado en el
obrador del productor SC- se publicó en Las Provincias. El peruano estará
acompañado en la puerta de cuadrillas por Castella y Cayetano. Eso es
información currada. Otra cosa es la deducción y la lógica, y en ese territorio
se puede hablar, de hecho se habla en muchos foros, del cartel del Domingo de
Resurrección, que siguiendo el espíritu de los últimos años apunta, es la
lógica, a un Morante, Roca Rey, con un tercero a negociar entre Manzanares, que
podría optar este año por viajar lejos y darse distancia hasta que llegue la
feria con la que es su plaza y gente de adopción, circunstancia que daría más
opciones a Aguado, que esgrime argumentos tan contundentes como sevillanía,
novedad y el recuerdo de su memorable actuación del 2019, e incluso a Juli. Esa
será la ecuación que tendrá que resolver Ramón Valencia, que es quien se la
juega y quien tiene la responsabilidad. Que Sevilla sea mucho más que el
legendario domingo iniciático le abre las posibilidades de negociar y alivia lo
que de otra forma sería un trágala difícil de digerir. Y a propósito de RV, el
empresario maestrante parece, es buena la fuente, que este año va a apostar por
una feria de figuras, al fin y al cabo ese ha sido el modelo que ha distinguido
a la capital hispalense desde siempre, diferente del modelo Madrid, donde caben
toreros que en Sevilla o en Valencia, pongo por caso, cuesta acoplar, ha sido
siempre así y cuando en cualquiera de esas plazas han querido alejarse mucho
del ADN propio se desajustó todo. ¿Que cuál es el ADN sevillano?...
concentración de figuras y el aliño, ese es el toque, de nombres de la tierra.
Cabe recordar que cuando se ha experimentado con otras fórmulas ha habido
batacazo y algo parecido ha sucedido con el toro a lidiar.
A propósito del toro a lidiar, Zabala de la Serna
adelantaba en El Mundo las ganaderías del abono sevillano y asegura que harán
doblete Garcigrande, Cuvillo, Juan Pedro y Victoriano del Río, la cuestión
confirma la presencia masiva de figuras, un alto presupuesto ferial y desencadenará
-¿alguien lo duda?...- el eterno debate de si hay oportunidades, si hay
excesiva representación Domecq y tal y tal y tal, pero es lo que hay. Pasarán
los años y lo veremos mejor.
TERROR AL CAMBIO CUANDO URGE CAMBIAR
“Aquí -se refiere al toreo- se le tiene terror al
cambio cuando en todos los sectores que entran en crisis el cambio es el motor
del sistema para salir de ella. Aquí sin embargo el cambio es un drama y sin
cambiar las cosas no se sale de la crisis”. Se trata de una reflexión de Pepe
Moya, hecha con la autoridad que le da ser uno de los grandes empresarios de
este país. La ha dicho a lo largo de un reportaje -publicado en la edición
impresa de APLAUSOS de esta semana- sobre El Parralejo, ganadería de la que es
propietario, en el que ha radiografiado la difícil, no quisiera decir agónica,
situación del mundo del toro. No solo comparto la idea sino que entiendo que debe
afectar a todos los protagonistas por si acaso alguien tiene la tentación de
pensar que no va con él. Afecta a los toreros, especialmente a las figuras, que
deben defender su estatus con firmeza pero también con realismo, a las
cuadrillas, que deben entender que la intransigencia no siempre es la mejor
defensa, a la administración, que tanto ningunea a todo lo taurino, a los
aficionados e incluyo en ello a los medios, que deben entender que nuestros
grandes referentes artísticos de la actualidad surgieron de grandes cambios
anteriores, de la revolución de Belmonte mismamente, de la de Manolete, de
Ojeda… de la implantación del peto, que fue un trauma en su momento, más que
descalificado anatemizado por los puristas, y sin el cual la Fiesta sería hoy
indefendible. Hay momentos cruciales en los que se cambia, el actual es uno de
ellos, o pierdes irremisiblemente.
Hay momentos cruciales en los que se cambia, el actual es uno
de ellos, o pierdes irremisiblemente
El problema, dice el propio Moya, es la falta de
visión estratégica del sector, lo comparto si lo matizo, el problema, entiendo,
es que aquí, en el toreo, no hay sector como se entiende en otras actividades,
hay un cúmulo de individualidades encerradas en sus intereses personalísimos
que nos han conducido hasta el borde del precipicio y ahora andamos a la espera
de que alguien, otro, mueva ficha y obre el milagro, una figura potente que lo
cambie todo y en el terreno de los milagros ya solo se depende de la santa
providencia. Mientras esperamos, sentados, enfadados, alertas a lo propio, es
evidente que no se tiene visión de mercado, ni se cuida al cliente, se van
aficionados y no entran nuevos sin que nadie acierte a sustituirles. ¡Horror!
Dicho lo dicho, yo por mí, si quieren ustedes, me
apunto a los deseos de felicidad y prosperidad para el año que viene repartidos
en SMS, whats, tuits y abrazos, pero como dijo el cura a los mozos del pueblo
cuando apretaba una sequía ¡Si queréis sacad el santo, pero que sepáis que no
está para llover!
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