La empresa “Kika” que gestionaba las “arenes du
Plumaçon”, con María Sara y Simón Casas como cabezas visibles salen de Mont de
Marsan por la puerta de atrás. Una serie de irregularidades que habrían
precipitado la decisión que se empezó a forjar en el mes de septiembre durante la
encerrona de Emilio de Justo en Dax.
Cada día es más palpable que al gran productor
Simón Casas le queda menos puertas abiertas, y es más conocido por sus malas
artes y sus presuntos escarceos fraudulentos. Con su empresa Simón Casas
Productions sin posibilidad de licitar
en las plazas francesas, lo único que le queda, al veterano de mil chanchullos,
es hacer equipo con María Sara, pero esa alianza, en suroeste francés va a ser
inviable, debido al escándalo de la temporada en Mont de Marsan.
Según apuntan fuentes del ayuntamiento de Mont de
Marsan, el alcalde de dicha ciudad se topó con la verdad sobre Simón Casas en
una crucial conversación con su colega de Dax. En esta conversación se dieron a
conocer ciertos aspectos económicos de las ganaderías que habían actuado en
ambas ferias. Y resultó que los costes en Mont de Marsan estaban muy por encima,
-entre 15mil y 20mil euros- que los costes de sus vecinos de Dax, siendo las
dos plazas de primera categoría.
A partir de ese hilo, se fue destapando más
cosas, hasta descubrir los elevados
costes de los transportes de animales, algo que no cuadraba y estaba fuera de
toda lógica posible. En Mont de Marsan se tomaron esto como una tropelía, un
insulto y una estafa. Sin llegar a ser de entre público por ser año de
elecciones. El descontento es tal, con los empresarios, Casas y Sara que en
Occitania no les quieren ni ver. Dando por finalizada la relación entre Kika
–María Sara y Simón Casas- y Mont de Marsan.
Así actúa el gran empresario, beneficiándose de todo
aquel que puede. Su falta de honestidad y transparencia es un insulto para los
valores, no solo taurinos, sino empresariales. Cada día, Simón Casas tiene
menos vidas, y la suerte de caer siempre de pie está tocando a su fin. Las
polémicas en sus gestiones se acumulan en las hemerotecas y recuerdo de los
afectados. La opinión pública es consciente de sus artimañas, engaños y
verborrea fácil.
Simon Casas ha quedado retratado en Mont de
Marsan, y sin embargo el alcalde de Nimes le da un voto de confianza, en un
pliego que ha carecido de arbitrariedad. La justicia divina, taurina y humana
en algún momento se hará presente para cobrarse la deuda contraída moral y
éticamente por Bernando Domb alias Simón Casas.
Juanje Herrero
www.torosdelidia.es
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