El
granadino conmemorará en 2020 dos décadas como matador de toros: “Me gustaría
que el vigésimo aniversario fuera especial. Merece la pena hacer algo
diferente. Pero una cosa es lo que uno quiere y otra lo que consigue que le
den”, adelanta.
ROCÍO
FERNÁNDEZ
Redacción
APLAUSOS
Pocas cosas se pueden añadir a estas alturas de la
trayectoria de David Fandila “El Fandi”. La próxima temporada cumple su
vigésimo aniversario de alternativa. Ahí es nada. Veinte años y continúa en el
pelotón de mando. Al margen de modas y tendencias, el granadino se siente
orgulloso de seguir defendiendo su sello personal después de dos décadas. Ese,
asegura, es su gran logro. Ese, y el seguir conquistando cada tarde a algún que
otro aficionado de los que no se consideraban partidarios.
- La pasada
ha sido la temporada número 19 de alternativa y sigue defendiendo sus feudos
con las mismas ganas de siempre…
Parece que fue ayer pero ya llevamos unos años en
esto. Si miro atrás, me doy cuenta de que año a año he disfrutado de una
seguridad y de una regularidad que me han permitido estar donde estoy. Nunca he
tenido un parón fuerte y además puedo decir que he disfrutado más de lo que he
sufrido.
- ¿Han
cambiado mucho las cosas en 20 años?
Ahora se lo toma uno todo con tranquilidad matando
40 corridas de toros. Por suerte o por desgracia ha vuelto a lo que era
antiguamente. Ahora el que más torea llega a las 50-60 corridas, aquellos años
en los que en todos lados se daban corridas de toros eran muy bonitos pero
surrealistas. Había veces que te despertabas y te costaba situarte pero a mí me
ha encantado, lo he disfrutado y ahora toca disfrutar de lo que estamos
viviendo.
- Es de
esos toreros que ha superado tendencias, modas, crisis… y sigue estando ahí.
Siempre he sido fiel a mí mismo y nunca me he
encasillado en un concepto ni en un tipo de cartel. Creo que siempre hemos
caído bien con un montón de toreros, de todos los gustos y eso ha sido
importante. Luego la regularidad y el no aburrirte tanto en los días fuertes
como en las plazas menos importantes ha hecho que la gente que siempre ha
querido ver al Fandi siga siendo igual de fiel.
- Hace unos
años decía que no era incombustible, que lo que tenía era ilusión. ¿Cómo se
mantiene esa ilusión después de tanto tiempo?
Cuando uno hace lo que le gusta cuesta menos.
Cuando uno consigue motivarse, ilusionarse, seguir creciendo profesionalmente
todo eso te motiva. Buscas esa ilusión por crecer, por seguir consiguiendo
metas y todo ello hace que vayas hacia delante.
EL INVIERNO,
TIEMPO PARA SU GENTE
Finalizada la campaña
europea, El Fandi ha asumido varios compromisos en América y por delante aún le
quedan San Cristóbal y Bogotá. Pero entre unos y otros siempre hay tiempo para
poder disfrutar con la familia y amigos, sobre todo en estas fechas navideñas.
“La Navidad casi siempre la paso en casa. Me gusta dedicarle tiempo a mi gente.
Ahora he estado unos días de vacaciones con los amigos y en invierno me escapo
unos días también a la nieve, me encanta esquiar y me sirve para evadirme. Para
ello trato de tener los deberes hechos, para cuando llegan momentos así poder
escaparme sin ningún remordimiento. Muchas veces viene bien coger aire para
luego poder disfrutarlo más”.
- Después
de casi 20 años, ¿siguen quedando metas?
Son etapas, hoy por hoy mi meta es triunfar. Soy
consciente de que me debo a la regularidad del triunfo y a defender mi sitio.
Ahora la mayor motivación es crecer profesionalmente, creo que he conseguido
cuajar toros importantes que me han aportado mucho y mi prioridad es tratar de
acercarme a eso que busco el mayor número de días posibles. Eso en la plaza. En
el campo trato de exprimir los toros, disfrutarlos. La verdad es que cada vez
disfruto más en el campo.
- ¿Qué
queda de ese Fandi que ha liderado el escalafón multitud de años seguidos?
Sobre todo la ilusión de querer agradar. Que se
vayan con ganas de volver. Que te vean con ilusión. Creo que ese ha sido mi
sello de identidad. Luego, por ejemplo, con el capote creo que he evolucionado
algo… Al final parece que no vamos a ser tan malos. Yo siempre digo que quedan
muchos por convencer y si cada día convencemos alguno más de los que no eran
partidarios ya es un triunfo.
- Si
hablamos de triunfos esta pasada temporada ha cosechado unos cuantos y en plazas
de envergadura. ¿Qué balance hace de 2019?
La verdad es que estoy súper contento por el
resultado general. He defendido bien todas las ferias así como también el
circuito de mis ferias de segunda. La pena fue la rotura de fibras del gemelo
que sufrí en el mes de agosto en Huesca. Eso me supuso un parón, perder muchas
ferias en las que me hacía mucha ilusión estar como la de Gijón y me impidió
también ser primero en el escalafón. Empecé en septiembre bajo mínimos.
Perderme ferias muy buenas también hizo que este año haya sonado un poquito
menos. Pero aún así ha sido un año para estar contento.
- ¿Cuál ha
sido la mayor satisfacción de esta temporada?
Encontrar el sitio que busco. Se pudo ver por
ejemplo en el tercer toro que tuve que matar en Madrid y que me sirvió
muchísimo o en la regularidad mantenida en León, Burgos, Alicante, Granada,
Jerez... Seguimos caminando. Cada uno tiene que buscar su camino y que te sigan
teniendo en cuenta después de tanto tiempo es muy gratificante. Lo bonito es
que te recuerden por lo que has sembrado durante tiempo no por lo que has hecho
en cuatro días. Mis metas siempre han sido largas.
- El
próximo año celebrará su vigésimo aniversario de alternativa. Supongo que algo
especial tendrá en mente para conmemorar una efeméride como esa.
No me gusta hacer planes a largo plazo porque
después de veinte años algo hemos aprendido, pero me gustaría que fuera
especial porque son veinte años. Creo que será importante por cómo me encuentro
personal y profesionalmente y por lo que significa. Merece la pena hacer algo
diferente. Pero luego ya se sabe, una cosa es lo que uno quiere y otra lo que
consigue que le den.
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